Los guisantes con jamón y patatas son un plato emblemático de la gastronomía española, un guiso sencillo pero lleno de sabor que evoca recuerdos de la cocina de la abuela. Esta receta, adaptable a los gustos y disponibilidad de ingredientes, representa la esencia de la cocina tradicional: ingredientes frescos y de calidad, cocción lenta y mucho cariño.
Orígenes e Historia
Aunque la receta exacta varía según la región y la familia, la base es siempre la misma: guisantes, jamón y patatas. Los guisantes, originarios del Medio Oriente, llegaron a España hace siglos y se adaptaron perfectamente al clima mediterráneo. El jamón, producto estrella de la charcutería española, aporta un sabor inconfundible al plato. Las patatas, llegadas de América, complementan la receta con su textura suave y su capacidad para absorber los sabores del guiso.
Históricamente, este plato era una opción económica y nutritiva, ideal para las familias campesinas. Se preparaba con ingredientes de temporada y se cocinaba a fuego lento en una olla de barro, lo que permitía que los sabores se mezclaran y se intensificaran. Hoy en día, los guisantes con jamón y patatas siguen siendo un plato popular en toda España, tanto en hogares como en restaurantes.
Ingredientes
- 500 gramos de guisantes frescos o congelados (preferiblemente frescos de temporada)
- 150 gramos de jamón serrano en taquitos o lonchas gruesas
- 2 patatas medianas
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento verde (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Caldo de pollo o agua
- Sal
- Pimienta negra molida
- Perejil fresco picado (para decorar)
- Una pizca de pimentón dulce (opcional)
Preparación Paso a Paso
- Preparación de los ingredientes: Pela y pica finamente la cebolla y los ajos. Si usas pimiento verde, lávalo, quítale las semillas y córtalo en trozos pequeños. Pela las patatas y córtalas en dados de tamaño similar. Si usas jamón en lonchas, córtalo en taquitos.
- Sofrito: En una olla o cazuela, calienta un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Agrega los ajos picados y el pimiento verde (si lo usas) y cocina durante un par de minutos más, removiendo para que no se quemen.
- Incorporación del jamón: Añade el jamón en taquitos o lonchas a la olla y sofríe durante unos minutos hasta que esté dorado y haya soltado su grasa. Es importante no quemar el jamón, ya que esto afectaría el sabor del plato.
- Añadir las patatas y los guisantes: Agrega las patatas en dados a la olla y rehoga durante un par de minutos. Incorpora los guisantes (frescos o congelados) y remueve bien para que se mezclen con el resto de los ingredientes. Si utilizas guisantes frescos, es posible que necesiten un poco más de cocción que los congelados.
- Cubrir con caldo: Cubre los ingredientes con caldo de pollo o agua. La cantidad de líquido debe ser suficiente para cubrir las patatas y los guisantes, pero sin excederse demasiado, ya que el guiso debe quedar jugoso pero no caldoso. Añade una pizca de pimentón dulce (si lo usas).
- Cocción a fuego lento: Reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina a fuego lento durante unos 20-30 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas y los guisantes estén cocidos; Remueve ocasionalmente para evitar que se peguen al fondo de la olla. Si ves que el guiso se seca demasiado, añade un poco más de caldo.
- Sazonar y ajustar: Prueba el guiso y sazona con sal y pimienta negra molida al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal al plato, por lo que es posible que no necesites añadir mucha sal adicional. Ajusta la cantidad de caldo si es necesario para obtener la consistencia deseada.
- Servir: Sirve los guisantes con jamón y patatas calientes, espolvoreados con perejil fresco picado. Puedes acompañar el plato con pan crujiente para mojar en la salsa.
Variaciones y Consejos
- Guisantes frescos vs. congelados: Los guisantes frescos son ideales, especialmente si están en temporada. Sin embargo, los guisantes congelados son una alternativa práctica y también ofrecen un buen sabor. Si usas guisantes congelados, no es necesario descongelarlos antes de añadirlos al guiso.
- Tipo de jamón: El jamón serrano es el más utilizado en esta receta, pero puedes usar jamón ibérico para un sabor más intenso y sofisticado. También puedes utilizar panceta o tocino ahumado para una versión más económica.
- Añadir otras verduras: Puedes añadir otras verduras al guiso, como zanahorias, puerros o espinacas. Estas verduras aportarán más sabor y nutrientes al plato.
- Espesar la salsa: Si quieres espesar la salsa, puedes añadir una cucharadita de harina de trigo al sofrito antes de añadir el caldo. También puedes triturar una pequeña cantidad de patatas cocidas y añadirlas al guiso para espesarlo.
- Cocción en olla a presión: Para acelerar el proceso de cocción, puedes cocinar los guisantes con jamón y patatas en una olla a presión; Reduce el tiempo de cocción a unos 10-15 minutos después de que la olla haya alcanzado la presión.
- Opciones vegetarianas/veganas: Para una versión vegetariana o vegana, se puede omitir el jamón. Se puede añadir pimentón ahumado para imitar el sabor ahumado del jamón o utilizar seitán ahumado en dados. El caldo de pollo se debe sustituir por caldo de verduras.
Maridaje
Los guisantes con jamón y patatas maridan bien con vinos blancos secos y frescos, como un Albariño o un Verdejo. También puedes acompañar el plato con una cerveza lager fría o un vino tinto joven y ligero.
Valor Nutricional
Los guisantes con jamón y patatas son un plato nutritivo que aporta hidratos de carbono, proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Los guisantes son ricos en fibra, lo que ayuda a regular el tránsito intestinal y a controlar los niveles de colesterol. El jamón aporta proteínas de alta calidad y vitaminas del grupo B. Las patatas son una buena fuente de hidratos de carbono complejos, que proporcionan energía de forma gradual.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el jamón también es rico en sodio y grasas saturadas, por lo que se debe consumir con moderación. Si estás siguiendo una dieta baja en sodio o grasas, puedes utilizar jamón bajo en sal o sustituirlo por otras fuentes de proteínas, como pollo o tofu.
Más allá de la receta: El plato como experiencia cultural
Los guisantes con jamón y patatas trascienden la simple receta; representan una experiencia cultural rica en historia y tradición. En muchos hogares españoles, la preparación de este plato es un ritual familiar, transmitido de generación en generación. Cada familia tiene su propia versión, con pequeños toques personales que hacen que el plato sea único e irrepetible. Compartir un plato de guisantes con jamón y patatas es compartir un pedazo de la historia y la cultura española.
Además, la versatilidad del plato permite adaptarlo a diferentes ocasiones y gustos. Puede ser un plato principal contundente para un almuerzo familiar, una guarnición para acompañar carne o pescado, o incluso una tapa para disfrutar con amigos en un bar. La clave está en utilizar ingredientes de calidad y cocinar con cariño, para que el plato transmita todo su sabor y su esencia.
Conclusión
Los guisantes con jamón y patatas son mucho más que una simple receta; son un símbolo de la cocina tradicional española, un plato lleno de sabor, historia y tradición. Anímate a preparar esta receta en casa y disfruta de un pedazo de la cultura española en tu mesa. ¡Buen provecho!
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