Elprovolone al horno con jamón es una receta que combina la sencillez en su preparación con un sabor intenso y reconfortante. Es un plato ideal para una cena rápida, un aperitivo especial o incluso como parte de una tabla de quesos gourmet. En este artículo, exploraremos a fondo esta receta, desde sus orígenes hasta las variaciones más creativas, pasando por consejos para obtener el mejor resultado posible.
Orígenes e Historia del Provolone al Horno
El queso provolone, originario de Italia, específicamente de la región de Campania, tiene una larga historia ligada a la tradición quesera italiana. Aunque es un queso relativamente moderno en comparación con otros quesos italianos, su popularidad creció rápidamente gracias a su versatilidad y su sabor característico. La versión al horno, y particularmente con la adición de jamón, es una adaptación moderna que busca realzar aún más el sabor del queso y crear una experiencia culinaria más completa. La combinación de la textura cremosa y ligeramente ahumada del provolone con el sabor salado y curado del jamón es simplemente irresistible.
Ingredientes Necesarios
La belleza de esta receta reside en su simplicidad. Necesitarás pocos ingredientes para crear un plato espectacular:
- Queso Provolone: Una rueda o porción gruesa de queso provolone, preferiblemente de buena calidad. El tamaño dependerá de la cantidad de porciones que desees preparar.
- Jamón Serrano o Ibérico: Unas lonchas de jamón serrano o ibérico, dependiendo de tu preferencia y presupuesto. El jamón ibérico aportará un sabor más intenso y complejo.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: Un chorrito para rociar el queso y la fuente.
- Hierbas Aromáticas (opcional): Orégano, romero, tomillo, albahaca fresca... Aportan un toque aromático y fresco.
- Pimienta Negra Recién Molida (opcional): Para darle un toque picante.
- Pan Tostado o Crustones (para servir): Ideal para acompañar el queso fundido.
Preparación Paso a Paso
La preparación es muy sencilla, pero es importante seguir los pasos para obtener el mejor resultado:
- Precalentar el Horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Preparar el Queso: Si tienes una rueda de provolone, córtala en porciones gruesas de aproximadamente 2-3 cm de grosor. Si ya tienes porciones individuales, puedes utilizarlas directamente.
- Preparar la Fuente: Unta una fuente apta para horno con un poco de aceite de oliva.
- Colocar el Queso y el Jamón: Coloca las porciones de provolone en la fuente. Cubre cada porción con unas lonchas de jamón. Puedes enrollar el jamón o simplemente colocarlo encima del queso.
- Añadir Aromas (Opcional): Espolvorea las hierbas aromáticas que hayas elegido sobre el queso y el jamón. Un poco de pimienta negra recién molida también puede ser un buen añadido.
- Rociar con Aceite de Oliva: Riega todo con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- Hornear: Hornea durante 10-15 minutos, o hasta que el queso esté completamente derretido y burbujeante, y el jamón esté ligeramente crujiente. Vigila el horno para que el queso no se queme.
- Servir: Saca el provolone del horno y sírvelo inmediatamente, acompañado de pan tostado o crustones.
Consejos y Trucos para un Provolone al Horno Perfecto
- Calidad del Queso: Utiliza un queso provolone de buena calidad. Un queso de calidad inferior puede derretirse de forma desigual o tener un sabor menos intenso. Busca un provolone con denominación de origen protegida (DOP) si quieres la mejor calidad.
- Tipo de Jamón: La elección del jamón es crucial. El jamón serrano es una opción económica y sabrosa, pero el jamón ibérico aportará un sabor mucho más complejo y delicioso. Si quieres una opción más ligera, puedes utilizar jamón cocido de buena calidad.
- Hierbas Frescas: Las hierbas frescas aportan un aroma y sabor superiores a las hierbas secas. Si tienes la posibilidad, utiliza hierbas frescas recién cortadas.
