Los San Jacobos de jamón y queso La Cocinera son un clásico de la cocina española, especialmente apreciados por su sencillez y sabor. Esta receta, adaptada para ser aún más accesible y deliciosa, te guiará paso a paso para crear un plato crujiente por fuera y cremoso por dentro, perfecto para una comida rápida, una cena informal o incluso una fiesta infantil. Olvídate de las complicaciones y prepárate para disfrutar de un bocado irresistible.
¿Qué son los San Jacobos? Un poco de historia y contexto
Antes de sumergirnos en la receta, es importante entender qué son los San Jacobos y por qué son tan populares. Tradicionalmente, un San Jacobo es un sándwich de jamón y queso, rebozado y frito. Su nombre proviene de la venera de Santiago, la concha de vieira, que a menudo se usa como símbolo del Camino de Santiago. Aunque la conexión directa no está clara, la forma y la sencillez del plato podrían haber influido en su nombre.
La Cocinera, una marca reconocida en España por su amplia gama de productos congelados y precocinados, popularizó aún más los San Jacobos, ofreciendo una opción rápida y conveniente para las familias. Sin embargo, hacerlos en casa es mucho más gratificante y te permite controlar los ingredientes, el nivel de sal y la calidad del aceite.
Ingredientes Necesarios: Calidad es clave
La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de cualquier plato, y los San Jacobos no son una excepción. Aquí tienes una lista detallada:
- Lonchas de Jamón Cocido de Calidad: Opta por un jamón cocido de buena calidad, con un porcentaje decente de carne y bajo contenido de grasas añadidas. Un jamón de sabor intenso marcará la diferencia. Evita las opciones más baratas, que suelen ser demasiado saladas y de textura gomosa.
- Lonchas de Queso Fundente: El queso debe fundirse bien al freírse. El queso Havarti, el Edam o el Gouda son excelentes opciones. También puedes usar queso para sándwiches tipo tranchettes, pero asegúrate de que sean de buena calidad. Evita el queso mozzarella fresco, ya que su alto contenido de agua puede dificultar el rebozado y la fritura.
- Pan Rallado: Utiliza pan rallado fino para un rebozado más uniforme y crujiente. Si quieres darle un toque especial, puedes usar pan rallado panko (pan rallado japonés), que es más grueso y proporciona una textura aún más crujiente. También puedes añadir hierbas aromáticas al pan rallado, como perejil seco, orégano o tomillo.
- Huevos: Los huevos deben estar frescos y a temperatura ambiente. Bate los huevos con un poco de sal y pimienta para darles sabor.
- Harina de Trigo: La harina de trigo es necesaria para el primer paso del rebozado, ayudando a que el huevo se adhiera correctamente.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: El aceite de oliva virgen extra es la mejor opción para freír, ya que tiene un punto de humo alto y aporta un sabor delicioso. También puedes usar aceite de girasol, que es más neutro.
- Sal y Pimienta Negra Recién Molida: Para sazonar los huevos y, opcionalmente, el jamón y el queso.
La Receta Paso a Paso: Un proceso sencillo, resultados espectaculares
- Preparación de los Ingredientes:
- Corta las lonchas de jamón y queso del tamaño deseado. Idealmente, deberían ser del mismo tamaño para que el San Jacobo quede uniforme.
- Bate los huevos en un plato hondo con sal y pimienta.
- Prepara tres platos: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado.
- Montaje de los San Jacobos:
- Coloca una loncha de jamón sobre una superficie limpia.
- Encima, coloca una loncha de queso.
- Cubre con otra loncha de jamón. Asegúrate de que el queso quede bien cubierto para evitar que se salga durante la fritura.
- Presiona ligeramente para que los ingredientes se adhieran.
- Rebozado: El secreto de la crocancia
- Pasa cada San Jacobo por la harina, asegurándote de cubrirlo completamente. Sacude el exceso de harina.
- Luego, sumerge el San Jacobo en el huevo batido, asegurándote de que quede bien impregnado.
- Finalmente, cubre el San Jacobo con pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien.
- Repite el proceso de rebozado (harina, huevo, pan rallado) para un rebozado más grueso y crujiente. Esto es opcional, pero recomendado para un resultado superior.
- Fritura: El momento crucial
- Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. La temperatura ideal del aceite es de alrededor de 180°C (350°F). Si el aceite no está lo suficientemente caliente, los San Jacobos absorberán demasiado aceite y quedarán grasientos. Si está demasiado caliente, se quemarán por fuera y el queso no se derretirá por dentro.
- Con cuidado, coloca los San Jacobos en la sartén, asegurándote de no sobrecargarla. Fríe los San Jacobos durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes.
- Retira los San Jacobos de la sartén y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Servir: Disfruta de tu creación
- Sirve los San Jacobos calientes, acompañados de tu guarnición favorita.
