El pollo deshuesado relleno de jamón y queso es un plato clásico que nunca falla. Combina la jugosidad del pollo con la riqueza del jamón y la cremosidad del queso, creando una sinfonía de sabores en cada bocado. Esta receta, adaptable a diferentes gustos y ocasiones, te guiará paso a paso para lograr un resultado espectacular.
Historia y Origen del Plato
Aunque no existe una fecha o lugar de invención exactos, la idea de rellenar carnes es antigua y común en muchas culturas. El pollo, por su versatilidad y relativa facilidad de deshuese, se presta especialmente bien a esta técnica. La combinación de jamón y queso, por su parte, es un clásico atemporal que aporta sabor y textura. La popularidad de este plato se debe a su sencillez, adaptabilidad y al deleite que produce al paladar.
Ingredientes Necesarios
- 1 pollo entero (aproximadamente 1.5 ⏤ 2 kg), deshuesado
- 200g de jamón cocido o serrano, en lonchas finas
- 200g de queso (gruyere, emmental, mozzarella o una mezcla), en lonchas o rallado
- 50g de mantequilla, derretida
- 1 cebolla pequeña, picada finamente
- 2 dientes de ajo, picados finamente
- 1/2 taza de pan rallado
- 1/4 taza de perejil fresco, picado
- Sal y pimienta al gusto
- Hilo de cocina
- Aceite de oliva
- Opcional: hierbas aromáticas (tomillo, romero, salvia)
- Opcional: vino blanco para rociar
Preparación Paso a Paso
1. El Deshuese del Pollo: Una Técnica Precisa
El deshuese del pollo puede parecer complicado, pero con paciencia y las herramientas adecuadas, es un proceso factible. Aquí te explico cómo hacerlo:
- Preparación: Coloca el pollo sobre una tabla de cortar, con la pechuga hacia arriba.
- Separación de la piel: Con un cuchillo afilado, separa la piel de la carne con cuidado, comenzando por la pechuga y avanzando hacia los muslos y las alas.
- Extracción de la pechuga: Corta a lo largo del hueso de la pechuga y separa la carne del hueso, trabajando con el cuchillo lo más cerca posible del hueso.
- Extracción de los huesos de los muslos y las alas: Dobla la pata hacia atrás para dislocar la articulación y corta alrededor del hueso para separarlo de la carne. Repite el proceso para el ala. En la parte superior del muslo, donde se une al cuerpo, hay una articulación. Corta a través de esa articulación para separar completamente el muslo del cuerpo. Repite para el otro muslo y las alas.
- Remoción completa: Continúa separando la carne del resto de la estructura ósea, teniendo cuidado de no romper la piel. Es posible que debas hacer pequeños cortes para liberar la carne alrededor de las articulaciones.
- Revisión: Una vez que hayas retirado la mayor parte de los huesos, revisa el pollo en busca de pequeños huesos restantes y retíralos con pinzas.
Alternativa: Si el deshuese te resulta difícil, puedes pedirle a tu carnicero que lo haga por ti.
2. Preparación del Relleno
- En una sartén, derrite un poco de mantequilla o aceite de oliva a fuego medio.
- Sofríe la cebolla y el ajo picados hasta que estén transparentes y fragantes.
- Retira del fuego y mezcla con el pan rallado, el perejil picado, sal y pimienta.
- Opcional: Agrega hierbas aromáticas como tomillo, romero o salvia para un sabor más intenso.
3. Rellenando y Envolviendo el Pollo
- Extiende el pollo deshuesado sobre una superficie limpia, con la piel hacia abajo.
- Salpimienta el interior del pollo al gusto.
- Cubre la superficie del pollo con las lonchas de jamón y queso, procurando distribuirlos uniformemente.
- Esparce la mezcla de pan rallado sobre el jamón y el queso.
- Comienza a enrollar el pollo con cuidado, comenzando por uno de los extremos, procurando que el relleno quede bien contenido en el interior.
- Una vez enrollado, ata el pollo con hilo de cocina en varios puntos, asegurando que quede bien cerrado y compacto. Asegúrate de que el hilo esté bien ajustado para mantener la forma del pollo durante la cocción.
4. Horneado del Pollo
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Unta el pollo relleno con mantequilla derretida o aceite de oliva.
- Coloca el pollo en una fuente para horno.
- Opcional: Rocía el pollo con un poco de vino blanco para darle más sabor y jugosidad.
- Hornea durante aproximadamente 1 hora y 15 minutos, o hasta que el pollo esté dorado por fuera y cocido por dentro. El tiempo de cocción puede variar dependiendo del tamaño del pollo. Para asegurarte de que está cocido, puedes usar un termómetro de cocina. La temperatura interna del pollo debe ser de 74°C (165°F).
- Durante el horneado, baña el pollo con sus propios jugos cada 20 minutos para que quede más jugoso.
5. Reposo y Corte
- Una vez horneado, retira el pollo del horno y déjalo reposar durante al menos 10 minutos antes de cortarlo. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan y la carne quede más jugosa.
- Retira el hilo de cocina con cuidado.
- Corta el pollo en rodajas de aproximadamente 2 cm de grosor.
Consejos y Variaciones
- El queso: Experimenta con diferentes tipos de queso. El gruyere y el emmental son buenas opciones por su sabor y capacidad de fundirse. La mozzarella aporta una textura cremosa. También puedes usar una mezcla de quesos.
- El jamón: Puedes usar jamón cocido, jamón serrano o incluso panceta ahumada. Cada uno aportará un sabor diferente.
- El relleno: Puedes añadir otros ingredientes al relleno, como champiñones salteados, espinacas cocidas, aceitunas picadas o frutos secos.
- La cocción: Si prefieres, puedes cocinar el pollo relleno en una olla a presión o en una barbacoa. En la olla a presión, el tiempo de cocción se reduce considerablemente. En la barbacoa, el pollo adquiere un sabor ahumado delicioso.
- Salsas: Acompaña el pollo relleno con una salsa de champiñones, una salsa de mostaza antigua o una salsa de vino tinto.
- Para principiantes: Si te sientes inseguro con el deshuese, compra un pollo ya deshuesado. También puedes simplificar el relleno usando solo jamón y queso.
- Para profesionales: Experimenta con rellenos más elaborados, como una farsa de champiñones y trufas, o un relleno de verduras asadas y queso de cabra. También puedes utilizar técnicas de cocción más avanzadas, como el sous vide.
- Evitando clichés: No te limites a la combinación tradicional de jamón y queso. Piensa en combinaciones de sabores más innovadoras, como pollo relleno de chorizo y queso manchego, o pollo relleno de espinacas, piñones y pasas.
Acompañamientos Ideales
El pollo deshuesado relleno de jamón y queso es un plato versátil que combina bien con una gran variedad de acompañamientos:
- Puré de patatas
- Arroz blanco o pilaf
- Ensalada verde
- Verduras asadas (espárragos, zanahorias, calabacín)
- Patatas al horno
Consideraciones Nutricionales
El pollo es una excelente fuente de proteínas magras. El jamón y el queso aportan grasas y sodio, por lo que es importante consumirlos con moderación. Para una opción más saludable, utiliza jamón bajo en sodio y queso con menos grasa. También puedes aumentar la proporción de verduras en el relleno para equilibrar la receta.
Conclusión
El pollo deshuesado relleno de jamón y queso es un plato delicioso, versátil y relativamente fácil de preparar. Con esta receta, podrás sorprender a tus invitados con un plato que combina la jugosidad del pollo con el sabor del jamón y la cremosidad del queso. ¡Anímate a probarlo y a experimentar con diferentes variaciones para encontrar tu versión favorita!
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