La tarta de carne picada es un plato reconfortante y versátil, perfecto para una comida familiar, una cena informal con amigos o incluso para llevar a un picnic. Esta receta, más allá de ser una simple preparación, es una exploración de sabores y texturas que se combinan para crear una experiencia culinaria única. Desde la selección de la carne hasta la elección del acompañamiento perfecto, cada detalle cuenta para lograr una tarta de carne picada memorable. A continuación, te guiaremos a través de una receta original y sabrosa, explorando variantes y consejos para que puedas adaptarla a tus gustos y convertirla en tu plato estrella.
La masa es fundamental para una buena tarta. Comienza mezclando la harina y la sal en un bol grande. Añade la mantequilla fría en cubos y trabaja la mezcla con las yemas de los dedos o con un robot de cocina hasta obtener una textura arenosa, similar a pan rallado grueso. Incorpora el huevo y mezcla hasta que se integre. Si la masa está demasiado seca, añade el agua fría poco a poco, hasta que se forme una bola. No amases en exceso, ya que esto hará que la masa quede dura. Envuelve la masa en papel film y refrigera durante al menos 30 minutos. Este enfriamiento permite que el gluten se relaje, lo que resultará en una masa más tierna y fácil de trabajar.
Alternativa: Si prefieres una opción más rápida, puedes utilizar masa brisa refrigerada comprada. Asegúrate de elegir una marca de buena calidad para obtener un buen resultado.
Mientras la masa se enfría, prepara el relleno. Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Añade la cebolla picada y cocina hasta que esté transparente y suave, aproximadamente 5-7 minutos. Incorpora el ajo picado y cocina por un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme. Añade el pimiento rojo picado (si lo usas) y los champiñones laminados (si los usas) y cocina hasta que estén tiernos. Retira las verduras de la sartén y reserva.
En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario y dora la carne picada a fuego medio-alto, removiendo constantemente para que se cocine de manera uniforme y se deshaga en trozos pequeños. Escurre el exceso de grasa. Añade el vino tinto (si lo usas) y deja que se evapore el alcohol, removiendo para que se desprendan los sabores del fondo de la sartén. Incorpora el tomate triturado, las verduras reservadas, las especias (orégano, tomillo, pimentón, laurel), sal y pimienta negra. Reduce el fuego a bajo, tapa la sartén y cocina a fuego lento durante al menos 30 minutos, removiendo ocasionalmente, para que los sabores se mezclen y la salsa se espese. Retira la hoja de laurel antes de continuar.
Consejo: Para un sabor más intenso, puedes sofreír la carne con un poco de panceta ahumada picada. También puedes añadir un poco de concentrado de tomate para intensificar el sabor del tomate.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa y enharina un molde para tarta de unos 23-25 cm de diámetro. Saca la masa del refrigerador y divide en dos partes, una ligeramente más grande que la otra. Estira la parte más grande de la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta obtener un círculo lo suficientemente grande como para cubrir el fondo y los lados del molde. Coloca la masa en el molde, presionando suavemente para que se ajuste a los bordes. Recorta el exceso de masa.
Vierte el relleno de carne picada sobre la base de masa, distribuyéndolo de manera uniforme. Espolvorea queso rallado por encima del relleno. Estira la parte restante de la masa y cubre la tarta. Presiona los bordes para sellar la tarta y recorta el exceso de masa. Haz unos cortes en la parte superior de la tarta para permitir que escape el vapor durante la cocción. Pinta la superficie de la tarta con huevo batido para darle un color dorado y brillante.
Hornea la tarta durante 35-45 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el relleno esté burbujeante. Si la masa se dora demasiado rápido, puedes cubrirla con papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción. Deja que la tarta se enfríe ligeramente antes de cortarla y servirla.
La belleza de esta receta reside en su versatilidad. Aquí te presentamos algunas ideas para adaptarla a tus gustos y preferencias:
La tarta de carne picada se puede disfrutar sola, pero también se complementa muy bien con una variedad de acompañamientos:
La tarta de carne picada, si bien es deliciosa, debe consumirse con moderación debido a su contenido calórico y graso. Optar por carne magra, reducir la cantidad de queso y añadir más verduras al relleno puede hacerla una opción más saludable. Además, la forma de preparación y los ingredientes varían significativamente según la cultura y la región. En algunos países, se utilizan diferentes tipos de carne, especias y verduras, y la tarta se puede servir con diferentes acompañamientos. Explorar estas variaciones culturales puede enriquecer tu experiencia culinaria y darte nuevas ideas para personalizar tu propia receta.
La tarta de carne picada es un plato clásico que nunca pasa de moda. Con esta receta original y sabrosa, podrás crear una experiencia culinaria única y compartirla con tus seres queridos. No dudes en experimentar con diferentes ingredientes y adaptaciones para crear tu propia versión de este plato reconfortante y versátil. ¡Buen provecho!
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