Los tequeños son el alma de cualquier fiesta venezolana, un bocado crujiente y delicioso que combina la suavidad del queso con el sabor salado del jamón, todo envuelto en una masa dorada y perfecta. Esta receta te guiará paso a paso para crear tequeños auténticos que te transportarán directamente a Venezuela.

Orígenes e Historia de los Tequeños

Aunque la historia exacta del tequeño es un misterio envuelto en sabor, se cree que nacieron en la ciudad de Los Teques, Venezuela, a finales del siglo XIX. Existen varias teorías sobre su creación, una de las más populares atribuye su invención a las cocineras de una familia adinerada. Se dice que estas cocineras, al no querer desperdiciar restos de masa y queso, decidieron envolverlos y freírlos, dando origen a este manjar. Otra historia cuenta que fue una joven llamada Josefina Hernández la que tuvo la idea de envolver el queso en masa y freírlo.

Independientemente de su origen exacto, los tequeños rápidamente se popularizaron en todo el país, convirtiéndose en un símbolo de la gastronomía venezolana. Hoy en día, se pueden encontrar en fiestas, reuniones familiares, restaurantes y hasta en puestos callejeros. Su versatilidad y delicioso sabor los han convertido en un bocado imprescindible en la cultura venezolana.

Ingredientes para Aproximadamente 30 Tequeños

  • Para la Masa:
    • 500 gramos de harina de trigo todo uso (preferiblemente sin leudante)
    • 1 cucharadita de sal
    • 2 cucharadas de azúcar
    • 125 gramos de mantequilla sin sal, fría y cortada en cubos
    • 1 huevo
    • 250 ml de agua fría (aproximadamente, puede variar)
    • Aceite vegetal para freír
  • Para el Relleno:
    • 500 gramos de queso blanco semiduro, idealmente llanero o telita (o una mezcla de ambos), cortado en bastones de aproximadamente 1 cm x 1 cm x 6 cm
    • 250 gramos de jamón cocido de buena calidad, cortado en bastones del mismo tamaño del queso.

Preparación Paso a Paso

1. Preparación de la Masa

  1. Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, combina la harina, la sal y el azúcar.
  2. Incorporar la mantequilla: Agrega la mantequilla fría en cubos a la mezcla de harina. Con la ayuda de un cortador de masa o con las yemas de los dedos, integra la mantequilla a la harina hasta obtener una textura arenosa. Es importante que la mantequilla esté fría para que la masa quede hojaldrada. Evita amasar en exceso en este punto.
  3. Añadir el huevo: Incorpora el huevo a la mezcla y revuelve hasta que se integre.
  4. Agregar el agua: Poco a poco, agrega el agua fría mientras mezclas con una cuchara o espátula. La cantidad de agua puede variar dependiendo de la humedad del ambiente y del tipo de harina. Agrega agua hasta que la masa se una y forme una bola.
  5. Amasar: Pasa la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 5-7 minutos, hasta obtener una masa suave y elástica. No amases en exceso, ya que esto puede desarrollar el gluten y hacer que los tequeños queden duros.
  6. Reposar la masa: Forma una bola con la masa, envuélvela en papel film y refrigera durante al menos 30 minutos. Este reposo es fundamental para que la masa se relaje y sea más fácil de estirar. Idealmente, puedes dejarla reposar hasta por 2 horas.

2. Armado de los Tequeños

  1. Preparar el área de trabajo: Espolvorea ligeramente una superficie plana con harina.
  2. Estirar la masa: Divide la masa en dos o tres porciones. Estira cada porción con un rodillo hasta obtener una lámina delgada de aproximadamente 2-3 mm de grosor. Intenta mantener la forma rectangular para facilitar el corte de las tiras.
  3. Cortar las tiras: Con un cuchillo afilado o un cortador de pizza, corta tiras de aproximadamente 1.5-2 cm de ancho. El ancho de las tiras determinará el grosor de la capa de masa alrededor del queso y jamón.
  4. Enrollar los tequeños: Toma un bastón de queso y jamón. Coloca el extremo de una tira de masa en un extremo del bastón y comienza a enrollarlo en espiral, superponiendo ligeramente cada vuelta de masa sobre la anterior. Asegúrate de sellar bien los extremos para que el queso no se derrita al freír. Es importante que el enrollado sea firme pero no demasiado apretado para que la masa se expanda al freír.
  5. Sellar los extremos: Presiona suavemente los extremos del tequeño para sellarlos bien. Puedes humedecer ligeramente los extremos con agua para asegurar un mejor sellado.
  6. Repetir: Repite el proceso con el resto del queso, el jamón y la masa.

