El quiche de jamón, queso y cebolla es un clásico de la cocina francesa, apreciado en todo el mundo por su sabor reconfortante y su versatilidad. Ideal para un almuerzo informal, una cena ligera o incluso un brunch dominical, este quiche combina la riqueza del jamón y el queso con el dulzor caramelizado de la cebolla, todo ello envuelto en una base de masa quebrada crujiente. Esta receta está diseñada para ser fácil de seguir, incluso para aquellos que se inician en el mundo de la cocina.
Ingredientes:
- Para la masa quebrada:
- 250g de harina de trigo
- 125g de mantequilla fría, cortada en cubos
- 1 huevo
- 50ml de agua fría
- Una pizca de sal
- Para el relleno:
- 200g de jamón cocido, cortado en dados
- 150g de queso Gruyere, Emmental o similar, rallado
- 2 cebollas medianas, cortadas en juliana fina
- 3 huevos grandes
- 200ml de nata líquida para cocinar (35% materia grasa)
- 50ml de leche entera
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida, al gusto
- Una pizca de nuez moscada (opcional)
Preparación:
1; Preparación de la Masa Quebrada:
La masa quebrada es la base fundamental del quiche. Una buena masa quebrada debe ser crujiente y desmenuzable, no dura ni gomosa. La clave reside en mantener la mantequilla fría y no trabajar la masa en exceso, ya que esto desarrollaría el gluten y la haría menos tierna.
- En un bol grande, mezclar la harina y la sal.
- Añadir la mantequilla fría en cubos y, con la punta de los dedos o un cortador de masa, integrar la mantequilla a la harina hasta obtener una textura similar a migas de pan gruesas. Es importante que queden pequeños trozos de mantequilla visibles.
- Batir el huevo ligeramente y añadirlo al bol. Mezclar con un tenedor.
- Añadir el agua fría poco a poco, mezclando hasta que la masa empiece a unirse. No amasar en exceso.
- Formar una bola con la masa, envolverla en film transparente y refrigerar durante al menos 30 minutos. Este tiempo de reposo permite que el gluten se relaje y la masa sea más fácil de trabajar.
2. Caramelización de la Cebolla:
La cebolla caramelizada aporta un dulzor y una profundidad de sabor inigualables al quiche. El proceso de caramelización requiere paciencia y fuego lento, permitiendo que los azúcares naturales de la cebolla se liberen y se doren lentamente.
- Calentar un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio-bajo.
- Añadir las cebollas cortadas en juliana y cocinar lentamente, removiendo ocasionalmente, durante unos 20-30 minutos, o hasta que estén doradas y caramelizadas. Es importante no quemar la cebolla, por lo que se debe vigilar y remover frecuentemente. Si la cebolla empieza a pegarse a la sartén, añadir un poco de agua o caldo.
- Salpimentar al gusto.
3. Montaje del Quiche:
El montaje del quiche es el paso final antes de hornear. Es importante distribuir uniformemente los ingredientes para asegurar una cocción pareja y un sabor equilibrado.
- Precalentar el horno a 180°C (calor arriba y abajo).
- Enharinar ligeramente una superficie de trabajo y extender la masa quebrada con un rodillo hasta obtener un círculo de aproximadamente 30 cm de diámetro.
- Forrar un molde para quiche de unos 23 cm de diámetro con la masa. Recortar el exceso de masa y pinchar la base con un tenedor para evitar que se hinche durante la cocción.
- Hornear la base de la masa quebrada en blanco (sin relleno) durante unos 10-15 minutos, o hasta que esté ligeramente dorada. Esto ayudará a que la base quede crujiente y no se humedezca con el relleno. Para evitar que la masa se hinche, se puede colocar papel de horno sobre la masa y rellenar con legumbres secas (garbanzos, lentejas, etc.).
- Retirar la base del horno y dejar enfriar ligeramente.
- Esparcir el jamón cortado en dados y la cebolla caramelizada sobre la base de la masa quebrada.
- Cubrir con el queso rallado.
