En el corazón de la península ibérica, en Peñaranda de Bracamonte, Salamanca, se encuentra un nombre sinónimo de excelencia en jamones: Blázquez. Esta marca, con profundas raíces en la tradición y una constante búsqueda de la perfección, ha logrado posicionarse como un referente de calidad superior en el mundo del jamón ibérico. Este artículo explorará en detalle la historia, las características, el proceso de elaboración y las razones que hacen de los Jamones Blázquez una elección predilecta para los paladares más exigentes.
La historia de Jamones Blázquez se remonta a varias generaciones atrás, a una familia apasionada por la cría del cerdo ibérico y la elaboración artesanal del jamón. Desde sus humildes comienzos, la familia Blázquez se ha dedicado a mantener las tradiciones y a perfeccionar las técnicas de producción, transmitiendo de generación en generación el conocimiento y la pasión por este producto excepcional. El compromiso con la calidad ha sido siempre el pilar fundamental de la empresa, lo que les ha permitido crecer y expandirse sin comprometer la esencia de su producto.
La ubicación de Blázquez en Peñaranda de Bracamonte no es casualidad. Esta localidad salmantina ofrece un entorno privilegiado para la cría del cerdo ibérico, gracias a su clima continental con inviernos fríos y veranos secos, y a sus extensas dehesas donde los cerdos pueden pastar libremente y alimentarse de bellotas durante la montanera. Este entorno natural único contribuye de manera significativa a la calidad y el sabor característico de los jamones Blázquez.
El secreto de la calidad superior de los Jamones Blázquez reside, en gran medida, en la selección de los cerdos ibéricos. Blázquez trabaja exclusivamente con cerdos de raza ibérica pura o cruzada, criados en libertad en las dehesas y alimentados principalmente con bellotas durante la montanera. Esta alimentación natural y el ejercicio constante en la dehesa contribuyen a la infiltración de grasa en el músculo, lo que se traduce en un jamón con un sabor y una textura excepcionales.
Blázquez ofrece una amplia gama de jamones ibéricos, adaptados a diferentes gustos y preferencias. Entre los más destacados se encuentran:
El proceso de elaboración de los Jamones Blázquez es un arte que se ha perfeccionado a lo largo de generaciones. Cada etapa del proceso se realiza con el máximo cuidado y atención al detalle, combinando la tradición artesanal con las técnicas más modernas de control de calidad.
El proceso comienza con el sacrificio de los cerdos, realizado en instalaciones modernas y siguiendo estrictas normas de higiene y bienestar animal. A continuación, se procede al perfilado de las piezas, eliminando el exceso de grasa y dando la forma característica al jamón.
La salazón es una etapa crucial en la elaboración del jamón, ya que determina su sabor y su conservación. Las piezas se cubren con sal marina durante un período de tiempo que varía en función de su peso y su contenido de grasa. Es fundamental controlar la temperatura y la humedad durante esta etapa para garantizar una salazón uniforme y evitar la proliferación de bacterias.
Una vez finalizada la salazón, las piezas se lavan con agua para eliminar el exceso de sal y se dejan reposar en cámaras frigoríficas durante varias semanas. Durante este tiempo, la sal se distribuye uniformemente por toda la pieza y se produce una primera maduración.
El secado y la maduración son las etapas más largas y delicadas del proceso. Las piezas se trasladan a secaderos naturales con ventilación controlada, donde permanecen durante varios meses o incluso años. Durante este tiempo, el jamón pierde humedad, se concentra su sabor y se desarrolla su aroma característico. La clave de esta etapa es la paciencia y el control exhaustivo de la temperatura y la humedad.
Antes de salir al mercado, cada jamón Blázquez es sometido a un riguroso proceso de calado y selección por expertos jamoneros. El calado consiste en introducir una fina aguja en diferentes puntos de la pieza para detectar posibles defectos o anomalías. Los jamones que superan esta prueba son seleccionados y clasificados en función de su calidad y sus características.
Los Jamones Blázquez se distinguen por sus características sensoriales únicas, que los convierten en un placer para los sentidos:
Para disfrutar al máximo del jamón Blázquez, es importante tener en cuenta algunos consejos de maridaje y degustación:
Además de su exquisito sabor, el jamón ibérico, y en particular el Jamón Blázquez, ofrece importantes beneficios para la salud:
Es importante consumir el jamón ibérico con moderación, ya que también es rico en sodio y calorías.
Blázquez no solo se preocupa por la calidad de sus productos, sino también por el respeto al medio ambiente y el bienestar animal. La empresa está comprometida con la sostenibilidad y aplica prácticas responsables en todas las etapas del proceso de producción.
Blázquez garantiza el bienestar de sus cerdos, proporcionándoles un entorno natural y una alimentación adecuada. Los cerdos ibéricos se crían en libertad en las dehesas, donde pueden pastar libremente y disfrutar de una vida saludable.
Blázquez participa activamente en la gestión sostenible de la dehesa, promoviendo la conservación de este ecosistema único y la regeneración de los encinares y alcornoques. También se aplican prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente, como la rotación de cultivos y el uso de fertilizantes orgánicos.
Blázquez se esfuerza por reducir su impacto ambiental en todas las áreas de la empresa, desde la optimización del consumo de energía y agua hasta la gestión responsable de los residuos. También se utilizan materiales de embalaje reciclables y biodegradables.
Los Jamones Blázquez de Peñaranda de Bracamonte representan la culminación de una larga tradición artesanal, un profundo conocimiento del cerdo ibérico y un compromiso inquebrantable con la calidad. Desde la selección de los cerdos hasta el proceso de curación lento y meticuloso, cada detalle se cuida al máximo para ofrecer un producto excepcional que deleita los sentidos y enriquece la experiencia gastronómica. Elegir un Jamón Blázquez es elegir un pedazo de la historia y la cultura española, un símbolo de excelencia y un placer inigualable.
Más allá de la calidad intrínseca del producto, Jamones Blázquez encarna una filosofía de respeto por la tradición, el medio ambiente y el bienestar animal. Su compromiso con la sostenibilidad y la innovación constante los sitúa a la vanguardia del sector, garantizando que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de este tesoro gastronómico.
En definitiva, Jamones Blázquez no es solo un jamón, es una experiencia que invita a la reflexión sobre la importancia de la calidad, la tradición y el respeto por el entorno. Es una invitación a saborear la excelencia y a celebrar la riqueza de la gastronomía española.
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