Los ravioles rellenos de jamón y queso son un plato clásico de la cocina italiana, apreciado por su sabor reconfortante y su versatilidad. Esta receta casera te guiará paso a paso para crear una pasta fresca y un relleno delicioso, resultando en un plato que impresionará a tus invitados y satisfará tu paladar. Prepárate para embarcarte en esta aventura culinaria, donde la paciencia y el amor por la cocina se combinan para crear una experiencia gastronómica inolvidable.

Ingredientes

Para la Masa:

  • 300 gramos de harina de trigo "00" (o harina para pasta)
  • 3 huevos grandes
  • Una pizca de sal
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra (opcional)

Para el Relleno:

  • 200 gramos de jamón cocido de buena calidad, picado finamente
  • 200 gramos de queso ricotta (requesón) fresco
  • 100 gramos de queso parmesano rallado
  • 1 huevo pequeño
  • Nuez moscada rallada al gusto
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto

Salsa Sugerida (Opcional):

  • Mantequilla y salvia
  • Salsa de tomate casera
  • Crema de champiñones
  • Aceite de oliva, ajo y guindilla

Elaboración

Paso 1: Preparación de la Masa

El alma de cualquier buena pasta reside en su masa. La harina de trigo "00", con su textura fina y alto contenido de gluten, es ideal para obtener una pasta elástica y sedosa. Si no encuentras harina "00", puedes utilizar harina para pasta o incluso harina de trigo común, aunque el resultado final podría ser ligeramente diferente. La clave está en amasar con paciencia y dedicación.

  1. En un bol grande: Vierte la harina en forma de volcán. Haz un hueco en el centro.
  2. Añade los huevos: Rompe los huevos en el centro del volcán de harina; Agrega la pizca de sal y, si lo deseas, la cucharada de aceite de oliva. El aceite ayuda a que la masa sea más suave y fácil de trabajar.
  3. Comienza a integrar: Con un tenedor, bate los huevos ligeramente y comienza a incorporar la harina poco a poco desde los bordes hacia el centro.
  4. Amasa con las manos: Una vez que la masa comience a formarse, pasa a amasar con las manos sobre una superficie limpia y enharinada. Amasa durante al menos 10-15 minutos, hasta obtener una masa lisa, elástica y homogénea. Al principio, la masa puede parecer seca o pegajosa, pero no te desesperes. Continúa amasando y verás cómo se transforma.
  5. Forma una bola: Forma una bola con la masa, envuélvela en papel film y déjala reposar en la nevera durante al menos 30 minutos. Este reposo es crucial para que el gluten se relaje y la masa sea más fácil de estirar.

Paso 2: Preparación del Relleno

El relleno es donde la magia realmente sucede. La combinación de jamón cocido, ricotta y parmesano crea una explosión de sabores que se complementan a la perfección. La nuez moscada añade un toque sutil y aromático que eleva el relleno a otro nivel. Asegúrate de utilizar ingredientes de buena calidad para obtener el mejor resultado.

  1. En un bol: Mezcla el jamón cocido picado finamente, la ricotta fresca, el queso parmesano rallado y el huevo pequeño.
  2. Sazona: Ralla un poco de nuez moscada al gusto. Sazona con sal y pimienta negra recién molida. Ten cuidado con la sal, ya que el jamón y el parmesano ya son salados.
  3. Mezcla bien: Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea. Prueba el relleno y ajusta la sazón si es necesario.
  4. Refrigeración (Opcional): Cubre el bol con papel film y refrigera el relleno durante unos 15 minutos. Esto facilitará el manejo del relleno al momento de armar los ravioles.

Paso 3: Estirado de la Masa

El estirado de la masa es una de las partes más importantes de la preparación de los ravioles. Una masa bien estirada debe ser fina y translúcida, pero lo suficientemente resistente como para soportar el relleno sin romperse. Si tienes una máquina para hacer pasta, este proceso será mucho más fácil. Si no, puedes utilizar un rodillo, pero requerirá un poco más de paciencia y habilidad.

  1. Divide la masa: Divide la masa en dos o tres porciones. Esto facilitará el estirado y evitará que la masa se seque.
  2. Estira la masa: Utilizando una máquina para hacer pasta o un rodillo, estira cada porción de masa hasta obtener una lámina fina y uniforme. Si utilizas una máquina para hacer pasta, comienza con el ajuste más grueso y ve disminuyendo gradualmente hasta llegar al ajuste deseado. Si utilizas un rodillo, trabaja sobre una superficie enharinada y gira la masa constantemente para evitar que se pegue.
  3. Láminas finas: La lámina de masa debe ser lo suficientemente fina como para que puedas ver la silueta de tu mano a través de ella. Sin embargo, ten cuidado de no estirarla demasiado, ya que podría romperse al rellenar los ravioles.

