Los San Jacobos, también conocidos como libritos o flamenquines, son un plato tradicionalmente frito que consiste en dos filetes de jamón cocido rellenos de queso, empanizados y cocinados. Esta receta propone una alternativa más saludable y igualmente deliciosa:San Jacobos al horno. Esta versión horneada reduce la cantidad de grasa y conserva el sabor característico que tanto gusta a grandes y pequeños. Además, la preparación es sorprendentemente sencilla, lo que la convierte en una opción ideal para cualquier ocasión, desde una comida familiar hasta una cena rápida entre semana.
La principal ventaja de hornear los San Jacobos es la reducción significativa de grasa. Al evitar la fritura, se elimina la necesidad de sumergir los San Jacobos en aceite, lo que disminuye considerablemente el aporte calórico y los hace más digestivos. Además, al hornearlos, se evita la formación de compuestos potencialmente dañinos que se generan durante la fritura a altas temperaturas. Desde una perspectiva nutricional, esta alternativa es mucho más recomendable, especialmente para aquellos que buscan cuidar su salud sin renunciar al sabor.
Otro beneficio importante es la facilidad de limpieza. La fritura suele dejar salpicaduras de aceite por toda la cocina, mientras que el horneado es un proceso mucho más limpio y ordenado. Por último, el horneado permite una cocción más uniforme, asegurando que el queso se derrita perfectamente y que el jamón se caliente de manera homogénea.
Nota sobre los ingredientes: La calidad del jamón cocido y del queso influye directamente en el sabor final del plato. Opta por ingredientes de buena calidad para obtener un resultado óptimo. El pan rallado panko proporciona una textura más crujiente, pero el pan rallado tradicional también funciona perfectamente. El ajo en polvo y el perejil picado son opcionales, pero añaden un toque de sabor extra.
La receta de San Jacobos al horno admite numerosas variaciones, permitiéndote adaptarla a tus gustos y preferencias:
Los San Jacobos al horno son un plato versátil que se puede servir como plato principal o como aperitivo. Aquí te dejamos algunas sugerencias para acompañarlos:
Aunque los San Jacobos al horno son una opción más saludable que los fritos, es importante tener en cuenta su contenido calórico y su aporte de grasas saturadas. El jamón cocido y el queso son alimentos procesados que suelen contener sodio y grasas saturadas, por lo que es recomendable consumirlos con moderación. Para hacer la receta aún más saludable, puedes utilizar jamón cocido bajo en sodio y queso light. Además, puedes aumentar la cantidad de verduras en el plato para equilibrar la ingesta de nutrientes.
Es importante recordar que una dieta equilibrada y variada es fundamental para mantener una buena salud. Los San Jacobos al horno pueden formar parte de una dieta saludable si se consumen con moderación y se combinan con otros alimentos nutritivos.
Los San Jacobos de jamón y queso al horno son una receta fácil, deliciosa y saludable que puedes preparar en casa en poco tiempo; Esta versión horneada es una excelente alternativa a la tradicional receta frita, ya que reduce la cantidad de grasa y conserva el sabor característico que tanto gusta a todos. Con unos pocos ingredientes básicos y siguiendo los pasos de esta receta, podrás disfrutar de un plato delicioso y nutritivo que seguro que encantará a toda la familia. ¡Anímate a probarla!
Sí, puedes congelarlos antes de hornearlos. Colócalos en un recipiente hermético o envuélvelos individualmente en papel film. Cuando los quieras cocinar, no es necesario descongelarlos, simplemente añade unos minutos más al tiempo de cocción en el horno.
El pan rallado panko proporciona una textura más crujiente, pero el pan rallado tradicional también funciona bien. Puedes utilizar el que más te guste o el que tengas a mano.
Sí, puedes utilizar jamón serrano en lugar de jamón cocido, aunque el sabor será más intenso. También puedes utilizar pechuga de pavo o pollo para una versión más ligera.
La temperatura ideal es 200°C (392°F). Si tu horno tiende a quemar los alimentos, puedes bajar la temperatura a 180°C (356°F) y prolongar el tiempo de cocción.
La preparación lleva unos 15 minutos y la cocción unos 15-20 minutos, dependiendo de la potencia de tu horno.