Las quesadillas de jamón y queso son un plato sencillo, reconfortante y tremendamente popular. Inspiradas en el clásico de VIPS, esta receta casera busca replicar ese sabor familiar, pero con un toque personal y la frescura de ingredientes de calidad. Más allá de una simple receta, exploraremos el arte de crear una quesadilla perfecta, desde la elección del queso y el jamón hasta los trucos para lograr una textura crujiente y un interior fundido y delicioso.
Aunque las quesadillas son omnipresentes en la gastronomía mexicana, la versión "occidentalizada" que encontramos en restaurantes como VIPS tiene una historia diferente. La quesadilla tradicional mexicana se elabora con tortillas de maíz y rellenos variados, incluyendo quesos, guisos de carne, hongos, y más. La quesadilla de harina de trigo, rellena principalmente de queso y jamón, es una adaptación que se popularizó en cadenas de restaurantes y hogares, ofreciendo una opción rápida, accesible y sabrosa.
La popularidad de las quesadillas en restaurantes como VIPS radica en su sencillez y versatilidad. Se adaptan fácilmente a diferentes gustos y se pueden servir como aperitivo, comida ligera o cena rápida. Esta receta casera busca capturar esa esencia, permitiéndote disfrutar de un clásico en la comodidad de tu hogar, controlando los ingredientes y personalizando el sabor.
La elección de la tortilla es fundamental. Para replicar el estilo VIPS, optaremos por tortillas de harina de trigo de tamaño mediano. Busca tortillas que sean suaves y flexibles, pero lo suficientemente resistentes para soportar el relleno sin romperse. Las tortillas de trigo integral pueden ser una alternativa saludable, aunque alterarán ligeramente el sabor y la textura.
Considera el grosor de la tortilla. Las tortillas demasiado finas pueden romperse fácilmente, mientras que las demasiado gruesas pueden resultar difíciles de cocinar uniformemente. Experimenta con diferentes marcas y tipos hasta encontrar tu tortilla ideal.
El queso es el alma de la quesadilla. En la versión de VIPS, se suele utilizar una mezcla de quesos que se funden bien, como el queso Monterey Jack, el queso Cheddar o el queso Oaxaca. La clave está en encontrar una combinación que ofrezca un buen sabor y una textura cremosa al fundirse.
Evita quesos con bajo contenido de grasa, ya que pueden no fundirse tan bien y resultar secos. El queso rallado es la opción más práctica, pero rallar el queso fresco justo antes de usarlo puede mejorar el sabor y la textura.
El jamón aporta un toque salado y sabroso que complementa el queso. El jamón York o jamón cocido es la opción más común, pero puedes experimentar con otros tipos de jamón, como el jamón serrano o el jamón ibérico, para un sabor más intenso.
Corta el jamón en trozos pequeños o tiras finas para que se distribuya uniformemente por toda la quesadilla. Evita usar jamón con un alto contenido de grasa, ya que puede hacer que la quesadilla quede grasienta.
Aunque la receta básica de quesadilla de jamón y queso es simple, puedes añadir otros ingredientes para personalizar el sabor:
La quesadilla de jamón y queso es una base versátil que se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias. Aquí hay algunas ideas para variaciones:
Reemplaza el jamón con verduras salteadas, como champiñones, pimientos, cebolla o espinacas. También puedes añadir frijoles refritos para una opción más sustanciosa.
Utiliza pollo desmenuzado o en cubos en lugar de jamón. Puedes usar pollo asado, pollo a la parrilla o incluso pollo sobrante de otra comida.
Añade una cucharada de salsa de tomate, salsa verde o salsa roja al relleno para darle un toque picante y sabroso.
Experimenta con rellenos dulces, como Nutella, plátano y nueces, o dulce de leche y queso crema. Utiliza tortillas de harina de trigo con un toque de canela para un sabor aún más delicioso.
Si bien las quesadillas son un plato delicioso y reconfortante, es importante tener en cuenta su contenido nutricional. Las quesadillas de jamón y queso pueden ser altas en calorías, grasas saturadas y sodio, dependiendo de los ingredientes utilizados. Para hacer una versión más saludable, puedes optar por tortillas de trigo integral, quesos bajos en grasa y jamón con bajo contenido de sodio. Añadir verduras al relleno también puede aumentar el valor nutricional de la quesadilla.
Las quesadillas de jamón y queso, inspiradas en el clásico de VIPS, son un plato versátil y fácil de preparar que se adapta a diferentes gustos y ocasiones. Con esta receta y los consejos proporcionados, puedes crear una quesadilla perfecta en casa, controlando los ingredientes y personalizando el sabor. Experimenta con diferentes quesos, jamones, verduras y salsas para encontrar tu combinación favorita. ¡Disfruta de este clásico reinventado en tu propia cocina!