El redondo de pollo relleno de jamón y queso es un plato clásico, reconfortante y versátil, perfecto tanto para una comida familiar como para una ocasión especial. Ofrece una combinación deliciosa de sabores y texturas, con la jugosidad del pollo contrastando con la riqueza del jamón y el queso fundido. Esta guía detallada te proporcionará todos los pasos necesarios para preparar un redondo de pollo relleno espectacular, desde la selección de los ingredientes hasta los trucos para un horneado perfecto.
La clave para un redondo de pollo perfecto reside en la preparación inicial de la pechuga. Coloca la pechuga de pollo entre dos hojas de papel film. Utiliza un mazo de cocina o un rodillo para aplanar la pechuga hasta obtener un grosor uniforme de aproximadamente 1 cm. Este proceso facilita el enrollado y asegura una cocción pareja. Ten cuidado de no romper la carne durante el aplanado.
Una vez aplanada la pechuga, salpimienta generosamente por ambos lados. Si deseas, puedes añadir una pizca de hierbas provenzales para realzar el sabor. La sal y la pimienta son fundamentales para sazonar la carne y equilibrar los sabores del relleno.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Añade el ajo picado y cocina por un minuto más, hasta que desprenda su aroma característico. Retira del fuego y deja enfriar ligeramente.
La cebolla y el ajo sofritos añaden una base de sabor fundamental al relleno. Es importante no quemarlos, ya que esto podría amargar el plato. Asegúrate de que estén bien pochados para que liberen su dulzor natural.
Extiende la pechuga de pollo aplanada sobre una superficie limpia. Distribuye uniformemente la mezcla de cebolla y ajo sofritos sobre la superficie de la pechuga. A continuación, coloca las lonchas de jamón y queso, cubriendo toda la superficie de la carne. Procura no sobrecargar el relleno para facilitar el enrollado.
El orden de los ingredientes del relleno puede influir en el resultado final. Colocar la cebolla y el ajo directamente sobre la carne permite que los sabores se integren mejor. El jamón y el queso deben cubrir toda la superficie para asegurar que cada bocado contenga una porción de relleno.
Con cuidado, enrolla la pechuga de pollo sobre sí misma, formando un cilindro compacto. Asegúrate de que el relleno quede bien apretado dentro del rollo. Utiliza hilo de cocina para atar el rollo en intervalos regulares, aproximadamente cada 3-4 cm, para mantener su forma durante el horneado. Los nudos deben estar firmes pero no demasiado apretados para evitar que la carne se rompa.
El enrollado y el atado son cruciales para mantener la forma del redondo de pollo. Un enrollado flojo puede provocar que el relleno se salga durante el horneado. El hilo de cocina debe ser resistente y apto para uso alimentario.
Calienta una sartén grande a fuego medio-alto con un poco de aceite de oliva. Sella el redondo de pollo por todos los lados, dorándolo ligeramente. Este paso ayuda a sellar los jugos dentro de la carne, manteniendo el pollo jugoso y tierno durante el horneado. No es necesario cocinar el pollo por completo en este paso; solo busca un dorado superficial.
El sellado del pollo es un paso opcional, pero muy recomendable. La reacción de Maillard que se produce durante el sellado contribuye a mejorar el sabor y la textura del pollo. Además, el sellado crea una barrera que impide la pérdida de jugos.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca el redondo de pollo en una fuente para horno. Vierte el vino blanco sobre el pollo y añade el caldo de pollo a la fuente. El vino blanco aporta acidez y complejidad al sabor, mientras que el caldo de pollo mantiene la humedad durante el horneado.
Hornea el redondo de pollo durante aproximadamente 45-60 minutos, o hasta que esté completamente cocido y la temperatura interna alcance los 75°C (165°F). Utiliza un termómetro de cocina para verificar la temperatura interna en la parte más gruesa del rollo. Si el pollo se dora demasiado rápido, cúbrelo con papel de aluminio durante los últimos minutos de horneado.
El tiempo de horneado puede variar dependiendo del tamaño del redondo de pollo y de la potencia del horno. Es fundamental verificar la temperatura interna para asegurar una cocción completa. Un pollo poco cocido puede representar un riesgo para la salud.
Una vez horneado, retira el redondo de pollo del horno y déjalo reposar durante al menos 10 minutos antes de cortarlo. El reposo permite que los jugos se redistribuyan dentro de la carne, resultando en un pollo más jugoso y tierno. Retira el hilo de cocina antes de cortar.
Corta el redondo de pollo en rodajas de aproximadamente 1-2 cm de grosor. Sirve caliente acompañado de la salsa resultante del horneado y de tus guarniciones favoritas.
El corte del redondo de pollo debe realizarse con un cuchillo afilado para obtener rodajas limpias y uniformes. Si el pollo se corta demasiado pronto, los jugos se escaparán y la carne quedará seca.
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El redondo de pollo relleno de jamón y queso es un plato delicioso y versátil que puede ser disfrutado por personas de todas las edades y niveles de experiencia culinaria. Con esta receta detallada y precisa, cualquier persona puede prepararlo con éxito. No dudes en experimentar con diferentes rellenos y guarniciones para crear tu propia versión personalizada de este clásico plato.