Las albóndigas con huevo duro son un plato tradicional que evoca recuerdos de la cocina de nuestras abuelas. Es una receta sencilla, pero con un sabor profundo y reconfortante, ideal para disfrutar en familia o para sorprender a tus invitados. Esta versión incorpora el huevo duro, que añade una textura cremosa y un toque extra de sabor que eleva el plato a otro nivel.
Historia y Origen de las Albóndigas
La historia de las albóndigas se remonta a la antigüedad. Se cree que los romanos ya preparaban algo similar, utilizando carne picada y especias. A lo largo de los siglos, diferentes culturas han adaptado la receta, incorporando sus propios ingredientes y técnicas culinarias. En España, las albóndigas son un plato muy popular, con numerosas variaciones regionales. La adición del huevo duro es una adaptación relativamente moderna, pero que ha ganado muchos adeptos por su sabor y textura.
Ingredientes Necesarios
Para las Albóndigas:
- 500g de carne picada mixta (cerdo y ternera)
- 2 huevos duros, pelados
- 1 huevo batido
- 1/2 cebolla, picada finamente
- 2 dientes de ajo, picados finamente
- 1/4 taza de pan rallado
- 2 cucharadas de perejil fresco, picado
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Para la Salsa de Tomate:
- 500g de tomate triturado
- 1/2 cebolla, picada finamente
- 1 diente de ajo, picado finamente
- 1 cucharadita de azúcar (para reducir la acidez)
- Orégano, albahaca, y laurel al gusto
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Opcional:
- Harina para rebozar las albóndigas
- Vino blanco (un chorrito para la salsa)
- Caldo de carne (para aligerar la salsa si es necesario)
Preparación Paso a Paso
Paso 1: Preparar la Masa de las Albóndigas
- En un bol grande, mezclar la carne picada, la cebolla picada, el ajo picado, el perejil picado, el pan rallado, el huevo batido, la sal y la pimienta. Asegúrate de integrar bien todos los ingredientes.
- Picar los huevos duros en trozos pequeños.
- Tomar porciones de la masa de carne y formar bolas. Aplanar ligeramente cada bola y colocar un poco de huevo duro picado en el centro. Cerrar la albóndiga, asegurándote de que el huevo quede bien cubierto.
- Opcional: Rebozar las albóndigas en harina. Esto ayudará a sellarlas y a que la salsa se adhiera mejor.
Paso 2: Freír las Albóndigas
- Calentar aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio-alto.
- Freír las albóndigas en tandas, dorándolas por todos lados. No es necesario cocinarlas completamente en este paso, ya que se terminarán de cocinar en la salsa.
- Retirar las albóndigas de la sartén y reservar.
Paso 3: Preparar la Salsa de Tomate
- En la misma sartén donde se frieron las albóndigas, añadir un poco más de aceite de oliva si es necesario.
- Sofreír la cebolla picada y el ajo picado a fuego medio hasta que estén transparentes.
- Añadir el tomate triturado, el azúcar, el orégano, la albahaca, el laurel, la sal y la pimienta. Si deseas añadir un chorrito de vino blanco, este es el momento.
- Cocinar la salsa a fuego lento durante al menos 20-30 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que se haya espesado y los sabores se hayan integrado. Si la salsa se espesa demasiado, puedes añadir un poco de caldo de carne para aligerarla.
- Retirar la hoja de laurel de la salsa.
Paso 4: Cocinar las Albóndigas en la Salsa
- Añadir las albóndigas a la salsa de tomate.
- Cocinar a fuego lento durante al menos 20-30 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que las albóndigas estén cocidas por dentro y la salsa haya espesado aún más.
Paso 5: Servir
- Servir las albóndigas con huevo duro calientes, acompañadas de arroz blanco, puré de patatas, pasta, o simplemente con pan para mojar en la salsa. Espolvorear con perejil fresco picado para decorar.
Consejos y Trucos para unas Albóndigas Perfectas
- La calidad de la carne: Utilizar carne picada de buena calidad es fundamental para obtener unas albóndigas sabrosas. Una mezcla de cerdo y ternera suele dar buenos resultados, pero también puedes usar solo ternera o solo cerdo, según tu preferencia.
- El pan rallado: El pan rallado ayuda a ligar la masa y a darle una textura más suave a las albóndigas. Puedes usar pan rallado comprado o hacerlo casero, tostando pan viejo y rallándolo.
- El remojo del pan: Algunas recetas recomiendan remojar el pan rallado en leche antes de añadirlo a la carne. Esto ayuda a hidratar la masa y a que las albóndigas queden más jugosas. Sin embargo, esto no es necesario si usas pan rallado fresco.
- El amasado: Amasar la masa de las albóndigas con las manos durante unos minutos ayuda a que los ingredientes se integren bien y a que las albóndigas queden más compactas. No amasar en exceso, ya que esto puede hacer que las albóndigas queden duras.
- El reposo: Dejar reposar la masa de las albóndigas en la nevera durante al menos 30 minutos antes de formar las bolas ayuda a que los sabores se desarrollen y a que las albóndigas se mantengan mejor durante la cocción.
- La temperatura del aceite: Es importante que el aceite esté lo suficientemente caliente al freír las albóndigas, para que se doren rápidamente y no absorban demasiado aceite. Sin embargo, el aceite no debe estar demasiado caliente, ya que esto puede quemar las albóndigas por fuera y dejarlas crudas por dentro.
- La salsa de tomate: La salsa de tomate es la base de este plato, por lo que es importante prepararla con ingredientes de buena calidad y cocinarla a fuego lento para que los sabores se desarrollen. Puedes añadir tus especias favoritas a la salsa, como orégano, albahaca, laurel, etc.
- El toque de azúcar: Añadir una pizca de azúcar a la salsa de tomate ayuda a reducir la acidez del tomate y a equilibrar los sabores.
- La cocción en la salsa: Cocinar las albóndigas en la salsa a fuego lento permite que se impregnen del sabor de la salsa y que queden más jugosas. Asegúrate de que las albóndigas estén completamente cubiertas por la salsa durante la cocción.
Variantes de la Receta
- Albóndigas en salsa verde: En lugar de salsa de tomate, puedes preparar una salsa verde con perejil, ajo, cebolla, vino blanco y caldo de pescado.
- Albóndigas al Jerez: Añade un chorrito de Jerez a la salsa de tomate para darle un toque especial.
- Albóndigas con sepia: Añade trozos de sepia a la salsa de tomate para un plato más marinero.
- Albóndigas rellenas de queso: En lugar de huevo duro, puedes rellenar las albóndigas con trozos de queso mozzarella o queso manchego.
Información Nutricional (aproximada por ración)
La información nutricional puede variar dependiendo de los ingredientes y las cantidades utilizadas. A continuación, se presenta una estimación aproximada por ración:
- Calorías: 450-550
- Proteínas: 30-40g
- Grasas: 25-35g
- Carbohidratos: 20-30g
Es importante tener en cuenta que esta receta contiene carne y huevo, por lo que no es apta para vegetarianos ni veganos. Sin embargo, existen versiones vegetarianas de albóndigas hechas con legumbres, verduras o tofu.
Conclusión
Las albóndigas con huevo duro son un plato clásico y delicioso que nunca pasa de moda. Con esta receta, podrás preparar unas albóndigas perfectas, llenas de sabor y con una textura irresistible. Anímate a probarla y a disfrutar de este manjar tradicional con tu familia y amigos. ¡Buen provecho!
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