El filet de merluza a la romana es un plato clásico que nunca falla. Es sencillo, rápido de preparar y, sobre todo, ¡delicioso! Consiste en un filet de merluza rebozado en una mezcla de huevo y harina, que luego se fríe hasta obtener un color dorado y una textura crujiente. Ideal para una comida rápida, una cena familiar o incluso para sorprender a tus invitados. Esta receta te guiará paso a paso para que logres un resultado perfecto, con un exterior crujiente y un interior jugoso.
Comienza revisando los filets de merluza. Asegúrate de que no tengan espinas. Si encuentras alguna, retírala con unas pinzas especiales para pescado. Seca bien los filets con papel de cocina. Esto es crucial para que el rebozado se adhiera correctamente y no quede aguado.
Sazona los filets con sal y pimienta al gusto. No seas tímido con la sal, ya que el rebozado tiende a atenuar el sabor del pescado.
En un bol, bate los huevos con un tenedor o batidor de alambre. Si deseas una textura más suave y aireada, puedes añadir la leche. La leche ayuda a aligerar la masa y a que el rebozado quede menos denso.
En otro plato hondo, coloca la harina de trigo. Puedes usar harina común o harina de repostería, la diferencia es mínima en esta receta.
Pasa cada filet de merluza primero por la harina, asegurándote de cubrirlo completamente por ambos lados. Sacude el exceso de harina. Este paso es importante para que el huevo se adhiera bien al pescado.
Luego, sumerge el filet en la mezcla de huevo batido, asegurándote de que quede bien impregnado. Deja escurrir el exceso de huevo;
Calienta abundante aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto. La temperatura del aceite es fundamental: si está demasiado frío, el pescado absorberá mucho aceite y quedará grasiento; si está demasiado caliente, se quemará por fuera y quedará crudo por dentro. Una buena forma de comprobar si el aceite está listo es echar una pizca de harina: si burbujea y se dora rápidamente, está en el punto justo.
Con cuidado, coloca los filets rebozados en la sartén, sin amontonarlos. Fríe cada filet durante aproximadamente 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. El tiempo de cocción puede variar dependiendo del grosor del filet.
A medida que los filets estén listos, retíralos de la sartén con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Esto ayuda a que queden más crujientes.
Sirve los filets de merluza a la romana inmediatamente, bien calientes. Puedes acompañarlos con una rodaja de limón para exprimir sobre el pescado, lo que realza su sabor.
Como guarnición, puedes optar por una ensalada fresca, puré de papas, arroz blanco o papas fritas. ¡Las opciones son infinitas!
Para decorar, espolvorea perejil fresco picado sobre los filets.
La popularidad del filet de merluza a la romana radica en su sencillez, versatilidad y sabor. Es un plato que gusta a grandes y pequeños, y que se puede adaptar a diferentes gustos y presupuestos. Además, es una excelente opción para introducir el pescado en la dieta de los niños.
Desde una perspectiva histórica, el rebozado y la fritura son técnicas culinarias antiguas que se han utilizado en diversas culturas alrededor del mundo. El filet de merluza a la romana es una adaptación de estas técnicas a un ingrediente local, la merluza, que es un pescado blanco muy apreciado en la gastronomía española y latinoamericana.
En conclusión, el filet de merluza a la romana es un plato que trasciende generaciones y fronteras, gracias a su sabor inconfundible y a su facilidad de preparación. ¡Anímate a prepararlo y disfruta de un clásico crujiente y delicioso!
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