4. Preparación del Relleno de Crema y Huevo:
El relleno de crema y huevo es lo que une todos los ingredientes y le da al quiche su textura cremosa y su sabor característico. Es importante batir los huevos y la nata suavemente para evitar incorporar demasiado aire, lo que podría hacer que el quiche se infle demasiado en el horno y luego se desinfle al enfriarse.
- En un bol, batir los huevos con la nata líquida y la leche.
- Salpimentar al gusto y añadir una pizca de nuez moscada (opcional).
- Verter la mezcla de crema y huevo sobre el relleno de jamón, cebolla y queso.
5. Horneado:
El tiempo y la temperatura de horneado son cruciales para obtener un quiche perfectamente cocido. El quiche debe estar dorado en la parte superior y el relleno debe estar firme al tacto. Si la parte superior se dora demasiado rápido, se puede cubrir con papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción.
- Hornear el quiche en el horno precalentado a 180°C durante unos 30-40 minutos, o hasta que esté dorado y el relleno esté firme.
- Dejar enfriar ligeramente antes de servir.
Consejos y Variaciones:
- Masa Casera vs. Masa Comprada: Si bien la masa quebrada casera es superior en sabor y textura, se puede utilizar masa quebrada comprada para ahorrar tiempo. Asegúrate de elegir una masa de buena calidad y sigue las instrucciones del fabricante para hornearla.
- Variaciones de Queso: El queso Gruyere es una excelente opción para el quiche, pero se puede sustituir por Emmental, Comté, Cheddar o incluso una mezcla de quesos. Elige un queso que se derrita bien y tenga un sabor que complemente el jamón y la cebolla.
- Adición de Vegetales: Se pueden añadir otros vegetales al quiche, como champiñones salteados, espinacas, pimientos o calabacín. Asegúrate de cocinarlos previamente para eliminar el exceso de humedad.
- Quiche sin Gluten: Para una versión sin gluten, se puede utilizar una masa quebrada sin gluten o incluso una base de coliflor rallada y prensada.
- Presentación: Decora el quiche con unas ramitas de perejil fresco o cebollino picado antes de servir. También se puede acompañar con una ensalada verde para un almuerzo o cena más completa.
- Conservación: El quiche se puede conservar en la nevera durante 2-3 días. Es importante cubrirlo para que no se seque. Se puede recalentar en el horno o en el microondas.
Consideraciones para diferentes públicos:
Para principiantes: Esta receta es bastante sencilla, pero es importante prestar atención a los detalles, especialmente en la preparación de la masa quebrada y la caramelización de la cebolla. No te desanimes si la masa no queda perfecta la primera vez; la práctica hace al maestro. Utiliza una masa comprada si te sientes más cómodo.
Para profesionales: Esta receta puede servir como base para experimentar con diferentes ingredientes y técnicas. Se puede utilizar una masa quebrada más elaborada, como una masa sablée, o agregar ingredientes más sofisticados al relleno, como trufas o foie gras. También se puede jugar con la presentación, utilizando técnicas de emplatado más creativas.
Evitando Clichés y Conceptos Erróneos:
- Cliché: "El quiche es difícil de hacer".Realidad: El quiche es relativamente fácil de hacer, especialmente si se utiliza una masa comprada. La clave está en seguir los pasos cuidadosamente y no tener miedo de experimentar.
- Concepto Erróneo: "El quiche es solo para el almuerzo".Realidad: El quiche es una comida versátil que se puede disfrutar en cualquier momento del día, ya sea como almuerzo, cena o brunch.
- Cliché: "El quiche siempre lleva jamón".Realidad: Se pueden hacer quiches con una gran variedad de ingredientes, incluyendo vegetales, mariscos o incluso carne. El jamón es solo una opción popular.
Conclusión:
El quiche de jamón, queso y cebolla es una receta clásica y reconfortante que se puede disfrutar en cualquier ocasión. Con esta guía detallada, podrás preparar un quiche delicioso y sorprender a tus amigos y familiares. Recuerda que la clave está en la calidad de los ingredientes y en la paciencia durante la preparación. ¡Buen provecho!
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