Las albóndigas en salsa de tomate son un plato clásico, reconfortante y versátil que evoca recuerdos de la cocina casera y familiar. Esta receta, aunque sencilla, esconde secretos para lograr una textura perfecta y un sabor inigualable. A continuación, te guiaremos paso a paso, desde la selección de los ingredientes hasta el truco final para una salsa de tomate deliciosa y unas albóndigas jugosas.
Mezcla de Ingredientes: En un bol grande, combina la carne picada, el huevo, el pan rallado, el ajo picado, la cebolla picada, el perejil picado, la sal y la pimienta. Si deseas unas albóndigas más jugosas, añade un chorrito de leche. Mezcla bien con las manos, pero sin amasar en exceso, ya que esto puede hacer que las albóndigas queden duras.
Formación de las Albóndigas: Toma porciones de la mezcla con una cuchara o con las manos y forma bolas del tamaño deseado. Tradicionalmente, las albóndigas son pequeñas, del tamaño de una nuez grande. Si lo deseas, puedes rebozar ligeramente las albóndigas en harina para darles una costra crujiente al freírlas.
Sellado de las Albóndigas (Opcional): En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto. Sella las albóndigas por todos los lados, dorándolas ligeramente. Esto ayuda a sellar los jugos y a darles un sabor más profundo. No es necesario cocinarlas por completo en este paso, ya que terminarán de cocinarse en la salsa.
Sofrito Base: En una olla grande o cazuela, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y el ajo picado y sofríe hasta que estén transparentes y blandos, aproximadamente 5-7 minutos. Es importante que la cebolla no se queme, ya que esto amargaría la salsa.
Añadir el Tomate: Añade el tomate triturado o el tomate natural pelado y troceado a la olla. Incorpora la hoja de laurel, el orégano seco, el azúcar, la sal y la pimienta. Si deseas un sabor más intenso, añade un chorrito de vino tinto;
Cocción Lenta: Reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina la salsa a fuego lento durante al menos 30 minutos, o incluso más tiempo, hasta que la salsa se haya espesado y los sabores se hayan fusionado. Remueve ocasionalmente para evitar que la salsa se pegue al fondo de la olla. La cocción lenta es clave para una salsa de tomate sabrosa y compleja.
Incorporación de las Albóndigas: Añade las albóndigas a la salsa de tomate. Asegúrate de que las albóndigas estén sumergidas en la salsa. Si la salsa está demasiado espesa, puedes añadir un poco de caldo de carne o agua para ajustar la consistencia.
Cocción Conjunta: Tapa la olla y cocina las albóndigas en la salsa a fuego lento durante al menos 20-30 minutos, o hasta que estén completamente cocidas y tiernas. Remueve ocasionalmente para evitar que las albóndigas se peguen al fondo de la olla y para asegurarte de que se cocinen uniformemente.
Presentación: Sirve las albóndigas en salsa de tomate calientes, solas o acompañadas de arroz blanco, puré de patatas, pasta, o pan para mojar en la deliciosa salsa. Espolvorea con perejil fresco picado para decorar y añadir un toque de frescura.
La receta básica de albóndigas en salsa de tomate es muy versátil y se puede adaptar a tus gustos y preferencias. Aquí te presentamos algunas variaciones:
Las albóndigas en salsa de tomate son un plato nutritivo que proporciona proteínas, carbohidratos y grasas. La carne picada es una buena fuente de proteínas y hierro. El tomate es rico en antioxidantes, como el licopeno. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la receta puede ser alta en sodio y grasas saturadas, dependiendo de los ingredientes utilizados. Para una versión más saludable, puedes utilizar carne picada magra, reducir la cantidad de aceite de oliva y utilizar tomate natural en lugar de tomate triturado enlatado.
Las albóndigas en salsa de tomate son un plato clásico que nunca pasa de moda. Con esta receta fácil y detallada, podrás preparar unas albóndigas jugosas y una salsa de tomate deliciosa que impresionarán a tus familiares y amigos. ¡Anímate a probarla y disfruta de este plato reconfortante y lleno de sabor!
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