- Variación con Tomate: Para una variante más rica, puedes añadir rodajas de tomate fresco o tomate cherry a la fuente antes de hornear. El tomate aportará un toque de acidez que complementa muy bien el queso y el jamón.
- Ajo: Un diente de ajo picado finamente y esparcido sobre el queso antes de hornear puede añadir un toque de sabor extra.
- No Sobrehornear: Es importante no sobrehornear el queso, ya que puede volverse gomoso y perder su textura cremosa. Vigila el horno y saca el queso cuando esté derretido y burbujeante.
- Servir Inmediatamente: El provolone al horno se disfruta mejor caliente, cuando el queso está recién derretido y el jamón está crujiente.
Variaciones Creativas de la Receta
Una de las grandes ventajas del provolone al horno es su versatilidad. Puedes experimentar con diferentes ingredientes y sabores para crear tu propia versión personalizada:
- Provolone al Horno con Champiñones: Añade champiñones laminados a la fuente antes de hornear. Los champiñones aportan un sabor terroso que combina muy bien con el queso y el jamón.
- Provolone al Horno con Pimiento: Añade pimientos rojos o verdes en julianas a la fuente. Los pimientos aportan un toque dulce y crujiente.
- Provolone al Horno con Aceitunas: Añade aceitunas negras o verdes a la fuente; Las aceitunas aportan un sabor salado y mediterráneo.
- Provolone al Horno con Miel y Nueces: Después de hornear, rocía el queso con un poco de miel y espolvorea nueces picadas. La combinación de dulce y salado es deliciosa.
- Provolone al Horno con Salsa Pesto: Unta el queso con salsa pesto antes de hornear. El pesto aporta un sabor intenso a albahaca y piñones.
- Provolone al Horno Picante: Añade un poco de chile picado o unas gotas de salsa picante al queso antes de hornear. Ideal para los amantes del picante.
Maridaje: ¿Con qué acompañar el Provolone al Horno?
El provolone al horno con jamón es un plato que se presta a ser acompañado de una variedad de bebidas y alimentos. Aquí tienes algunas sugerencias:
- Vino: Un vino blanco seco y afrutado, como un Chardonnay o un Sauvignon Blanc, complementa muy bien el sabor del queso y el jamón. Un vino tinto ligero, como un Pinot Noir, también puede ser una buena opción.
- Cerveza: Una cerveza rubia ligera o una IPA con un toque cítrico pueden ser un buen acompañamiento.
- Pan: Pan tostado, crustones, pan de payés o incluso focaccia son excelentes para acompañar el queso fundido.
- Ensalada: Una ensalada fresca y ligera, con hojas verdes, tomate, pepino y vinagreta balsámica, puede equilibrar la riqueza del queso.
- Fruta: Uvas, higos o peras pueden ser un buen contraste con el sabor salado del queso y el jamón.
Beneficios Nutricionales (con moderación)
Si bien el provolone al horno con jamón es un plato delicioso, es importante consumirlo con moderación debido a su contenido calórico y graso. Sin embargo, también ofrece algunos beneficios nutricionales:
- Proteínas: El queso y el jamón son buenas fuentes de proteínas, esenciales para la construcción y reparación de tejidos.
- Calcio: El queso es rico en calcio, importante para la salud ósea.
- Vitaminas: El queso contiene vitaminas A y B12.
- Minerales: El jamón aporta hierro y zinc.
Es importante recordar que el jamón, especialmente el jamón serrano o ibérico, puede ser alto en sodio. Por lo tanto, es recomendable moderar su consumo, especialmente para personas con hipertensión.
Conclusión: Un Clásico Reinterpretado
Elprovolone al horno con jamón es una receta que combina la tradición italiana con la innovación culinaria. Su sencillez en la preparación y su sabor irresistible lo convierten en un plato perfecto para cualquier ocasión. Experimenta con diferentes ingredientes y sabores para crear tu propia versión personalizada y disfruta de este placer culinario al alcance de todos. Recuerda consumirlo con moderación y disfrutar de cada bocado.
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