3. Fritura de los Tequeños

  1. Calentar el aceite: Calienta abundante aceite vegetal en una sartén profunda o freidora a fuego medio-alto (aproximadamente 180°C o 350°F). La temperatura del aceite es crucial para obtener tequeños dorados y crujientes. Si el aceite no está lo suficientemente caliente, los tequeños absorberán mucha grasa y quedarán blandos. Si el aceite está demasiado caliente, se quemarán por fuera y el queso no se derretirá por dentro.
  2. Freír los tequeños: Con cuidado, coloca los tequeños en el aceite caliente, en tandas de no más de 5-6 a la vez para evitar que la temperatura del aceite baje demasiado.
  3. Dorar los tequeños: Fríe los tequeños durante aproximadamente 3-5 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes por todos lados. Dales la vuelta ocasionalmente para asegurar una cocción uniforme.
  4. Escurrir el exceso de aceite: Retira los tequeños del aceite con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
  5. Servir: Sirve los tequeños calientes, acompañados de tu salsa favorita.

Consejos y Trucos para Tequeños Perfectos

  • La calidad del queso: La elección del queso es fundamental para el sabor final de los tequeños. El queso llanero o telita son las opciones tradicionales, pero puedes experimentar con otros quesos blancos semiduros que se derritan bien. Evita los quesos muy salados o muy secos.
  • La temperatura de la masa: La masa debe estar fría al momento de estirarla y enrollar los tequeños. Si la masa se calienta demasiado, se volverá pegajosa y difícil de manejar.
  • El sellado de los extremos: Asegúrate de sellar bien los extremos de los tequeños para evitar que el queso se derrita y se escape durante la fritura;
  • La temperatura del aceite: Mantén la temperatura del aceite constante durante la fritura. Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que la temperatura sea la adecuada.
  • No sobrecargar la sartén: No frías demasiados tequeños a la vez, ya que esto hará que la temperatura del aceite baje y los tequeños absorban más grasa.
  • Congelar los tequeños: Puedes congelar los tequeños crudos antes de freírlos. Colócalos en una bandeja para hornear en una sola capa y congélalos hasta que estén firmes. Luego, transfiérelos a una bolsa o recipiente hermético y guárdalos en el congelador hasta por 3 meses. Para freírlos, no es necesario descongelarlos, simplemente agrégalos al aceite caliente y fríelos durante unos minutos más.
  • Variaciones: Puedes experimentar con diferentes rellenos, como queso con bocadillo (dulce de guayaba), plátano maduro con queso, o incluso rellenos salados como carne mechada o pollo desmenuzado.

Salsas para Acompañar tus Tequeños

Los tequeños son deliciosos por sí solos, pero acompañados de una buena salsa, se convierten en una experiencia culinaria aún más placentera. Aquí te presentamos algunas opciones populares:

  • Guasacaca: Una salsa cremosa a base de aguacate, cilantro, cebolla, ajo, ají dulce y jugo de limón. Es la salsa tradicional para acompañar los tequeños en Venezuela.
  • Salsa Tártara: Una salsa cremosa a base de mayonesa, pepinillos en vinagre picados, alcaparras, cebolla y perejil.
  • Salsa Rosada: Una mezcla sencilla de mayonesa y salsa de tomate (kétchup).
  • Salsa de Ajo: Una salsa cremosa a base de ajo, mayonesa, aceite de oliva y jugo de limón.
  • Salsa Picante: Para los amantes del picante, una salsa de ají dulce o picante es una excelente opción.

Más Allá de la Receta: Reflexiones sobre el Tequeño

El tequeño es más que un simple bocado frito; es un símbolo de la cultura venezolana, un recordatorio de las reuniones familiares, las fiestas y la alegría compartida. Su popularidad trasciende fronteras, y hoy en día se puede encontrar en muchos países del mundo, donde se ha convertido en un embajador de la gastronomía venezolana.

La versatilidad del tequeño permite infinitas variaciones en el relleno y la masa, adaptándose a los gustos y preferencias de cada persona. Desde los tequeños tradicionales de queso hasta las versiones más innovadoras con rellenos gourmet, este bocado sigue conquistando paladares en todo el mundo.

En un mundo cada vez más globalizado, el tequeño representa una conexión con las raíces, un sabor que evoca recuerdos y emociones, un lazo que une a los venezolanos, sin importar dónde se encuentren. Es un bocado que se disfruta en compañía, que se comparte con amigos y familiares, y que siempre deja una sonrisa en el rostro.


Los tequeños son una gran opción para servir en fiestas y reuniones. Son fáciles de comer y a todo el mundo les encantan. También son una buena opción para llevar a un picnic o para un almuerzo rápido.

La clave para hacer tequeños perfectos es usar ingredientes de buena calidad y seguir la receta cuidadosamente. También es importante no freír los tequeños demasiado, ya que se quemarán por fuera y no estarán cocidos por dentro.

Si quieres experimentar con diferentes rellenos, puedes usar queso con bocadillo (dulce de guayaba), plátano maduro con queso, o incluso rellenos salados como carne mechada o pollo desmenuzado.

¡Disfruta de tus tequeños!

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