Las croquetas de jamón y pollo son un bocado exquisito, un clásico de la cocina española que evoca recuerdos de infancia y celebraciones familiares. La receta de Karlos Arguiñano, con su toque personal y sencillez, las convierte en un plato accesible para todos. Esta guía detallada te llevará paso a paso desde la selección de ingredientes hasta la fritura perfecta, garantizando unas croquetas cremosas por dentro y crujientes por fuera.
Ingredientes para unas Croquetas Inolvidables
La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de cualquier receta, y las croquetas no son una excepción. Optar por ingredientes frescos y de buena calidad marcará la diferencia en el sabor final.
- 200g de jamón serrano: Preferiblemente con un buen porcentaje de grasa infiltrada, que aportará jugosidad y sabor a la bechamel. Si es posible, utilizar recortes de jamón que no sean aptos para comer solos, aprovechando al máximo el producto.
- 200g de pollo cocido: Puedes utilizar restos de un pollo asado, pechuga cocida o incluso pollo que hayas guisado. Asegúrate de retirar la piel y los huesos antes de desmenuzarlo.
- 1 litro de leche entera: La leche entera aporta la cremosidad necesaria a la bechamel; Si eres intolerante a la lactosa, puedes utilizar leche sin lactosa, aunque el resultado puede variar ligeramente.
- 100g de harina de trigo: Utiliza harina de trigo común. Algunas personas prefieren harina de repostería, pero no es estrictamente necesario.
- 100g de mantequilla: La mantequilla aporta sabor y ayuda a crear una bechamel suave. Puedes sustituirla por aceite de oliva, pero el sabor será diferente.
- 1 cebolla pequeña: Picada finamente, la cebolla aporta un toque de sabor sutil a la bechamel.
- Aceite de oliva virgen extra: Para sofreír la cebolla y freír las croquetas.
- Pan rallado: Para rebozar las croquetas. Puedes utilizar pan rallado fino o grueso, según tu preferencia.
- 2 huevos: Batidos, para rebozar las croquetas.
- Nuez moscada: Una pizca, para aromatizar la bechamel.
- Sal y pimienta negra recién molida: Para sazonar al gusto.
Elaboración de la Bechamel Perfecta: El Corazón de la Croqueta
La bechamel es el alma de la croqueta. Una bechamel bien hecha es cremosa, suave y sin grumos. Sigue estos pasos para lograr la perfección:
- Sofríe la cebolla: En una cazuela, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y blanda, aproximadamente 5-7 minutos. Cuidado de no quemarla, ya que esto amargaría la bechamel.
- Añade la harina: Incorpora la harina a la cazuela y remueve constantemente con una varilla durante 2-3 minutos. Este proceso, conocido como "roux", cocina la harina y evita que la bechamel tenga sabor a crudo. Es importante remover constantemente para que no se queme.
- Vierte la leche: Calienta la leche ligeramente en un cazo aparte. Vierte la leche caliente poco a poco sobre la mezcla de harina y mantequilla, removiendo constantemente con la varilla para evitar que se formen grumos. Es crucial verter la leche gradualmente y no toda de golpe.
- Cocina la bechamel: Continúa cocinando la bechamel a fuego lento, removiendo constantemente con la varilla, hasta que espese y tenga una consistencia cremosa. Esto puede tardar unos 15-20 minutos. La bechamel estará lista cuando nape la cuchara y deje un surco limpio al pasar el dedo por ella.
- Sazona y aromatiza: Retira la bechamel del fuego y sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
- Incorpora el jamón y el pollo: Añade el jamón serrano picado y el pollo desmenuzado a la bechamel. Remueve bien para que se integren todos los ingredientes.
Enfriamiento y Formación de las Croquetas: Paciencia y Perfección
Este paso es crucial para que las croquetas mantengan su forma durante la fritura.
- Enfría la masa: Vierte la masa de croquetas en una fuente o recipiente poco profundo. Cubre la superficie con papel film, presionando directamente sobre la masa para evitar que se forme una costra. Deja enfriar completamente a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche. Cuanto más tiempo repose la masa, más fácil será dar forma a las croquetas.
- Forma las croquetas: Una vez que la masa esté fría y firme, utiliza dos cucharas o una manga pastelera para formar las croquetas. Puedes darles la forma que prefieras: redonda, ovalada o alargada. El tamaño ideal es de unos 3-4 cm de largo.
Rebozado y Fritura: El Toque Final Crujiente
El rebozado protege la croqueta durante la fritura y le da su característica textura crujiente. La fritura, si se realiza correctamente, garantiza que las croquetas estén doradas y cocidas por dentro.
- Prepara el rebozado: Prepara tres platos: uno con harina, otro con los huevos batidos y otro con el pan rallado.
- Reboza las croquetas: Pasa cada croqueta primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado,
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