La tortilla de patata, un clásico indiscutible de la gastronomía española, se reinventa en esta versión rellena de jamón y queso, elevando su sabor y textura a nuevas alturas. Esta receta, aparentemente sencilla, es un festín de contrastes: la suavidad de la patata y el huevo, la salinidad del jamón y la cremosidad del queso, todo ello armonizado en un bocado que evoca tradición e innovación.

Ingredientes Necesarios

  • 6 patatas medianas, preferiblemente de la variedad Monalisa o Kennebec
  • 6 huevos grandes
  • 1 cebolla mediana (opcional, pero recomendable)
  • 200 gramos de jamón serrano en lonchas finas
  • 200 gramos de queso que funda bien (gruyere, emmental, cheddar suave, mozzarella)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida (opcional)

Preparación Paso a Paso

  1. Preparación de las Patatas: Pelar las patatas y cortarlas en rodajas finas, de aproximadamente 3-4 mm de grosor. Es importante que las rodajas sean uniformes para que se cocinen de manera homogénea. Si utilizas cebolla, pélala y córtala en juliana fina. La cebolla aporta dulzor y complejidad al sabor, pero su uso es opcional y depende del gusto personal.
  2. Confitar las Patatas: En una sartén grande, verter abundante aceite de oliva virgen extra (suficiente para cubrir las patatas). Calentar el aceite a fuego medio-bajo. Añadir las patatas (y la cebolla, si se utiliza) al aceite caliente. Es crucial confitar las patatas, no freírlas. Esto significa cocinarlas lentamente en el aceite a baja temperatura (aproximadamente 140-150°C) hasta que estén blandas y ligeramente doradas. El proceso puede tardar entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tipo de patata y la cantidad. Remover ocasionalmente para asegurar una cocción uniforme. La clave está en la paciencia; unas patatas bien confitadas son la base de una tortilla perfecta.
  3. Escurrir y Sazonar: Una vez que las patatas estén blandas, retirarlas del aceite con una espumadera y colocarlas en un colador o sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sazonar con sal y pimienta negra recién molida (si se desea). Este paso es importante para controlar la cantidad de sal en la tortilla final, ya que el jamón ya aportará salinidad.
  4. Batir los Huevos: Mientras las patatas se escurren, batir los huevos en un cuenco grande. Batir con energía hasta que estén bien integrados y ligeramente espumosos. La cantidad de huevos puede variar ligeramente dependiendo del tamaño de las patatas y del gusto personal. Algunas personas prefieren una tortilla más jugosa, mientras que otras la prefieren más cuajada.
  5. Mezclar Patatas y Huevos: Añadir las patatas escurridas al cuenco con los huevos batidos. Mezclar suavemente para que las patatas se impregnen bien del huevo. Dejar reposar la mezcla durante unos minutos (5-10 minutos) para que las patatas absorban parte del huevo y la tortilla quede más jugosa.
  6. Preparar la Sartén: En la misma sartén donde se confitaron las patatas, retirar casi todo el aceite, dejando solo una fina capa en el fondo (aproximadamente una cucharada). Calentar la sartén a fuego medio. Es importante que la sartén esté bien caliente antes de verter la mezcla, pero no demasiado caliente para evitar que la tortilla se queme.
  7. Cuajar la Primera Capa: Verter la mitad de la mezcla de patatas y huevos en la sartén caliente. Cocinar a fuego medio durante unos 3-5 minutos, o hasta que la tortilla empiece a cuajar por los bordes y la base. Con una espátula, despegar suavemente los bordes de la tortilla para evitar que se pegue a la sartén.
  8. Rellenar la Tortilla: Distribuir uniformemente las lonchas de jamón serrano y el queso rallado (o en trozos pequeños) sobre la superficie de la tortilla que está en la sartén. Asegurarse de cubrir toda la superficie, pero dejando un pequeño borde libre para que el relleno no se salga al doblar la tortilla.
  9. Cuajar la Segunda Capa: Verter el resto de la mezcla de patatas y huevos sobre el relleno. Con una espátula, alisar suavemente la superficie para cubrir el relleno por completo. Cocinar a fuego medio durante otros 3-5 minutos, o hasta que la tortilla esté casi cuajada por completo.
  10. Dar la Vuelta a la Tortilla: Este es el paso más delicado, pero con práctica se domina fácilmente. Colocar un plato llano grande sobre la sartén. Con cuidado, sujetar firmemente la sartén y el plato, y dar la vuelta rápida y decidida. La tortilla caerá sobre el plato. Volver a colocar la sartén en el fuego (con un poco de aceite si es necesario). Deslizar suavemente la tortilla del plato a la sartén, con la parte que estaba sin cuajar hacia abajo.
  11. Cuajar el Otro Lado: Cocinar la tortilla a fuego medio durante otros 3-5 minutos, o hasta que esté dorada y cuajada por el otro lado. Al igual que antes, despegar suavemente los bordes con una espátula para evitar que se pegue. El tiempo de cocción dependerá del gusto personal; algunas personas prefieren una tortilla más jugosa por dentro, mientras que otras la prefieren más cuajada.
  12. Servir: Retirar la tortilla de la sartén y colocarla en un plato de servir. Dejar reposar durante unos minutos antes de cortarla y servirla. Esto permite que los sabores se asienten y que la tortilla se compacte ligeramente, facilitando el corte. La tortilla de patata rellena de jamón y queso se puede servir caliente, tibia o fría, según el gusto personal.

