El solomillo relleno de jamón serrano y queso es un plato elegante y sabroso, perfecto para ocasiones especiales o para sorprender a tus invitados con una comida memorable. La combinación de la terneza del solomillo, el sabor salado y curado del jamón serrano, y la cremosidad del queso, crea una sinfonía de texturas y sabores que deleitará a los paladares más exigentes. Esta receta, aunque sofisticada, es accesible para cocineros de todos los niveles, y con un poco de práctica, se convertirá en un clásico en tu repertorio culinario.

Orígenes y Popularidad

Si bien no se puede atribuir un origen geográfico específico a esta receta, la combinación de carne de cerdo (solomillo), jamón serrano y queso es un elemento recurrente en la gastronomía española. El jamón serrano, con su larga tradición y arraigo cultural, es un ingrediente estrella en numerosos platos. La idea de rellenar el solomillo con jamón y queso probablemente surgió como una forma de realzar el sabor de la carne y añadir un toque de sofisticación a la preparación.

La popularidad del solomillo relleno de jamón serrano y queso reside en su versatilidad. Se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias, variando el tipo de queso, añadiendo hierbas aromáticas o especias, y acompañándolo con diversas salsas y guarniciones. Además, es un plato que se presta a la creatividad y la experimentación, permitiendo a cada cocinero imprimir su propio sello personal.

Ingredientes (para 4 personas)

  • 1 solomillo de cerdo de aproximadamente 800 gramos
  • 150 gramos de jamón serrano en lonchas finas
  • 150 gramos de queso (gruyere, manchego semicurado, provolone, o el que más te guste) en lonchas o rallado
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
  • Opcional: hierbas aromáticas frescas (romero, tomillo, salvia)
  • Opcional: 1 cebolla pequeña picada finamente
  • Opcional: 1 diente de ajo picado finamente
  • Opcional: 1/2 vaso de vino blanco seco

Utensilios Necesarios

  • Cuchillo afilado
  • Tabla de cortar
  • Papel film transparente
  • Sartén grande
  • Horno
  • Hilo de cocina (opcional)
  • Fuente para horno

Preparación Paso a Paso

1. Preparación del Solomillo

Comienza limpiando el solomillo de cualquier resto de grasa o telillas. Ábrelo por la mitad a lo largo, como si fuera un libro, teniendo cuidado de no cortarlo completamente. Extiende el solomillo sobre una tabla de cortar cubierta con papel film. Salpimienta al gusto. Puedes añadir un poco de ajo en polvo si lo deseas, pero ten en cuenta que el jamón serrano ya aporta un toque salado.

2. Rellenando el Solomillo

Cubre la superficie interior del solomillo con las lonchas de jamón serrano, procurando que quede uniformemente distribuido. A continuación, añade el queso, también de manera uniforme. Si utilizas hierbas aromáticas frescas, espolvoréalas sobre el queso. Con cuidado, enrolla el solomillo sobre sí mismo, formando un cilindro compacto. Envuelve el solomillo relleno con papel film transparente, apretando bien para que mantenga su forma. Refrigera durante al menos 30 minutos. Este paso ayuda a que el solomillo se mantenga compacto al cocinarlo.

Alternativa: Si prefieres, en lugar de envolverlo en papel film, puedes atar el solomillo con hilo de cocina cada 2-3 centímetros para asegurar que el relleno no se salga durante la cocción.

3. Sellado del Solomillo

Calienta el aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio-alto. Retira el solomillo del papel film (o quita el hilo de cocina) y sécalo con papel de cocina. Sella el solomillo por todos los lados, dorándolo uniformemente. Este paso es crucial para sellar los jugos de la carne y evitar que se seque durante la cocción en el horno. Si lo deseas, puedes añadir en este momento la cebolla y el ajo picados a la sartén para que se sofrían y aromaticen el aceite.

