Las albóndigas de carne al horno son una opción versátil, saludable y, por supuesto, deliciosa para cualquier comida. Esta receta te guiará paso a paso para crear albóndigas jugosas y llenas de sabor, perfectas para acompañar con salsa de tomate, pasta, puré de patatas o incluso en un sándwich. Olvídate de freír y disfruta de una versión más ligera y sabrosa.
En un bol grande, combina la carne picada, el huevo, el pan rallado y la leche. Asegúrate de que todos los ingredientes estén bien integrados. La leche ayuda a mantener la humedad de las albóndigas durante la cocción al horno, evitando que queden secas. Si usas caldo de verduras, esto aportará un sabor más profundo y complejo.
Incorpora la cebolla picada, el ajo picado, el perejil picado, el orégano, la sal y la pimienta. Mezcla bien con las manos (¡limpias, por supuesto!) hasta que todos los ingredientes estén distribuidos uniformemente. No amases en exceso, ya que esto puede hacer que las albóndigas queden duras. Aquí es donde puedes ser creativo: añade queso parmesano rallado para un toque salado y umami, pimentón dulce para un color vibrante y un sabor ligeramente ahumado, o comino para un toque exótico. Un chorrito de salsa Worcestershire realzará el sabor de la carne. Para un toque gourmet, un chorrito de vino blanco o tinto (seco) puede añadir profundidad y complejidad al sabor.
Precalienta el horno a 200°C (400°F). Mientras el horno se calienta, forma las albóndigas. Puedes usar una cuchara para helado o una cuchara medidora para asegurarte de que todas las albóndigas tengan un tamaño similar. Esto garantizará una cocción uniforme. El tamaño ideal es de unos 3-4 cm de diámetro. Si las haces más grandes, tardarán más en cocinarse y podrían quedar secas por fuera y crudas por dentro. Si las haces más pequeñas, podrían secarse demasiado. Con las manos ligeramente humedecidas, forma bolas compactas y uniformes. Esto ayudará a que mantengan su forma durante la cocción.
Coloca las albóndigas en una bandeja para hornear previamente cubierta con papel de hornear o ligeramente engrasada. El papel de hornear facilita la limpieza y evita que las albóndigas se peguen. Si usas aceite, asegúrate de que sea un aceite con un punto de humeo alto, como el aceite de oliva virgen extra o el aceite de aguacate. Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y cocidas por dentro. Para asegurarte de que estén completamente cocidas, puedes usar un termómetro de cocina. La temperatura interna debe alcanzar los 70°C (160°F). A mitad de la cocción, puedes darles la vuelta para que se doren uniformemente.
Una vez horneadas, retira las albóndigas del horno y déjalas reposar durante unos minutos antes de servir. Esto permite que los jugos se redistribuyan, resultando en albóndigas más jugosas. ¡Y listo! Ya tienes unas deliciosas albóndigas de carne al horno listas para disfrutar. Sirve con tu salsa favorita, sobre pasta, con puré de patatas o incluso en un sándwich. Las posibilidades son infinitas. También puedes congelarlas para disfrutarlas más tarde. Simplemente déjalas enfriar por completo y luego colócalas en un recipiente hermético o una bolsa para congelar. Se conservarán bien durante hasta 3 meses.
Hornear las albóndigas en lugar de freírlas ofrece varias ventajas:
Esta receta de albóndigas de carne al horno es una forma sencilla y deliciosa de disfrutar de un plato clásico de manera más saludable. Con ingredientes fáciles de encontrar y un proceso de preparación simple, puedes crear albóndigas jugosas y llenas de sabor que deleitarán a toda la familia. ¡Anímate a probarla y experimenta con tus propias variaciones!
Nota importante: Los tiempos de cocción pueden variar según el horno. Es importante verificar que las albóndigas estén completamente cocidas antes de servirlas.
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