Desde su humilde inicio en 1920, Jamones Andrés Becerro e Hijos ha tejido una historia rica en tradición, dedicación y, sobre todo, un compromiso inquebrantable con la calidad. Más que una empresa, es un legado familiar que ha trascendido generaciones, llevando a las mesas el auténtico sabor del jamón ibérico, un producto que es sinónimo de excelencia gastronómica española.

Orígenes y Evolución: Un Siglo de Pasión Jamonera

La historia de Jamones Andrés Becerro e Hijos comienza en un pequeño pueblo, enclavado en el corazón de la dehesa ibérica. Andrés Becerro, un hombre visionario con un profundo respeto por la tierra y sus frutos, inició un modesto negocio de elaboración de jamones. Su enfoque se basó en la selección rigurosa de los mejores cerdos ibéricos y en la aplicación de métodos de curación artesanales, transmitidos de generación en generación.

En sus primeros años, la producción era limitada y se centraba en abastecer a la comunidad local. Sin embargo, la calidad excepcional de sus jamones pronto comenzó a ganar reconocimiento en regiones vecinas. La clave del éxito residía en la combinación de factores como la raza del cerdo, la alimentación natural en la dehesa, el clima propicio y, sobre todo, el cuidado y la paciencia en el proceso de curación.

Con el paso de los años, el negocio fue creciendo y adaptándose a los nuevos tiempos, sin perder nunca su esencia artesanal. Los hijos de Andrés Becerro se incorporaron al negocio familiar, aportando nuevas ideas y conocimientos, pero manteniendo siempre el compromiso con la calidad y la tradición. Se invirtió en tecnología moderna para optimizar los procesos de producción y garantizar la seguridad alimentaria, pero respetando siempre los métodos de curación tradicionales que habían hecho famosos a sus jamones.

El Secreto del Sabor: Raza, Alimentación y Curación

El sabor inigualable de los jamones Andrés Becerro e Hijos es el resultado de una combinación de factores cuidadosamente controlados a lo largo de todo el proceso de producción. Desde la selección de la raza del cerdo ibérico hasta el meticuloso proceso de curación, cada detalle es crucial para obtener un producto de calidad excepcional.

La Raza Ibérica: Un Tesoro Genético

La base de todo gran jamón ibérico es la raza del cerdo. Andrés Becerro e Hijos trabaja exclusivamente con cerdos de raza ibérica, una raza autóctona de la Península Ibérica, caracterizada por su capacidad de infiltrar grasa en el músculo, lo que le confiere al jamón su característico sabor y textura.

Dentro de la raza ibérica, existen diferentes variedades, como el 100% ibérico (cerdo de padre y madre ibéricos), el 75% ibérico y el 50% ibérico. Cada una de estas variedades influye en el sabor y la calidad del jamón. Andrés Becerro e Hijos ofrece jamones de diferentes variedades, adaptándose a las preferencias de sus clientes.

La Alimentación en la Dehesa: Un Festín Natural

La alimentación de los cerdos ibéricos es otro factor clave en la calidad del jamón. Durante la montanera, la época en la que los cerdos pastan libremente en la dehesa, se alimentan principalmente de bellotas, el fruto del alcornoque y la encina. Las bellotas son ricas en ácido oleico, una grasa saludable que se infiltra en el músculo del cerdo, dándole al jamón su característico sabor y textura.

Además de las bellotas, los cerdos ibéricos también se alimentan de hierbas, raíces y otros frutos silvestres que encuentran en la dehesa. Esta alimentación variada y natural contribuye a la complejidad y riqueza del sabor del jamón.

El Proceso de Curación: Paciencia y Sabiduría Artesanal

El proceso de curación es la fase final del proceso de elaboración del jamón, y es donde se desarrolla el sabor y el aroma característicos. Andrés Becerro e Hijos sigue utilizando métodos de curación tradicionales, transmitidos de generación en generación. El proceso se lleva a cabo en bodegas naturales, donde la temperatura y la humedad se controlan de forma natural.

