Las croquetas de jamón son un clásico de la cocina española, apreciadas por su cremosidad interior y su exterior crujiente. Esta receta, explicada paso a paso, te guiará para que puedas preparar unas croquetas de jamón deliciosas y perfectas en casa, incluso si eres principiante. Olvídate de las croquetas congeladas y descubre el placer de saborear unas croquetas caseras.
Introducción: Un Bocado de Tradición y Sabor
Las croquetas no son solo un plato; son una experiencia. Desde la elección del jamón hasta el punto exacto de fritura, cada detalle cuenta. Esta guía exhaustiva te proporcionará todos los secretos para que tus croquetas sean la envidia de todos. Exploraremos desde las bases de la bechamel perfecta hasta trucos para lograr un rebozado impecable. ¡Prepárate para un festín de sabor!
Ingredientes: La Base del Éxito
La calidad de los ingredientes es fundamental para unas buenas croquetas. Aquí tienes la lista detallada:
- Jamón Ibérico o Serrano: 200 gramos, picado finamente. Opta por un jamón de buena calidad, ya que su sabor será el protagonista. Si es jamón ibérico, el resultado será aún más espectacular.
- Leche Entera: 1 litro. La leche entera aporta la cremosidad necesaria a la bechamel.
- Harina de Trigo: 120 gramos. La harina es el espesante de la bechamel.
- Mantequilla: 80 gramos. La mantequilla añade sabor y untuosidad a la bechamel.
- Cebolla: 1/2 unidad, picada finamente. La cebolla aporta un toque de sabor suave y aromático.
- Huevo: 2 unidades, para el rebozado.
- Pan Rallado: Cantidad necesaria, para el rebozado. Utiliza un pan rallado de calidad, preferiblemente casero, para un rebozado más crujiente.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: Para freír. El aceite de oliva virgen extra aporta un sabor delicioso y resiste bien las altas temperaturas.
- Nuez Moscada: Una pizca. La nuez moscada realza el sabor de la bechamel.
- Sal y Pimienta Negra: Al gusto. Ajusta la sal y la pimienta según tu preferencia.
Preparación: Paso a Paso Hacia la Perfección
- Prepara la Bechamel:
- En una olla de fondo grueso, derrite la mantequilla a fuego medio.
- Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente, aproximadamente 5 minutos. Cuidado de que no se queme, ya que amargaría la bechamel.
- Incorpora la harina y cocina durante 2-3 minutos, removiendo constantemente con una varilla. Este proceso, conocido como "roux", es fundamental para evitar grumos. La harina debe cocerse bien para que la bechamel no tenga sabor a harina cruda.
- Comienza a añadir la leche caliente poco a poco, sin dejar de remover con la varilla. Asegúrate de que no queden grumos. Vierte la leche en un hilo fino, mientras remueves enérgicamente.
- Cocina a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que la bechamel espese y tenga una consistencia cremosa. Esto puede tardar unos 15-20 minutos. La bechamel estará lista cuando cubra la parte posterior de una cuchara y al pasar el dedo deje un surco que tarde en cerrarse.
- Añade el jamón picado, la nuez moscada, la sal (con cuidado, ya que el jamón ya es salado) y la pimienta negra. Remueve bien para integrar todos los ingredientes.
- Enfría la Masa:
- Vierte la masa de las croquetas en una fuente o recipiente previamente engrasado.
- Cubre la masa con papel film, asegurándote de que el papel toque la superficie de la masa para evitar que se forme una costra.
- Deja enfriar completamente a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche. Este paso es crucial para que la masa adquiera la consistencia adecuada para formar las croquetas.
- Forma las Croquetas:
- Saca la masa del frigorífico y, con la ayuda de dos cucharas o con las manos ligeramente engrasadas, forma las croquetas. Puedes darles la forma tradicional ovalada o la que más te guste. El tamaño ideal suele ser de unos 4-5 centímetros de largo.
- Reboza las Croquetas: