Las albóndigas de ternera en salsa son un plato clásico de la cocina española, reconfortante y lleno de sabor․ Esta receta, transmitida de generación en generación, combina la ternura de la carne picada con una salsa rica y aromática․ A continuación, te guiaremos paso a paso para que prepares unas albóndigas perfectas, dignas de cualquier mesa familiar․
En un bol grande, mezcla la carne picada de ternera con el huevo, el pan rallado, la leche (añade poco a poco, hasta obtener una consistencia manejable), el ajo picado, el perejil picado, la sal y la pimienta․ Asegúrate de mezclar bien todos los ingredientes para que se integren de manera uniforme․ La mezcla debe quedar homogénea y ligeramente húmeda․
Truco: Si la masa está demasiado seca, añade un poco más de leche․ Si está demasiado húmeda, añade un poco más de pan rallado․ La clave está en encontrar el equilibrio perfecto․
Con las manos ligeramente humedecidas (para evitar que la carne se pegue), toma porciones de la masa y forma las albóndigas․ El tamaño ideal es aproximadamente del tamaño de una nuez grande, pero puedes adaptarlo a tu gusto․ Asegúrate de que todas las albóndigas tengan un tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme․
Variación: Algunas personas prefieren añadir un poco de jamón serrano picado a la masa para darle un toque extra de sabor․ También puedes añadir un poco de queso rallado (parmesano o manchego) para un resultado aún más jugoso․
Extiende harina de trigo en un plato hondo․ Reboza cada albóndiga en la harina, asegurándote de que queden bien cubiertas por todos los lados․ Sacude el exceso de harina antes de freírlas․
En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva virgen extra a fuego medio․ Cuando el aceite esté caliente, fríe las albóndigas en tandas, sin amontonarlas, hasta que estén doradas por todos los lados․ Retira las albóndigas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite․
Importante: No cocines las albóndigas por completo en este paso, ya que terminarán de cocinarse en la salsa․ El objetivo es sellarlas y darles un bonito color dorado․
En la misma sartén (o en una cazuela grande), retira el exceso de aceite, dejando solo un par de cucharadas․ Sofríe la cebolla picada a fuego medio hasta que esté transparente y ligeramente dorada․ Añade el ajo picado, el pimiento verde (si lo usas) y la zanahoria picada, y sofríe durante unos minutos más, hasta que las verduras estén tiernas․
Consejo: Un sofrito bien hecho es la base de una buena salsa․ Tómate tu tiempo para que las verduras se cocinen lentamente y liberen todo su sabor․
Añade el tomate triturado, el vino blanco, el caldo de carne (o agua), la hoja de laurel y el pimentón dulce (o picante) a la sartén․ Salpimienta al gusto y añade una pizca de azúcar si el tomate es demasiado ácido․ Remueve bien todos los ingredientes y lleva la salsa a ebullición․
Reduce el fuego a bajo, tapa la sartén (o cazuela) y deja que la salsa se cocine a fuego lento durante al menos 30 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que se haya espesado y los sabores se hayan integrado․ Cuanto más tiempo se cocine la salsa, más rica y sabrosa quedará․
Alternativa: Si prefieres una salsa más fina, puedes triturarla con una batidora de mano al final de la cocción․
Añade las albóndigas fritas a la salsa․ Asegúrate de que queden bien cubiertas por la salsa․ Tapa la sartén (o cazuela) y deja que las albóndigas se cocinen a fuego lento durante al menos 20 minutos más, removiendo ocasionalmente, hasta que estén tiernas y cocidas por completo․ La salsa debe estar espesa y brillante․
Paciencia: Este es el momento crucial para que las albóndigas absorban todo el sabor de la salsa․ No tengas prisa y deja que se cocinen lentamente․
Sirve las albóndigas de ternera en salsa calientes, acompañadas de arroz blanco, puré de patatas, patatas fritas o pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa․ Espolvorea con un poco de perejil fresco picado para darle un toque de frescor․
Maridaje: Este plato marida muy bien con un vino tinto joven y afrutado, como un Rioja o un Ribera del Duero․
La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de esta receta․ Utiliza carne picada de ternera de buena calidad, preferiblemente de carnicería, y tomate triturado natural o en conserva de buena calidad․ El aceite de oliva virgen extra es esencial para darle un sabor auténtico a la salsa․ No escatimes en la calidad de los ingredientes, ¡se notará en el resultado final!
Las albóndigas de ternera en salsa son un plato tradicional que nunca falla․ Con esta receta paso a paso, podrás preparar unas albóndigas deliciosas y reconfortantes que harán las delicias de toda la familia․ ¡Anímate a prepararlas y disfruta de este clásico de la cocina española!