Las croquetas de jamón son un clásico de la gastronomía española, un bocado crujiente por fuera y cremoso por dentro que evoca recuerdos de infancia y celebraciones familiares. Esta receta te guiará paso a paso para crear unas croquetas de jamón excepcionalmente deliciosas, desde la selección de los ingredientes hasta el truco final para un rebozado perfecto.
Ingredientes (aproximadamente 30 croquetas)
- Jamón Ibérico o Serrano: 200 gramos, cortado en taquitos muy pequeños. La calidad del jamón influye directamente en el sabor final, así que elige uno que te guste mucho. Evita el jamón demasiado salado, ya que podría desequilibrar el sabor de la bechamel.
- Leche Entera: 1 litro. La leche entera aporta la cremosidad necesaria para una bechamel perfecta. Si prefieres una versión más ligera, puedes usar leche semidesnatada, pero ten en cuenta que la textura final será menos untuosa.
- Mantequilla: 80 gramos. La mantequilla proporciona un sabor rico y ayuda a crear una bechamel suave y sin grumos. Puedes sustituirla por aceite de oliva virgen extra, aunque el sabor será diferente.
- Harina de Trigo: 100 gramos. La harina es el espesante de la bechamel. Utiliza harina común, no harina de fuerza.
- Cebolla: 1/2 cebolla pequeña, finamente picada. La cebolla aporta un toque de sabor sutil pero fundamental. Asegúrate de picarla muy fina para que no se note en la textura de la croqueta.
- Nuez Moscada: Una pizca, recién rallada preferiblemente. La nuez moscada realza el sabor de la bechamel y le da un toque cálido y especiado.
- Sal: Al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal, así que añade la sal con moderación.
- Pimienta Negra: Al gusto, recién molida preferiblemente. La pimienta negra añade un toque de sabor y picante sutil.
- Huevo: 2 huevos grandes, batidos para el rebozado.
- Pan Rallado: Cantidad necesaria para el rebozado. Utiliza pan rallado fino para una textura más delicada. Puedes usar pan rallado casero o comprado.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: Para freír. El aceite de oliva virgen extra es ideal para freír, ya que soporta altas temperaturas y aporta un sabor característico. También puedes usar aceite de girasol, que es más neutro.
Preparación
1; Preparación de la Bechamel
- Sofríe la Cebolla: En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente, aproximadamente 5-7 minutos. Remueve ocasionalmente para evitar que se queme.
- Añade la Harina: Incorpora la harina a la cacerola y cocina durante 2-3 minutos, removiendo constantemente con una varilla o espátula. Este paso es crucial para cocinar la harina y evitar que la bechamel tenga sabor a crudo. La mezcla debe formar una pasta, conocida como "roux".
- Incorpora la Leche Caliente: Calienta ligeramente la leche en un cazo aparte. Esto facilita la integración de la leche con el roux y evita la formación de grumos. Vierte la leche caliente poco a poco sobre el roux, removiendo constantemente con la varilla. Al principio, la mezcla se espesará rápidamente, pero continúa removiendo hasta que la bechamel esté suave y sin grumos.
- Cocina la Bechamel: Reduce el fuego a bajo y continúa cocinando la bechamel durante aproximadamente 15-20 minutos, removiendo con frecuencia para evitar que se pegue al fondo de la cacerola. La bechamel debe espesar y tener una consistencia cremosa. Prueba y ajusta la sal, la pimienta y la nuez moscada. Es importante cocinar bien la bechamel para que no tenga sabor a harina cruda.
- Incorpora el Jamón: Retira la cacerola del fuego y añade el jamón picado a la bechamel; Remueve bien para que el jamón se distribuya uniformemente.
2. Enfriamiento y Formación de las Croquetas
- Enfría la Masa: Vierte la masa de croquetas en una fuente o recipiente rectangular previamente engrasado con un poco de mantequilla o aceite. Extiende la masa uniformemente y cubre con papel film, asegurándote de que el papel film toque la superficie de la masa para evitar que se forme una costra. Deja enfriar a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos, y luego refrigera en la nevera durante al menos 4 horas, preferiblemente durante toda la noche; Este paso es fundamental para que la masa se endurezca y sea más fácil de manipular.
- Forma las Croquetas: Una vez que la masa esté fría y firme, saca la fuente de la nevera. Con la ayuda de dos cucharas o una manga pastelera, forma las croquetas del tamaño deseado. Puedes hacerlas redondas, ovaladas o alargadas, según tu preferencia. Para evitar que la masa se pegue a las cucharas, puedes humedecerlas ligeramente con agua.
3. Rebozado y Fritura
- Prepara el Rebozado: Coloca los huevos batidos en un plato hondo y el pan rallado en otro plato.
- Reboza las Croquetas: Pasa cada croqueta primero por el huevo batido, asegurándote de que quede bien cubierta. Luego, pasa la croqueta por el pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien. Repite este proceso una segunda vez para conseguir un rebozado más crujiente. El doble rebozado es un truco fundamental para evitar que las croquetas se abran durante la fritura.
- Fríe las Croquetas: Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén honda o freidora a fuego medio-alto (aproximadamente 180°C). Fríe las croquetas en tandas pequeñas, sin sobrecargar la sartén, durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes. Retira las croquetas de la sartén con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Consejos y Trucos
- La calidad del jamón: Como se mencionó anteriormente, la calidad del jamón es crucial para el sabor final de las croquetas. Invierte en un buen jamón ibérico o serrano para obtener los mejores resultados.
- La bechamel: La clave para una bechamel perfecta es cocinarla a fuego lento y removerla constantemente para evitar que se pegue y se formen grumos. La consistencia de la bechamel debe ser cremosa y suave.
- El enfriamiento: No te saltes el paso del enfriamiento, ya que es fundamental para que la masa se endurezca y sea más fácil de manipular. Si tienes prisa, puedes acelerar el proceso colocando la fuente en el congelador durante unos 30-45 minutos, pero ten cuidado de que la masa no se congele.
- El rebozado: El doble rebozado es un truco fundamental para evitar que las croquetas se abran durante la fritura. Asegúrate de que las croquetas estén bien cubiertas de huevo y pan rallado.
- La fritura: Fríe las croquetas en aceite caliente, pero no demasiado caliente, para evitar que se quemen por fuera y queden crudas por dentro. Fríe las croquetas en tandas pequeñas para mantener la temperatura del aceite constante.
- Congelar las croquetas: Puedes congelar las croquetas ya rebozadas antes de freírlas. Colócalas en una bandeja separadas entre sí y congélalas. Una vez congeladas, puedes meterlas en una bolsa o recipiente hermético. Para freírlas, no es necesario descongelarlas, simplemente fríelas directamente congeladas, aumentando ligeramente el tiempo de cocción.
- Variaciones: Experimenta con diferentes ingredientes. Puedes añadir pollo desmenuzado, bacalao desmigado, setas salteadas o queso rallado a la bechamel.
Servir
Sirve las croquetas de jamón calientes, recién fritas. Puedes acompañarlas con una ensalada fresca, una salsa de tomate casera o una mayonesa de ajo. ¡Disfruta de este delicioso bocado!
Maridaje
Las croquetas de jamón maridan muy bien con un vino blanco seco y fresco, como un Albariño o un Verdejo. También puedes acompañarlas con una cerveza lager o una sidra.
Conclusión
Las croquetas de jamón son un plato versátil y delicioso que se puede disfrutar en cualquier ocasión. Con esta receta y estos consejos, podrás preparar unas croquetas cremosas y crujientes que sorprenderán a tus invitados. ¡Anímate a probarla y disfruta de este clásico de la cocina española!
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