El calabacín al horno con jamón y queso es una receta clásica y reconfortante, ideal tanto para una cena rápida entre semana como para un acompañamiento elegante en una ocasión especial. Su sencillez reside en la facilidad de preparación, mientras que su versatilidad permite adaptarla a diferentes gustos y preferencias dietéticas. Este plato, aparentemente simple, es un lienzo en blanco para la creatividad culinaria, permitiendo explorar combinaciones de sabores y texturas que deleitarán a cualquier paladar.

¿Por qué esta receta es tan popular?

Existen varias razones por las que el calabacín al horno con jamón y queso goza de tanta popularidad:

  • Sencillez: Requiere pocos ingredientes y una preparación mínima, ideal para cocineros principiantes o para aquellos con poco tiempo.
  • Versatilidad: Se adapta a diferentes ingredientes y variaciones, permitiendo personalizar el plato según los gustos individuales.
  • Saludable: El calabacín es una verdura baja en calorías y rica en nutrientes, convirtiendo este plato en una opción relativamente saludable.
  • Delicioso: La combinación de la suavidad del calabacín, el sabor salado del jamón y la cremosidad del queso resulta irresistible.
  • Económico: Los ingredientes son generalmente asequibles y fáciles de encontrar.

Ingredientes Necesarios

Para preparar esta deliciosa receta, necesitarás:

  • 2 calabacines medianos
  • 150g de jamón serrano o cocido en lonchas
  • 150g de queso rallado (mozzarella, emmental, gruyere, parmesano, o una mezcla)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Opcional: hierbas provenzales, ajo en polvo, pimentón dulce

Preparación Paso a Paso

Sigue estos sencillos pasos para disfrutar de un calabacín al horno perfecto:

  1. Precalentar el horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F).
  2. Preparar los calabacines: Lava y corta los calabacines en rodajas de aproximadamente 0.5 cm de grosor. Si los calabacines son muy grandes, puedes cortarlos a lo largo y luego en medias lunas.
  3. Disponer en la bandeja: Coloca las rodajas de calabacín en una bandeja para horno previamente engrasada con aceite de oliva. Asegúrate de que las rodajas no estén amontonadas para que se cocinen de manera uniforme.
  4. Sazonar: Rocía las rodajas de calabacín con aceite de oliva, sal, pimienta y, si lo deseas, hierbas provenzales, ajo en polvo o pimentón dulce. La sal debe añadirse con moderación, ya que el jamón ya aportará salinidad al plato.
  5. Añadir el jamón: Coloca una loncha de jamón sobre cada rodaja de calabacín. Si las lonchas son muy grandes, puedes cortarlas en trozos más pequeños.
  6. Cubrir con queso: Espolvorea el queso rallado sobre el jamón. Asegúrate de cubrir bien toda la superficie. La cantidad de queso puede variar según tu gusto personal.
  7. Hornear: Hornea durante 15-20 minutos, o hasta que el queso esté derretido y dorado y el calabacín esté tierno. El tiempo de cocción puede variar dependiendo de tu horno, así que vigila el plato de cerca;
  8. Servir: Retira del horno y sirve caliente. Puedes decorar con unas hojas de perejil fresco picado para darle un toque de frescura.

Variaciones y Consejos

La belleza de esta receta reside en su adaptabilidad. Aquí tienes algunas ideas para personalizarla:

  • Tipo de queso: Experimenta con diferentes tipos de queso. El queso de cabra aporta un sabor intenso, mientras que el queso azul añade un toque sofisticado. La mozzarella es una opción suave y cremosa, ideal para los niños.
  • Tipo de jamón: Utiliza jamón serrano para un sabor más intenso o jamón cocido para una opción más suave. También puedes probar con panceta o bacon para un toque ahumado.
  • Verduras adicionales: Añade otras verduras a la bandeja, como tomate cherry, cebolla, pimiento o champiñones;
  • Hierbas y especias: Utiliza tus hierbas y especias favoritas para darle un toque personal al plato. La albahaca, el orégano, el tomillo o el romero son excelentes opciones.
  • Versión vegana: Sustituye el jamón por tofu ahumado o seitán y el queso por queso vegano rallado.
  • Para una versión más ligera: Utiliza jamón bajo en grasa y queso light. También puedes reducir la cantidad de aceite de oliva.

Consejos Adicionales para un Resultado Perfecto

  • El grosor de las rodajas: Es importante cortar las rodajas de calabacín del mismo grosor para que se cocinen de manera uniforme.
  • Secar el calabacín: Si el calabacín suelta mucha agua al hornearse, puedes secarlo previamente con papel de cocina para evitar que el plato quede aguado.
  • El punto de cocción: El calabacín debe quedar tierno pero no blando. Si lo cocinas demasiado, se deshará.
  • Servir inmediatamente: El calabacín al horno con jamón y queso está más rico recién hecho, cuando el queso está derretido y el jamón crujiente.
  • Para recalentar: Si te sobra calabacín, puedes recalentarlo en el horno o en el microondas. Sin embargo, el queso puede perder un poco de su textura cremosa.

Maridaje: ¿Con qué acompañar el calabacín al horno con jamón y queso?

Este plato versátil se puede acompañar con una gran variedad de vinos y guarniciones:

  • Vino: Un vino blanco seco y afrutado, como un Sauvignon Blanc o un Pinot Grigio, complementa muy bien el sabor del calabacín y el queso. También puedes optar por un vino rosado ligero o un vino tinto joven y fresco.
  • Ensalada: Una ensalada verde fresca con una vinagreta ligera es un acompañamiento ideal para equilibrar la riqueza del plato.
  • Pan: Sirve con pan crujiente para mojar en el queso derretido.
  • Arroz: Un arroz blanco o integral es una excelente opción para convertir este plato en una comida completa.
  • Puré de patatas: Un puré de patatas cremoso complementa la textura suave del calabacín.

Beneficios Nutricionales del Calabacín

Más allá de su delicioso sabor, el calabacín ofrece importantes beneficios para la salud:

  • Bajo en calorías: Ideal para dietas de control de peso.
  • Rico en fibra: Favorece la digestión y ayuda a mantener la sensación de saciedad.
  • Fuente de vitaminas y minerales: Contiene vitamina C, vitamina B6, potasio y manganeso.
  • Antioxidantes: Protege las células del daño causado por los radicales libres.
  • Hidratante: Su alto contenido de agua contribuye a la hidratación del organismo.

Conclusión

El calabacín al horno con jamón y queso es una receta sencilla, versátil y deliciosa que se adapta a cualquier ocasión. Su facilidad de preparación y sus múltiples posibilidades de personalización la convierten en un plato imprescindible en cualquier cocina. Anímate a probar esta receta y experimenta con diferentes ingredientes y sabores para crear tu propia versión única.

¡Buen provecho!

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