El brócoli gratinado con jamón y queso es un plato versátil y nutritivo, ideal tanto para una comida rápida entre semana como para una cena más elaborada. Combina la frescura y los beneficios del brócoli con el sabor salado del jamón y la cremosidad del queso, creando una explosión de sabores que agradará a toda la familia. Esta receta es fácil de preparar, adaptable a diferentes gustos y niveles de habilidad, y ofrece una excelente manera de incorporar más verduras a tu dieta. Más allá de la receta básica, exploraremos variaciones, consejos para optimizar el sabor y la textura, y consideraciones nutricionales para que puedas disfrutar de este plato al máximo.

Ingredientes

  • 1 kg de brócoli fresco: (O congelado, descongelado y escurrido) Priorizar brócoli fresco permite un mejor control sobre la textura final, evitando que quede demasiado blando. Al elegir brócoli fresco, busca floretes de color verde intenso y tallos firmes. Evita aquellos con manchas amarillentas o signos de marchitez.
  • 200 g de jamón cocido o serrano: (En taquitos o lonchas) La elección entre jamón cocido y serrano impacta significativamente el sabor. El jamón cocido aporta un sabor más suave y dulce, ideal para paladares menos aventureros. El jamón serrano, por otro lado, ofrece un sabor más intenso y salado, que complementa muy bien el sabor del brócoli y el queso. La cantidad puede ajustarse al gusto.
  • 200 g de queso rallado: (Mozzarella, Gruyere, Emmental o mezcla) La selección del queso es crucial. La mozzarella proporciona una textura fundente y elástica, mientras que el Gruyere y el Emmental ofrecen un sabor más pronunciado y complejo. Una mezcla de quesos puede crear un equilibrio perfecto entre textura y sabor. Considera también quesos como el cheddar suave para un toque diferente.
  • 50 g de mantequilla: (Para engrasar el molde y hacer la bechamel, opcional) La mantequilla aporta un sabor rico y ayuda a dorar la superficie del gratinado. Si buscas una opción más ligera, puedes usar aceite de oliva virgen extra, aunque el sabor final será diferente.
  • 50 g de harina: (Para la bechamel, opcional) La harina es el espesante tradicional para la salsa bechamel. Asegúrate de tostarla ligeramente en la mantequilla para evitar que quede un sabor a harina cruda.
  • 500 ml de leche: (Para la bechamel, opcional) La leche entera aporta más cremosidad a la bechamel, pero puedes usar leche semi-desnatada o incluso leche vegetal (como la de almendras o soja) si buscas una opción más ligera o vegana.
  • Sal y pimienta al gusto: (Esencial para sazonar tanto el brócoli como la bechamel) Ten en cuenta que el jamón y algunos quesos ya son salados, así que sazona con moderación.
  • Nuez moscada (opcional): (Un toque de nuez moscada realza el sabor de la bechamel) La nuez moscada es un potenciador de sabor clásico para la bechamel. Úsala con moderación, ya que un exceso puede dominar el plato.
  • Aceite de oliva virgen extra (opcional): (Para rociar el brócoli antes de hornear) Un chorrito de aceite de oliva virgen extra puede aportar un sabor adicional y ayudar a que el brócoli se dore ligeramente.

Preparación

  1. Preparar el brócoli: Lava bien el brócoli y córtalo en floretes pequeños. Puedes cocerlo al vapor durante unos 5-7 minutos hasta que esté tierno pero aún crujiente. Otra opción es hervirlo en agua con sal durante un tiempo similar. Si usas brócoli congelado, simplemente descongélalo y escúrrelo bien. Evita sobrecocinar el brócoli, ya que se volverá blando y perderá su textura.
  2. Preparar el jamón: Corta el jamón en taquitos o tiras, según tu preferencia. Si usas lonchas, puedes enrollarlas y cortarlas en rodajas finas.
  3. Preparar la bechamel (opcional): En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la harina y cocina durante 1-2 minutos, removiendo constantemente, hasta que se forme un roux (una pasta). Vierte la leche poco a poco, sin dejar de remover, para evitar que se formen grumos. Cocina a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que la salsa espese. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Si prefieres evitar la bechamel, puedes usar nata líquida para cocinar o una salsa de queso ya preparada.
  4. Montar el gratinado: Engrasa un molde apto para horno con mantequilla o aceite. Coloca el brócoli cocido en el fondo del molde. Distribuye el jamón sobre el brócoli. Vierte la bechamel (si la usas) sobre el jamón y el brócoli. Espolvorea el queso rallado por encima.
  5. Gratinar: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Hornea el gratinado durante unos 20-25 minutos, o hasta que el queso esté derretido y dorado. Si quieres que el queso se dore más rápido, puedes encender el grill del horno durante los últimos minutos de cocción, pero vigílalo de cerca para que no se queme.
  6. Servir: Retira el gratinado del horno y déjalo reposar durante unos minutos antes de servir. Puedes servirlo solo como plato principal o como acompañamiento de carne, pollo o pescado. También puedes añadir una ensalada fresca para completar la comida.