4. Horneado del Solomillo

Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca el solomillo sellado en una fuente para horno. Si has sofreído cebolla y ajo, viértelos sobre el solomillo. Vierte el vino blanco seco sobre el solomillo (opcional). Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que el solomillo esté cocido a tu gusto. El tiempo de cocción dependerá del grosor del solomillo y de tu preferencia por el punto de cocción de la carne. Para comprobar el punto de cocción, puedes utilizar un termómetro de cocina. La temperatura interna debe ser de 63°C (145°F) para un término medio.

5. Reposo y Corte

Una vez horneado, retira el solomillo del horno y déjalo reposar durante al menos 10 minutos antes de cortarlo. Este paso permite que los jugos se redistribuyan por toda la carne, resultando en un solomillo más jugoso y tierno. Corta el solomillo en medallones de aproximadamente 2 centímetros de grosor. Sirve inmediatamente.

Consejos y Trucos

  • Elige un buen solomillo: La calidad del solomillo es fundamental para el éxito de la receta. Busca un solomillo fresco, con un color rosado intenso y una textura firme.
  • No te excedas con el relleno: Un exceso de relleno puede dificultar el enrollado del solomillo y hacer que se salga durante la cocción.
  • Sella bien el solomillo: Un buen sellado ayuda a mantener los jugos de la carne y a obtener un solomillo más jugoso.
  • No sobrecocines el solomillo: Un solomillo sobrecocinado estará seco y duro. Utiliza un termómetro de cocina para controlar el punto de cocción.
  • Deja reposar el solomillo antes de cortarlo: Este paso permite que los jugos se redistribuyan, resultando en un solomillo más jugoso.

Variaciones de la Receta

  • Queso: Puedes utilizar diferentes tipos de queso para rellenar el solomillo, como queso azul, queso de cabra, mozzarella, o una mezcla de varios quesos.
  • Jamón: En lugar de jamón serrano, puedes utilizar jamón ibérico, prosciutto, o incluso bacon.
  • Hierbas aromáticas: Experimenta con diferentes hierbas aromáticas, como orégano, perejil, albahaca, o cilantro.
  • Frutos secos: Añade frutos secos picados al relleno, como nueces, almendras, o piñones.
  • Setas: Sofríe setas picadas y añádelas al relleno.
  • Salsa: Sirve el solomillo con una salsa de champiñones, una salsa de vino tinto, una salsa de mostaza, o una salsa de pimienta verde.

Guarniciones Ideales

El solomillo relleno de jamón serrano y queso combina muy bien con una variedad de guarniciones:

  • Patatas: Patatas asadas, patatas fritas, puré de patatas, patatas panaderas.
  • Verduras: Espárragos trigueros a la plancha, pimientos del piquillo confitados, champiñones salteados, ensalada verde.
  • Arroz: Arroz blanco, arroz basmati, arroz salvaje.
  • Purés: Puré de calabaza, puré de boniato, puré de guisantes.

Maridaje con Vino

Para maridar el solomillo relleno de jamón serrano y queso, te recomendamos un vino tinto con cuerpo y estructura, como un Rioja Reserva, un Ribera del Duero, o un Priorat; También puedes optar por un vino blanco con crianza, como un Chardonnay o un Viognier. La elección del vino dependerá del tipo de queso y de la salsa que utilices para acompañar el plato.

Consideraciones Nutricionales

El solomillo relleno de jamón serrano y queso es un plato rico en proteínas y grasas. El solomillo es una carne magra, pero el jamón serrano y el queso aportan una cantidad considerable de grasa. Es importante consumirlo con moderación, especialmente si sigues una dieta baja en grasas o tienes problemas de colesterol. Para reducir el contenido de grasa, puedes utilizar queso bajo en grasa y jamón serrano con menos grasa. También puedes optar por cocinar el solomillo al horno en lugar de freírlo.

Conclusión

El solomillo relleno de jamón serrano y queso es un plato exquisito que combina la terneza de la carne con el sabor intenso del jamón y la cremosidad del queso. Es una receta versátil que se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias, y que es perfecta para ocasiones especiales o para sorprender a tus invitados con una comida memorable. Con un poco de práctica, podrás dominar esta receta y convertirla en un clásico en tu repertorio culinario. ¡Buen provecho!

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