Consejos y Variaciones

  • Tipo de Patata: Las variedades Monalisa y Kennebec son ideales para la tortilla de patata porque tienen una textura suave y se confitan bien en el aceite. Sin embargo, se pueden utilizar otras variedades, como la Agria o la Spunta, aunque el resultado final puede variar ligeramente.
  • Tipo de Queso: Se puede utilizar cualquier queso que funda bien, como gruyere, emmental, cheddar suave, mozzarella, o incluso una mezcla de varios quesos. El queso manchego semicurado también es una buena opción, ya que aporta un sabor intenso y característico.
  • Otros Rellenos: Además de jamón y queso, se pueden añadir otros rellenos a la tortilla, como pimientos del piquillo, champiñones salteados, chorizo, sobrasada, o incluso espinacas. La clave está en no sobrecargar la tortilla con demasiados ingredientes, ya que esto puede dificultar su cocción y volteo.
  • Tortilla Vegana: Para una versión vegana de esta receta, se pueden utilizar patatas, cebolla, y un sustituto de huevo vegano (hecho a base de harina de garbanzo o tofu sedoso). En lugar de jamón y queso, se pueden utilizar verduras asadas, tofu ahumado, o queso vegano.
  • El Secreto de la Jugosidad: El secreto para una tortilla jugosa está en confitar las patatas a baja temperatura, dejar reposar la mezcla de patatas y huevos antes de cocinarla, y no sobrecocinar la tortilla. Algunas personas también añaden un poco de leche o nata a los huevos batidos para hacer la tortilla más cremosa.
  • Presentación: La tortilla de patata rellena de jamón y queso se puede presentar de muchas maneras diferentes. Se puede servir entera, cortada en porciones, o incluso en pinchos. Se puede acompañar de pan con tomate, ensalada, o una salsa de mayonesa casera.

De Particular a General: Reflexiones sobre la Tortilla de Patata

Más allá de esta receta específica, la tortilla de patata representa un pilar fundamental de la cultura gastronómica española. Su sencillez aparente esconde una complejidad de técnicas y sabores que se transmiten de generación en generación. Desde la elección de la patata perfecta hasta el punto de cocción ideal, cada detalle influye en el resultado final.

La tortilla de patata, en su esencia, es un plato de aprovechamiento, nacido de la necesidad de alimentar a familias numerosas con ingredientes humildes. Las patatas, un alimento básico en la dieta española, se combinan con huevos, otro ingrediente accesible, para crear un plato nutritivo y sabroso. Con el tiempo, la tortilla de patata ha evolucionado y se ha adaptado a los gustos y preferencias de cada región, cada familia, cada cocinero.

La tortilla de patata no es solo comida; es un símbolo de unión, de compartir, de tradición. Es el plato que se prepara para celebrar ocasiones especiales, el que se lleva de picnic, el que se comparte con amigos y familiares. Es un plato que evoca recuerdos de infancia, de comidas en casa, de momentos felices. En definitiva, la tortilla de patata es mucho más que una simple receta; es un patrimonio cultural intangible que forma parte de la identidad española.

La versatilidad de la tortilla de patata la convierte en un plato adaptable a diferentes contextos y preferencias. Se puede servir como tapa, como plato principal, o incluso como postre (en versiones dulces con frutas y crema). Se puede preparar con o sin cebolla, con diferentes tipos de patata, con distintos rellenos. La única limitación es la imaginación del cocinero.

En un mundo cada vez más globalizado y homogéneo, la tortilla de patata representa un valor seguro, un ancla a las raíces, un recordatorio de la importancia de preservar y transmitir las tradiciones culinarias. Es un plato que nos conecta con nuestro pasado, que nos identifica como españoles, y que nos permite compartir nuestra cultura con el mundo.

Conclusión

La tortilla de patata rellena de jamón y queso es una deliciosa variante de un clásico español. Su preparación requiere paciencia y atención al detalle, pero el resultado final recompensa el esfuerzo con un bocado lleno de sabor y tradición. Anímate a probar esta receta y descubre por qué la tortilla de patata es uno de los platos más queridos y representativos de la gastronomía española.

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