Variaciones y Consejos

  • Añadir otras verduras: Puedes añadir otras verduras al gratinado, como coliflor, zanahoria, calabacín o champiñones. Asegúrate de cocinarlas previamente para que estén tiernas antes de hornear el gratinado.
  • Usar diferentes tipos de queso: Experimenta con diferentes tipos de queso para variar el sabor del gratinado. Quesos como el queso azul, el provolone o el queso de cabra pueden añadir un toque interesante.
  • Añadir especias y hierbas: Puedes añadir especias y hierbas al gratinado para realzar el sabor. Prueba con ajo en polvo, cebolla en polvo, pimentón dulce, orégano, tomillo o romero.
  • Hacer una versión vegetariana: Para una versión vegetariana, omite el jamón y añade más verduras o sustitúyelo por tofu ahumado o seitán en taquitos.
  • Añadir un topping crujiente: Para un topping crujiente, mezcla pan rallado con mantequilla derretida y especias, y espolvoréalo sobre el gratinado antes de hornearlo.
  • Optimizar la textura: Para evitar que el brócoli quede demasiado blando, asegúrate de no sobrecocerlo. Si usas brócoli congelado, escúrrelo bien para eliminar el exceso de agua.
  • Ajustar la sal: Ten en cuenta que el jamón y algunos quesos ya son salados, así que sazona con moderación. Prueba el gratinado antes de servirlo y añade más sal si es necesario.
  • Congelar el gratinado: Puedes congelar el gratinado una vez horneado. Déjalo enfriar completamente, envuélvelo en papel de aluminio y congélalo. Para recalentarlo, descongélalo en el refrigerador durante la noche y hornéalo a 180°C (350°F) hasta que esté caliente.

Consideraciones Nutricionales

El brócoli es una verdura muy nutritiva, rica en vitaminas (especialmente vitamina C y vitamina K), minerales (como calcio y potasio) y fibra. También contiene antioxidantes y compuestos que pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas. El jamón aporta proteínas y grasas, pero también puede ser alto en sodio. El queso es una buena fuente de calcio y proteínas, pero también puede ser alto en grasas saturadas. Al preparar el brócoli gratinado con jamón y queso, es importante tener en cuenta estas consideraciones nutricionales y ajustar los ingredientes y las cantidades según tus necesidades y preferencias. Por ejemplo, puedes usar jamón bajo en sodio y queso con bajo contenido de grasa para reducir el contenido de sodio y grasa del plato. También puedes añadir más verduras para aumentar el contenido de fibra y vitaminas.

La bechamel, aunque aporta cremosidad y sabor, también añade calorías y grasas. Si buscas una opción más ligera, puedes reducir la cantidad de mantequilla y harina en la bechamel, o sustituir la leche entera por leche semi-desnatada o leche vegetal. También puedes optar por no usar bechamel y simplemente rociar el brócoli con nata líquida para cocinar o una salsa de queso ya preparada.

En definitiva, el brócoli gratinado con jamón y queso puede ser un plato saludable y equilibrado si se prepara con ingredientes frescos y se consume con moderación. Es una excelente manera de incorporar más verduras a tu dieta y disfrutar de una comida sabrosa y nutritiva.

Conclusión

El brócoli gratinado con jamón y queso es una receta sencilla, adaptable y deliciosa que ofrece una excelente manera de disfrutar de los beneficios del brócoli. Desde la selección de ingredientes hasta las variaciones y consejos para optimizar el sabor y la textura, esta guía completa te proporciona las herramientas necesarias para crear un plato que se adapte a tus gustos y necesidades. Experimenta con diferentes quesos, especias y verduras para personalizar tu gratinado y descubrir nuevas combinaciones de sabores. ¡Buen provecho!

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