La sopa de guisantes con jamón es un plato reconfortante y nutritivo, perfecto para los días fríos. Es una receta sencilla, pero rica en sabor y llena de tradición. Desde las cocinas de nuestras abuelas hasta los menús de restaurantes de alta cocina, esta sopa ha sabido ganarse un lugar especial en el corazón de la gastronomía.

Orígenes e Historia

Aunque la receta exacta varía de región en región, la sopa de guisantes con jamón tiene raíces profundas en la cocina europea, especialmente en países como España, Portugal, Alemania y los Países Bajos. La combinación de guisantes, un ingrediente humilde y accesible, con el sabor intenso del jamón, la convierte en un plato equilibrado y sabroso. Históricamente, era una forma económica y nutritiva de aprovechar los huesos de jamón sobrantes, dándoles una nueva vida en una sopa sustanciosa;

Ingredientes Esenciales

La base de una buena sopa de guisantes con jamón reside en la calidad de sus ingredientes. Aquí te presentamos los ingredientes clave y algunas consideraciones importantes:

  • Guisantes: Tradicionalmente, se utilizan guisantes secos partidos (amarillos o verdes). Los guisantes frescos o congelados también son una opción, aunque el sabor y la textura final serán diferentes, requiriendo ajustes en el tiempo de cocción. Los guisantes secos aportan una textura más cremosa y un sabor más intenso. Es crucial remojarlos durante varias horas, idealmente toda la noche, para reducir el tiempo de cocción y mejorar su digestibilidad. Los guisantes congelados, por otro lado, ofrecen comodidad y mantienen un color verde vibrante.
  • Jamón: El jamón es el alma de esta sopa. Se pueden utilizar huesos de jamón, tacos de jamón serrano o incluso jamón cocido, dependiendo del sabor que se desee obtener. El hueso de jamón aporta un sabor profundo y ahumado, mientras que el jamón serrano ofrece un toque salado y curado. El jamón cocido, si bien es una opción más suave, puede ser una buena alternativa para quienes prefieren sabores menos intensos. La cantidad de jamón es crucial; demasiado puede resultar abrumador, mientras que poco puede dejar la sopa sosa. Ajusta la cantidad según tu gusto personal.
  • Caldo: Un buen caldo es fundamental para realzar el sabor de la sopa. Se puede utilizar caldo de pollo, caldo de verduras o incluso agua, aunque el caldo aporta una mayor profundidad de sabor. Si utilizas agua, considera añadir una pastilla de caldo (preferiblemente baja en sodio) para intensificar el sabor. Un caldo casero siempre será superior, elaborado con huesos de pollo o recortes de verduras.
  • Verduras Aromáticas: Cebolla, ajo, zanahoria y apio son la base aromática de la mayoría de las sopas, y la sopa de guisantes con jamón no es una excepción. Estas verduras aportan dulzura, profundidad y complejidad al sabor de la sopa. Sofreír las verduras antes de añadir el resto de los ingredientes ayuda a liberar sus aromas y crea una base de sabor más rica.
  • Especias y Hierbas: Laurel, pimienta negra y sal son las especias básicas. Algunas recetas también incluyen pimentón dulce o ahumado para un toque extra de sabor. El laurel aporta un aroma sutil y herbal, mientras que la pimienta negra añade un toque de picante. La sal es esencial para realzar el sabor de todos los ingredientes. Ten cuidado al añadir sal, ya que el jamón ya es salado. Es mejor probar la sopa al final de la cocción y ajustar la sal según sea necesario. Otras hierbas que complementan bien esta sopa son el tomillo y el perejil fresco picado.
  • Grasa: Ya sea aceite de oliva o mantequilla, la grasa ayuda a sofreír las verduras y a crear una base de sabor más rica. La mantequilla aporta un sabor más cremoso y untuoso, mientras que el aceite de oliva ofrece un sabor más ligero y afrutado.
  • Leche o Nata (Opcional): Algunas recetas incluyen un poco de leche o nata para añadir cremosidad a la sopa. Esto es completamente opcional y depende de la preferencia personal. Si utilizas leche o nata, añádela al final de la cocción para evitar que se corte.

