Los puerros con bechamel y jamón serrano son un plato que combina la sencillez de la cocina tradicional con un toque de sofisticación. Esta receta, aparentemente humilde, ofrece una explosión de sabores y texturas que deleitará a los paladares más exigentes. A continuación, exploraremos en detalle cada aspecto de este plato, desde la selección de los ingredientes hasta los trucos para lograr una bechamel perfecta.

Orígenes y Evolución del Plato

Si bien la bechamel tiene raíces francesas (atribuida a Louis de Béchamel, maître d'hôtel de Luis XIV), la combinación con puerros y jamón serrano es una adaptación que probablemente surgió en la cocina española, aprovechando la calidad del jamón y la disponibilidad de los puerros, especialmente durante el invierno. El plato se ha popularizado como una opción elegante y reconfortante para los meses fríos, adaptándose a diferentes interpretaciones regionales y personales.

Ingredientes Clave: La Base del Éxito

  • Puerros: La calidad del puerro es fundamental. Busca puerros frescos, firmes y con la parte blanca bien desarrollada. Evita aquellos que tengan hojas amarillentas o estén blandos. El sabor dulce y suave del puerro es la base del plato.
  • Jamón Serrano: Un buen jamón serrano aporta un toque salado y umami que equilibra la dulzura del puerro y la cremosidad de la bechamel. Escoge un jamón con un buen nivel de curación, pero no excesivamente salado. Un jamón ibérico de cebo o recebo puede elevar aún más el plato.
  • Bechamel: La bechamel es el alma del plato. Una bechamel bien hecha debe ser suave, cremosa y sin grumos. Utiliza leche entera de buena calidad, mantequilla sin sal y harina de trigo común. La nuez moscada es un ingrediente esencial para aromatizar la bechamel.
  • Queso (Opcional): Un poco de queso rallado gratinado al final puede añadir un toque extra de sabor y textura. El queso Gruyère, Emmental o Parmesano son buenas opciones.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: Para sofreír los puerros y aportar un toque de sabor mediterráneo.
  • Sal y Pimienta Blanca: Para sazonar al gusto. La pimienta blanca es preferible a la negra para evitar puntos oscuros en la bechamel.

Preparación Paso a Paso: El Arte de la Cocina

  1. Limpieza y Corte de los Puerros: Corta la parte verde oscura del puerro (resérvala para caldos o sopas). Lava cuidadosamente la parte blanca, eliminando la tierra que pueda haber entre las capas. Corta los puerros en rodajas finas o en juliana.
  2. Sofrito de Puerros: En una sartén con aceite de oliva virgen extra, sofríe los puerros a fuego lento hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. Este proceso puede tardar unos 15-20 minutos. Una cocción lenta permite que los puerros liberen su dulzor natural.
  3. Preparación de la Bechamel: En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego lento. Añade la harina y cocina durante un par de minutos, removiendo constantemente con unas varillas, para crear un roux (base de la bechamel). Es importante que no se queme.
  4. Incorporación de la Leche: Retira la cacerola del fuego y añade la leche tibia poco a poco, removiendo constantemente con las varillas para evitar que se formen grumos. Una vez incorporada toda la leche, vuelve a poner la cacerola a fuego lento y cocina la bechamel, removiendo continuamente, hasta que espese y tenga una consistencia cremosa. Esto puede tardar unos 15-20 minutos.
  5. Sazonado de la Bechamel: Sazona la bechamel con sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto. Prueba y rectifica la sazón si es necesario.
  6. Incorporación del Jamón Serrano: Corta el jamón serrano en taquitos pequeños o en tiras finas. Añade el jamón a la bechamel y mezcla bien.
  7. Montaje del Plato: Incorpora los puerros sofritos a la bechamel con jamón y mezcla suavemente.
  8. Gratinado (Opcional): Precalienta el horno a 180°C. Vierte la mezcla en una fuente apta para horno. Espolvorea con queso rallado (si se desea) y gratina en el horno durante unos 10-15 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
  9. Servir: Sirve los puerros con bechamel y jamón serrano calientes. Puedes acompañarlos con una ensalada verde o unas tostadas de pan.