Guarniciones Perfectas: Complementa el sabor
Los San Jacobos son deliciosos por sí solos, pero una buena guarnición puede elevar el plato a otro nivel. Aquí tienes algunas sugerencias:
- Ensalada Fresca: Una ensalada verde con lechuga, tomate, cebolla y una vinagreta ligera es un acompañamiento refrescante que equilibra la riqueza de los San Jacobos.
- Patatas Fritas Caseras: Un clásico que nunca falla. Corta las patatas en bastones, fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes, y sazónalas con sal y pimienta.
- Puré de Patatas: Un puré de patatas cremoso y suave es un acompañamiento reconfortante que combina a la perfección con los San Jacobos.
- Verduras a la Plancha: Una selección de verduras a la plancha, como calabacín, berenjena, pimiento y cebolla, aporta un toque saludable y delicioso al plato.
- Arroz Blanco: Un arroz blanco esponjoso es un acompañamiento neutro que permite que los San Jacobos sean los protagonistas del plato.
Consejos y Trucos: Perfecciona tu técnica
Aquí tienes algunos consejos y trucos adicionales para asegurarte de que tus San Jacobos queden perfectos:
- Congelar los San Jacobos: Puedes preparar los San Jacobos con antelación y congelarlos. Para congelarlos, colócalos en una bandeja para hornear forrada con papel de hornear y congélalos hasta que estén sólidos. Luego, transfiérelos a una bolsa para congelar. Para freírlos, no es necesario descongelarlos; simplemente fríelos directamente desde el congelador, añadiendo unos minutos más de cocción.
- Hornear los San Jacobos: Si prefieres evitar la fritura, puedes hornear los San Jacobos. Precalienta el horno a 200°C (400°F). Coloca los San Jacobos en una bandeja para hornear forrada con papel de hornear y hornea durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes.
- Añadir Hierbas Aromáticas: Para darle un toque de sabor extra, puedes añadir hierbas aromáticas al pan rallado, como perejil seco, orégano o tomillo.
- Utilizar Diferentes Tipos de Queso: Experimenta con diferentes tipos de queso para encontrar tu combinación favorita. El queso cheddar, el queso suizo o el queso provolone son excelentes opciones.
- Variaciones con Otros Ingredientes: Puedes añadir otros ingredientes a los San Jacobos, como champiñones salteados, pimientos asados o espinacas.
- Control de la Temperatura del Aceite: Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que el aceite esté a la temperatura correcta.
Variaciones Creativas: Dale un toque personal
Una vez que domines la receta básica, puedes experimentar con diferentes variaciones para personalizar tus San Jacobos. Aquí tienes algunas ideas:
- San Jacobos con Pollo y Queso: Sustituye el jamón cocido por pechuga de pollo fileteada y ligeramente empanada.
- San Jacobos con Berenjena y Queso de Cabra: Intercala lonchas de berenjena a la plancha con queso de cabra y jamón.
- San Jacobos con Espinacas y Ricotta: Prepara un relleno de espinacas salteadas con ricotta y añádelo entre las lonchas de jamón.
- San Jacobos con Champiñones y Queso Gruyere: Saltea champiñones laminados con ajo y perejil, y úsalos con queso Gruyere.
- San Jacobos con Pimientos del Piquillo y Queso Manchego: Rellena los San Jacobos con pimientos del piquillo asados y queso manchego curado.
Beneficios y Consideraciones Nutricionales: Un equilibrio saludable
Si bien los San Jacobos son deliciosos, es importante tener en cuenta su valor nutricional. Son una fuente de proteínas debido al jamón y el huevo, y de calcio gracias al queso. Sin embargo, también son ricos en grasas, especialmente si se fríen. Para hacerlos más saludables, considera las siguientes opciones:
- Hornea en lugar de freír: Reducirás significativamente la cantidad de grasa.
- Utiliza jamón cocido bajo en sodio: Reduce el contenido de sal.
- Opta por queso bajo en grasa: Elige variedades más ligeras.
- Acompaña con una ensalada abundante: Aumenta el consumo de fibra y vitaminas.
- Controla el tamaño de la porción: Modera la cantidad que consumes.
Conclusión: Un plato versátil y delicioso para disfrutar
Los San Jacobos de jamón y queso La Cocinera son un plato versátil, fácil de preparar y delicioso que puede adaptarse a diferentes gustos y ocasiones. Ya sea para una comida rápida entre semana o para una celebración especial, esta receta te garantiza un resultado exitoso. Con los consejos y trucos que te hemos proporcionado, podrás perfeccionar tu técnica y crear San Jacobos irresistibles que encantarán a todos. ¡Anímate a probar esta receta y descubre por qué los San Jacobos son un clásico atemporal de la cocina española!
tags:
#Jamon
#Queso
Información sobre el tema: