La coliflor con carne picada y bechamel es un plato reconfortante y versátil, ideal para disfrutar en cualquier época del año. Combina la suavidad de la coliflor con el sabor de la carne y la cremosidad de la bechamel, creando una experiencia culinaria irresistible. Esta receta casera es fácil de preparar y se adapta a diferentes gustos y necesidades.
Aunque no se puede rastrear un origen único y específico para este plato, la combinación de coliflor, carne picada y salsa bechamel es común en diversas cocinas europeas, especialmente en la mediterránea. La coliflor, originaria de Asia Menor, se popularizó en Europa a partir del siglo XV, mientras que la carne picada ha sido un ingrediente básico en la alimentación humana durante siglos. La salsa bechamel, una de las salsas madre de la cocina francesa, añade un toque de elegancia y cremosidad al conjunto.
Lava bien la coliflor bajo el grifo y córtala en ramilletes pequeños. Si la coliflor tiene manchas oscuras o zonas dañadas, retíralas con un cuchillo. Para una cocción más uniforme, intenta que los ramilletes tengan un tamaño similar. Una vez limpia y troceada, tienes varias opciones para cocinarla:
Pela y pica finamente la cebolla y los ajos. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén blandos y transparentes, unos 5-7 minutos. Añade la carne picada a la sartén y cocínala, removiendo ocasionalmente con una cuchara de madera, hasta que esté dorada y bien cocida. Rompe la carne con la cuchara para evitar que se formen grumos grandes. Escurre el exceso de grasa si es necesario.
Agrega el tomate frito, el orégano, la sal y la pimienta a la sartén con la carne. Remueve bien para integrar todos los ingredientes y cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos, para que los sabores se mezclen. Prueba y rectifica de sal si es necesario. Si la salsa está demasiado espesa, puedes añadir un poco de agua o caldo de carne.
En un cazo mediano, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y remueve constantemente con unas varillas durante 1-2 minutos, hasta obtener unroux dorado. Es importante remover continuamente para que la harina no se queme y la bechamel no tenga sabor a crudo. Retira el cazo del fuego y añade la leche caliente poco a poco, removiendo enérgicamente con las varillas para evitar que se formen grumos. Vuelve a poner el cazo al fuego y cocina la bechamel, sin dejar de remover, hasta que espese y tenga una consistencia cremosa, unos 5-7 minutos. Añade la nuez moscada, la sal y la pimienta blanca al gusto. Prueba y rectifica de sal si es necesario. Si la bechamel tiene grumos, puedes pasarla por un colador fino o utilizar una batidora de mano para suavizarla.
Precalienta el horno a 180°C. En una fuente apta para horno, extiende una capa de coliflor cocida. Cubre la coliflor con la carne picada guisada. Vierte la salsa bechamel sobre la carne, asegurándote de cubrir toda la superficie. Espolvorea queso rallado por encima (opcional).
Hornea la coliflor con carne y bechamel durante unos 15-20 minutos, o hasta que el queso esté dorado y la bechamel burbujeante. Si utilizas el grill del horno, ten cuidado de que no se queme el queso. Deja reposar el plato unos minutos antes de servir.
La coliflor con carne picada y bechamel marida bien con vinos blancos secos y ligeros, como un Albariño, un Verdejo o un Chardonnay sin crianza. También puedes acompañarla con un vino rosado fresco y afrutado. Si prefieres la cerveza, opta por una lager o una pale ale.
La coliflor es una verdura rica en vitaminas C y K, fibra y antioxidantes. La carne picada aporta proteínas y hierro. La salsa bechamel, aunque más calórica, proporciona calcio y vitamina D. En conjunto, este plato es una fuente de nutrientes esenciales para una dieta equilibrada.
La coliflor con carne picada y bechamel es una receta sencilla, deliciosa y nutritiva que puedes adaptar a tus gustos y necesidades. Anímate a prepararla y disfruta de un plato reconfortante y lleno de sabor. ¡Buen provecho!
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