El proceso de curación consta de varias etapas: salazón, lavado, asentamiento, secado y maduración. Cada una de estas etapas requiere un cuidado y una atención especiales. La duración del proceso de curación varía en función del peso del jamón y de las condiciones ambientales, pero suele durar entre 24 y 48 meses.

Durante el proceso de curación, el jamón pierde humedad y se concentra su sabor. La grasa se va infiltrando en el músculo, creando un veteado característico que le da al jamón su textura jugosa y su sabor inigualable.

Variedades de Jamón Andrés Becerro e Hijos

Andrés Becerro e Hijos ofrece una amplia variedad de jamones ibéricos, adaptándose a las preferencias de sus clientes. Entre sus productos más destacados se encuentran:

  • Jamón Ibérico de Bellota 100% Ibérico: El jamón de más alta calidad, procedente de cerdos 100% ibéricos alimentados exclusivamente con bellotas durante la montanera. Su sabor es intenso y complejo, con notas a frutos secos y hierbas aromáticas.
  • Jamón Ibérico de Bellota: Procedente de cerdos ibéricos alimentados con bellotas y otros recursos naturales de la dehesa. Su sabor es excelente, aunque ligeramente menos intenso que el 100% ibérico.
  • Jamón Ibérico de Cebo de Campo: Procedente de cerdos ibéricos criados en libertad en la dehesa y alimentados con piensos naturales y hierbas. Su sabor es suave y equilibrado.
  • Jamón Ibérico de Cebo: Procedente de cerdos ibéricos criados en granjas y alimentados con piensos naturales. Su sabor es agradable y asequible.

Compromiso con la Calidad y la Sostenibilidad

Andrés Becerro e Hijos está comprometido con la calidad de sus productos y con la sostenibilidad del medio ambiente. La empresa trabaja en estrecha colaboración con ganaderos locales para garantizar el bienestar animal y la conservación de la dehesa.

La empresa también utiliza prácticas sostenibles en sus procesos de producción, como la gestión eficiente de los recursos hídricos y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Más que un Jamón, una Experiencia Gastronómica

Un jamón Andrés Becerro e Hijos es mucho más que un simple alimento. Es una experiencia gastronómica que evoca la tradición, la cultura y el sabor de España. Es un producto que se disfruta en compañía de amigos y familiares, y que se convierte en el centro de cualquier celebración.

Degustar un jamón Andrés Becerro e Hijos es un placer para los sentidos. Su aroma embriagador, su textura suave y jugosa, y su sabor intenso y complejo, lo convierten en una experiencia inolvidable.

Conclusión: Un Legado de Sabor que Perdura

Jamones Andrés Becerro e Hijos representa un legado de tradición y sabor que ha perdurado durante un siglo. Su compromiso inquebrantable con la calidad, la sostenibilidad y la pasión por el jamón ibérico, lo han convertido en un referente en el sector. Al degustar un jamón Andrés Becerro e Hijos, se disfruta de un pedazo de historia y de un sabor inigualable.

Recomendaciones para la Degustación

Para disfrutar al máximo de un jamón Andrés Becerro e Hijos, se recomienda seguir las siguientes recomendaciones:

  • Temperatura: El jamón debe servirse a temperatura ambiente (entre 20 y 25 grados Celsius).
  • Corte: El corte debe ser fino y uniforme, con un cuchillo jamonero bien afilado.
  • Maridaje: El jamón marida perfectamente con pan tostado, aceite de oliva virgen extra y vino tinto.
  • Conservación: Una vez empezado, el jamón debe conservarse en un lugar fresco y seco, cubierto con un paño de algodón.

Dónde Adquirir Jamones Andrés Becerro e Hijos

Los jamones Andrés Becerro e Hijos se pueden adquirir en:

  • Tiendas especializadas en productos gourmet
  • Restaurantes de alta cocina
  • Tienda online de la empresa (si la tienen)
  • Directamente en la fábrica (si ofrecen visitas)

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