Trucos y Consejos para una Receta Perfecta

  • La Calidad de los Ingredientes: Como se mencionó anteriormente, la calidad de los ingredientes es crucial. No escatimes en la calidad del jamón serrano y utiliza leche entera fresca para la bechamel.
  • La Bechamel sin Grumos: El secreto para una bechamel sin grumos es añadir la leche tibia poco a poco y remover constantemente con las varillas. Si a pesar de todo se forman grumos, puedes pasar la bechamel por un colador fino o utilizar una batidora de mano para eliminar los grumos.
  • El Sofrito de Puerros: No apresures el sofrito de los puerros. Una cocción lenta y a fuego lento permite que los puerros liberen su dulzor natural y se caramelicen ligeramente.
  • La Nuez Moscada: No te excedas con la nuez moscada. Un toque sutil es suficiente para realzar el sabor de la bechamel.
  • Variaciones de la Receta: Puedes añadir otros ingredientes a la receta, como champiñones salteados, espinacas o incluso un poco de vino blanco a la bechamel.
  • Presentación: La presentación es importante. Puedes servir los puerros con bechamel y jamón serrano en cazuelitas individuales o en una fuente grande. Espolvorea con un poco de perejil fresco picado para darle un toque de color.

Variaciones y Adaptaciones: Un Plato Versátil

La receta de puerros con bechamel y jamón serrano es muy versátil y se presta a diversas adaptaciones y variaciones. Aquí algunas ideas:

  • Versión Vegetariana: Sustituye el jamón serrano por champiñones salteados o espinacas. También puedes añadir nueces picadas para darle un toque crujiente.
  • Versión Vegana: Utiliza leche vegetal (de almendras, soja o avena) para la bechamel y margarina vegetal en lugar de mantequilla. Sustituye el jamón serrano por champiñones salteados o tofu ahumado desmenuzado.
  • Con Bacalao: Añade bacalao desalado y desmigado a la bechamel para un plato más contundente.
  • Con Gambas: Añade gambas peladas y salteadas a la bechamel para un toque marinero.
  • Con Trufa: Ralla un poco de trufa fresca sobre el plato justo antes de servir para un toque de lujo.

Maridaje: El Vino Perfecto para Acompañar

El maridaje ideal para los puerros con bechamel y jamón serrano dependerá de la intensidad del plato. En general, un vino blanco seco y con buena acidez es una buena opción. Un vino blanco de la variedad Albariño, Rueda o un Chardonnay sin crianza en barrica pueden ser excelentes compañeros. Si el plato es más contundente, con la adición de bacalao o gambas, un vino blanco con un poco más de cuerpo, como un Godello o un Viognier, puede ser una mejor opción. Para los amantes del vino tinto, un vino tinto joven y ligero, como un Beaujolais o un Pinot Noir, puede ser una alternativa interesante.

Beneficios Nutricionales: Más Allá del Sabor

Si bien los puerros con bechamel y jamón serrano son un plato delicioso, también ofrecen algunos beneficios nutricionales:

  • Puerros: Son bajos en calorías y ricos en fibra, vitaminas (A, C, K) y minerales (potasio, calcio, hierro). También contienen antioxidantes y compuestos sulfurados que pueden tener propiedades anticancerígenas.
  • Jamón Serrano: Es una fuente de proteínas de alta calidad y contiene vitaminas del grupo B y minerales como el hierro y el zinc. Sin embargo, es importante consumirlo con moderación debido a su alto contenido en sodio.
  • Bechamel: Aporta calcio (de la leche) y energía (de la mantequilla y la harina).

En resumen, los puerros con bechamel y jamón serrano son un plato que combina sabor, tradición y versatilidad. Con un poco de práctica y atención a los detalles, puedes crear una deliciosa obra maestra culinaria que impresionará a tus invitados y satisfará tu paladar.

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