Paso 4: Relleno y Formado de los Ravioles

Este es el momento culminante de la preparación de los ravioles. Con la masa estirada y el relleno listo, es hora de dar forma a estas deliciosas pequeñas almohadas de pasta. Existen diferentes técnicas para formar los ravioles, desde las más sencillas hasta las más elaboradas. Aquí te presentamos una opción fácil y eficiente.

  1. Coloca la primera lámina: Coloca una lámina de masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada.
  2. Distribuye el relleno: Con una cuchara o manga pastelera, distribuye pequeñas porciones de relleno sobre la lámina de masa, dejando un espacio de aproximadamente 2-3 cm entre cada porción.
  3. Cubre con la segunda lámina: Cubre la lámina rellena con otra lámina de masa.
  4. Sella los ravioles: Presiona suavemente alrededor de cada montículo de relleno para sellar las dos láminas de masa. Asegúrate de que no quede aire atrapado dentro de los ravioles.
  5. Corta los ravioles: Utilizando un cortador de pasta, un cuchillo afilado o un vaso, corta los ravioles en la forma deseada (cuadrados, redondos, etc.).
  6. Sella los bordes (Opcional): Para asegurar un sellado perfecto, puedes presionar los bordes de los ravioles con un tenedor. Esto también les dará un aspecto más decorativo.
  7. Repite: Repite este proceso hasta terminar con toda la masa y el relleno.

Paso 5: Cocción de los Ravioles

La cocción es un paso crucial para asegurar que los ravioles estén perfectamente cocidos y deliciosos. El tiempo de cocción dependerá del grosor de la masa, pero generalmente es bastante rápido. Presta atención a las señales visuales para evitar que los ravioles se sobrecocinen y se rompan.

  1. Hierve agua: Llena una olla grande con agua abundante y sal. Lleva el agua a ebullición.
  2. Cocina los ravioles: Reduce el fuego a medio y añade los ravioles al agua hirviendo con cuidado. No añadas demasiados ravioles a la vez para evitar que se peguen entre sí.
  3. Tiempo de cocción: Cocina los ravioles durante 3-5 minutos, o hasta que floten a la superficie y estén tiernos. Prueba uno para verificar que la pasta esté cocida.
  4. Escurre: Escurre los ravioles con cuidado y sírvelos inmediatamente con tu salsa favorita.

Sugerencias para la Salsa

Los ravioles rellenos de jamón y queso son deliciosos por sí solos, pero una buena salsa puede elevarlos a otro nivel. Aquí te presentamos algunas sugerencias:

  • Mantequilla y Salvia: Una salsa simple y elegante que realza el sabor de los ravioles. Derrite mantequilla en una sartén, añade hojas de salvia fresca y cocina a fuego lento hasta que la mantequilla esté ligeramente dorada. Vierte la salsa sobre los ravioles y espolvorea con queso parmesano rallado.
  • Salsa de Tomate Casera: Una salsa clásica que nunca falla. Utiliza tomates frescos de buena calidad, ajo, cebolla, albahaca y orégano para crear una salsa rica y sabrosa.
  • Crema de Champiñones: Una salsa cremosa y reconfortante que combina a la perfección con el jamón y el queso. Saltea champiñones en mantequilla con ajo y cebolla, añade crema de leche, caldo de pollo y hierbas aromáticas. Cocina a fuego lento hasta que la salsa espese.
  • Aceite de Oliva, Ajo y Guindilla: Una salsa sencilla y picante que resalta el sabor de los ravioles. Calienta aceite de oliva en una sartén, añade ajo picado y guindilla seca. Cocina a fuego lento hasta que el ajo esté dorado y el aceite haya absorbido el sabor de la guindilla. Vierte la salsa sobre los ravioles y espolvorea con perejil fresco picado.

Consejos Adicionales

  • Congelación: Los ravioles se pueden congelar para disfrutar de ellos en otro momento. Coloca los ravioles en una bandeja enharinada sin que se toquen entre sí y congélalos. Una vez congelados, transfiérelos a una bolsa hermética. Para cocinarlos, no es necesario descongelarlos previamente. Simplemente añádelos directamente al agua hirviendo y cocina durante unos minutos más.
  • Variaciones del Relleno: Siéntete libre de experimentar con diferentes rellenos. Puedes añadir espinacas, calabaza, setas o cualquier otro ingrediente que te guste.
  • Utiliza Ingredientes Frescos: La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de esta receta. Utiliza harina de trigo "00" fresca, huevos de buena calidad, jamón cocido de primera y queso ricotta recién hecho.
  • Paciencia: La preparación de la pasta fresca requiere paciencia y dedicación. No te apresures y disfruta del proceso.

Conclusión

Los ravioles rellenos de jamón y queso son un plato delicioso y versátil que puedes disfrutar en cualquier ocasión. Con esta receta casera, podrás crear una pasta fresca y un relleno sabroso, resultando en un plato que impresionará a tus invitados y satisfará tu paladar. ¡Anímate a probar esta receta y descubre el placer de la cocina casera!

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