Receta Detallada de Sopa de Guisantes con Jamón

A continuación, te presentamos una receta detallada para preparar una deliciosa sopa de guisantes con jamón:

Ingredientes:

  • 1 taza de guisantes secos partidos (blancos o verdes)
  • 1.25 litros de agua o caldo de pollo/verduras
  • 150 g de jamón en cubitos (serrano o cocido)
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 dientes de ajo picados
  • 1/2 taza de apio picado
  • 1/2 taza de zanahorias picadas
  • 1 cebolla mediana picada
  • 2 cucharadas de mantequilla (opcional, para un toque más cremoso)
  • 1 hoja de laurel
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • Perejil fresco picado (para decorar)

Preparación:

  1. Remojo de los Guisantes: Enjuaga los guisantes secos bajo agua fría. Colócalos en un recipiente grande y cúbrelos con abundante agua. Déjalos remojar durante al menos 4 horas, o idealmente toda la noche. Este paso es crucial para ablandar los guisantes y reducir el tiempo de cocción.
  2. Sofrito de Verduras: En una olla grande o cazuela, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Añade el ajo picado, el apio y la zanahoria. Sofríe durante unos 5-7 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que las verduras estén tiernas. Si utilizas mantequilla, añádela junto con el aceite de oliva.
  3. Cocción de la Sopa: Escurre los guisantes remojados y añádelos a la olla con las verduras sofritas. Añade el agua o el caldo, el hueso de jamón (si lo utilizas) y la hoja de laurel. Lleva la sopa a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina a fuego lento durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos, o hasta que los guisantes estén muy blandos y se deshagan fácilmente. Remueve ocasionalmente para evitar que los guisantes se peguen al fondo de la olla. Si utilizas guisantes congelados, reduce el tiempo de cocción a unos 30-40 minutos.
  4. Trituración (Opcional): Si prefieres una sopa más cremosa, retira la hoja de laurel y el hueso de jamón (si lo utilizaste). Con una batidora de mano o un pasapurés, tritura parcialmente o totalmente la sopa hasta obtener la consistencia deseada. Si utilizas una batidora de vaso, ten cuidado al triturar la sopa caliente, ya que puede salpicar.
  5. Añadir el Jamón: Añade los tacos de jamón a la sopa triturada (o sin triturar) y cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos más, para que el jamón se caliente y libere su sabor. Prueba la sopa y ajusta la sal y la pimienta negra según sea necesario. Recuerda que el jamón ya es salado, así que ten cuidado al añadir sal.
  6. Servir: Sirve la sopa de guisantes con jamón caliente, adornada con perejil fresco picado. Opcionalmente, puedes añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un poco de pan crujiente para acompañar.

Variaciones y Adaptaciones

La sopa de guisantes con jamón es un plato muy versátil que se presta a muchas variaciones y adaptaciones. Aquí te presentamos algunas ideas para personalizar tu sopa:

  • Versión Vegetariana: Para una versión vegetariana, omite el jamón y utiliza caldo de verduras. Puedes añadir pimentón ahumado para darle un toque ahumado similar al del jamón.
  • Con Chorizo: Sustituye parte del jamón por chorizo para darle un toque picante y ahumado a la sopa.
  • Con Tocino: Añade tocino ahumado en cubitos al sofrito de verduras para un sabor aún más intenso.
  • Con Patata: Añade una patata pelada y troceada a la sopa para darle más consistencia y cremosidad.
  • Con Hierbabuena: Añade unas hojas de hierbabuena fresca picada al final de la cocción para un toque refrescante.
  • Sopa Fría: En verano, puedes servir la sopa de guisantes con jamón fría. Después de cocinarla, déjala enfriar completamente y refrigérala durante al menos 2 horas antes de servir.

Consejos y Trucos

Para obtener la mejor sopa de guisantes con jamón, ten en cuenta estos consejos y trucos:

  • Remoja los guisantes: No te saltes el paso de remojar los guisantes secos. Esto reduce el tiempo de cocción y mejora su digestibilidad.
  • Utiliza un buen caldo: Un buen caldo marca la diferencia en el sabor de la sopa. Utiliza caldo casero o caldo de buena calidad comprado en la tienda.
  • No te excedas con la sal: El jamón ya es salado, así que ten cuidado al añadir sal a la sopa. Prueba la sopa al final de la cocción y ajusta la sal según sea necesario.
  • Cocina a fuego lento: Cocinar la sopa a fuego lento permite que los sabores se mezclen y se desarrollen completamente.
  • Experimenta con las especias: No tengas miedo de experimentar con diferentes especias y hierbas para personalizar tu sopa.
  • Refrigera las sobras: La sopa de guisantes con jamón se conserva bien en el refrigerador durante 3-4 días.

Beneficios Nutricionales

La sopa de guisantes con jamón no solo es deliciosa, sino también nutritiva. Los guisantes son una buena fuente de fibra, proteína, vitaminas y minerales. El jamón aporta proteínas y grasas saludables. Esta sopa también es una buena fuente de antioxidantes y puede ayudar a mejorar la salud digestiva.

Conclusión

La sopa de guisantes con jamón es un plato clásico y reconfortante que ha perdurado a lo largo del tiempo. Su sencillez, versatilidad y sabor la convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. Anímate a prepararla y disfruta de un plato lleno de tradición y sabor.

tags: #Jamon

Información sobre el tema: