El solomillo relleno de jamón y huevo duro es una preparación culinaria que eleva un corte noble de carne a un plato sofisticado y lleno de sabor. Esta receta, aunque pueda parecer compleja, es accesible para cocineros de todos los niveles si se sigue cuidadosamente cada paso. Desde la selección de los ingredientes hasta el emplatado final, cada detalle contribuye a un resultado espectacular. A continuación, desglosaremos la receta paso a paso, ofreciendo consejos y variantes para personalizarla a tu gusto.
Lo primero es preparar el solomillo. Para ello, limpiaremos la pieza de carne, retirando cualquier exceso de grasa o membrana superficial. A continuación, abriremos el solomillo longitudinalmente, como si fuera un libro. Es importante no cortar completamente la pieza, sino dejar una bisagra para que pueda cerrarse luego. Una vez abierto, aplanaremos ligeramente el solomillo con un mazo de cocina o con la mano para que tenga un grosor uniforme. Esto facilita el relleno y el enrollado.
Consejo: Si no te sientes seguro abriendo el solomillo, puedes pedirle a tu carnicero que lo haga por ti. También puedes utilizar dos solomillos más pequeños en lugar de uno grande.
Mientras preparamos el solomillo, podemos ir elaborando el relleno. En una sartén mediana, calentamos un poco de aceite de oliva a fuego medio. Añadimos la cebolla picada y la sofreímos hasta que esté transparente y ligeramente dorada (unos 5-7 minutos). Añadimos el ajo picado y lo sofreímos durante un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme. Retiramos la sartén del fuego y dejamos que se enfríe ligeramente.
En un bol grande, mezclamos la cebolla y el ajo sofritos con los huevos duros picados, el jamón serrano cortado en trozos pequeños (o lonchas enrolladas y cortadas), los piñones tostados (si los usamos) y las pasas sultanas (si las usamos). Salpimentamos al gusto. Es importante probar el relleno y ajustar la sal, teniendo en cuenta que el jamón ya es salado.
Consejo: Para un relleno más jugoso, puedes añadir una cucharada de mayonesa o un poco de queso crema. También puedes utilizar otros tipos de jamón, como jamón ibérico o jamón cocido, aunque el jamón serrano aporta un sabor más intenso.
Extendemos el solomillo abierto sobre una superficie limpia. Si lo deseamos, podemos untar la superficie interior con una fina capa de mostaza de Dijon para darle un toque de sabor extra. Distribuimos el relleno de manera uniforme sobre el solomillo, dejando un borde libre de aproximadamente 2 cm en uno de los extremos para facilitar el cierre. Enrollamos el solomillo con cuidado, apretando bien para que el relleno quede compacto. Atamos el solomillo con hilo de cocina en varios puntos para que mantenga su forma durante la cocción. También podemos utilizar palillos de dientes para sujetar los bordes.
Consejo: Es importante enrollar el solomillo con firmeza para evitar que el relleno se salga durante la cocción. Si utilizas hilo de cocina, asegúrate de retirarlo antes de servir.
Calentamos una sartén grande a fuego medio-alto con un poco de aceite de oliva. Si lo deseamos, podemos pasar el solomillo por harina antes de sellarlo para que quede más dorado y la salsa espese mejor. Sellamos el solomillo por todos los lados, dorándolo bien para que quede crujiente por fuera y jugoso por dentro. Esto suele tardar unos 8-10 minutos en total.
Retiramos el solomillo de la sartén y lo colocamos en una bandeja para horno. Vertemos el vino blanco sobre la sartén donde hemos sellado el solomillo y dejamos que se evapore el alcohol, rascando el fondo para recoger los jugos caramelizados. Añadimos el caldo de carne y lo dejamos reducir a fuego medio durante unos minutos, hasta que la salsa espese ligeramente. Salpimentamos al gusto.
Vertemos la salsa sobre el solomillo en la bandeja para horno. Horneamos el solomillo en el horno precalentado a 180°C durante aproximadamente 20-25 minutos, o hasta que esté cocido a nuestro gusto. El tiempo de cocción dependerá del grosor del solomillo y de la potencia del horno. Para asegurarnos de que está cocido, podemos utilizar un termómetro de cocina. La temperatura interna debe ser de unos 65°C para un punto medio.
Consejo: Para evitar que el solomillo se seque durante la cocción, podemos cubrirlo con papel de aluminio durante los primeros 15 minutos. También podemos regarlo con la salsa cada cierto tiempo.
Una vez cocido, retiramos el solomillo del horno y lo dejamos reposar durante unos 10 minutos antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan y la carne quede más jugosa. Retiramos el hilo de cocina o los palillos de dientes y cortamos el solomillo en rodajas de aproximadamente 2 cm de grosor.
Servimos el solomillo relleno de jamón y huevo duro en un plato, acompañado de la salsa. Decoramos con perejil fresco picado. Podemos acompañar el plato con una guarnición de patatas asadas, puré de patatas, verduras a la plancha o arroz blanco. Un buen vino tinto realzará los sabores de este plato gourmet.
Consejo: Para una presentación más elegante, podemos colocar las rodajas de solomillo sobre una cama de puré de patatas y rociarlas con la salsa. También podemos añadir unas hojas de rúcula o canónigos para darle un toque de frescura.
El solomillo relleno de jamón y huevo duro es una receta versátil y deliciosa que impresionará a tus invitados. Con un poco de práctica y creatividad, puedes personalizarla a tu gusto y crear un plato único y memorable. ¡Anímate a probarla!
tags: #Jamon