La pizza de queso y jamón es un plato universalmente amado, un clásico que trasciende generaciones y culturas. Su sencillez esconde una explosión de sabores que satisface tanto a los paladares más exigentes como a los más jóvenes. Esta guía te llevará a través de una receta detallada, fácil de seguir y que te permitirá crear una pizza excepcional en la comodidad de tu hogar. Exploraremos cada aspecto, desde la elección de los ingredientes hasta los trucos para lograr una masa perfecta y un horneado impecable.
Origen e Historia: Más que una Simple Combinación
Aunque la combinación de queso y jamón parezca obvia, su popularización en la pizza moderna es relativamente reciente. La pizza, como la conocemos hoy, tiene sus raíces en Nápoles, Italia, donde inicialmente se consumía como un alimento humilde, aderezado con ingredientes básicos como tomate, ajo y aceite de oliva. La adición de queso, especialmente la mozzarella, fue un desarrollo posterior, y la incorporación del jamón, en sus diversas variantes (prosciutto, jamón cocido, etc.), se popularizó con la expansión de la pizza a nivel global. Es crucial entender que la calidad del jamón empleado influye drásticamente en el sabor final; un jamón de baja calidad puede arruinar incluso la mejor masa y salsa.
Ingredientes de Calidad: La Base del Éxito
La calidad de los ingredientes es fundamental para obtener una pizza de queso y jamón deliciosa. No escatimes en la calidad, especialmente en el queso y el jamón. Un buen queso se derretirá uniformemente y aportará un sabor rico y cremoso, mientras que un jamón de calidad ofrecerá un sabor intenso y una textura agradable.
Para la Masa:
- Harina de Trigo (Todo Uso o de Fuerza): 500 gramos. La harina de fuerza (con mayor contenido de gluten) proporciona una masa más elástica y fácil de trabajar. Si usas harina todo uso, considera añadir una pizca de gluten de trigo para mejorar la elasticidad.
- Agua Tibia: 300 ml. La temperatura del agua es crucial para activar la levadura. Debe estar tibia, no caliente, para no matarla.
- Levadura Fresca o Seca: 25 gramos de levadura fresca o 7 gramos de levadura seca activa. Si usas levadura seca, actívala en agua tibia con una pizca de azúcar durante unos 10 minutos antes de añadirla a la harina.
- Sal: 10 gramos. La sal controla la fermentación de la levadura y realza el sabor de la masa.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: 30 ml. El aceite de oliva añade sabor y flexibilidad a la masa.
Para la Salsa:
- Tomates Triturados o Salsa de Tomate: 400 gramos. Prioriza tomates de buena calidad, preferiblemente italianos, para un sabor más auténtico.
- Ajo: 2 dientes, picados finamente. El ajo aporta un aroma y sabor característicos.
- Orégano Seco: 1 cucharadita. El orégano es un clásico de la pizza.
- Albahaca Fresca: Unas hojas, picadas (opcional). La albahaca fresca añade un toque de frescura.
- Aceite de Oliva Virgen Extra: 2 cucharadas.
- Sal y Pimienta Negra: Al gusto.
Para el Relleno:
- Queso Mozzarella: 300 gramos, rallado o en rodajas. La mozzarella fresca es la mejor opción, pero la mozzarella rallada también funciona bien. Evita la mozzarella baja en grasa, ya que no se derrite tan bien.
- Jamón Cocido o Prosciutto: 200 gramos, en lonchas finas. El prosciutto añade un sabor más intenso y salado.
- Queso Parmesano Rallado: 50 gramos (opcional). El parmesano añade un toque de sabor umami.
Preparación Paso a Paso: El Arte de la Pizza Casera
Seguir estos pasos cuidadosamente garantizará una pizza deliciosa y bien hecha. La paciencia es clave, especialmente en el proceso de fermentación de la masa.
Preparación de la Masa:
- Activar la Levadura (si es seca): Disuelve la levadura seca en agua tibia con una pizca de azúcar y déjala reposar durante 10 minutos hasta que se forme espuma. Si usas levadura fresca, desmenúzala directamente en la harina.
- Mezclar los Ingredientes Secos: En un bol grande, mezcla la harina y la sal.
- Añadir los Ingredientes Húmedos: Agrega el agua tibia con la levadura activada (o la levadura fresca desmenuzada) y el aceite de oliva a la mezcla de harina.
- Amasar: Amasa la masa durante 10-15 minutos hasta que esté suave, elástica y no se pegue a las manos. Puedes usar una amasadora o hacerlo a mano sobre una superficie enharinada. La clave está en desarrollar el gluten de la harina.
- Primer Levado: Forma una bola con la masa, colócala en un bol ligeramente engrasado, cúbrela con un paño húmedo o film transparente y déjala levar en un lugar cálido durante al menos 1 hora, o hasta que duplique su tamaño. Este proceso es fundamental para que la masa desarrolle sabor y textura. Un levado más largo (incluso en la nevera durante la noche) puede mejorar aún más el sabor.
- Desgasificar y Segundo Levado (opcional): Desgasifica la masa (presiona suavemente para liberar el aire) y déjala levar por segunda vez durante 30 minutos. Este paso mejora la textura final de la pizza.
Preparación de la Salsa:
- Sofreír el Ajo: En una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio y sofríe el ajo picado hasta que esté fragante (aproximadamente 1 minuto). Evita que se queme, ya que amargará la salsa.
- Añadir el Tomate: Agrega los tomates triturados o la salsa de tomate a la sartén.
- Sazonar: Agrega el orégano, la albahaca (si la usas), la sal y la pimienta negra.
- Cocinar a Fuego Lento: Cocina la salsa a fuego lento durante 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que se espese ligeramente. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
Montaje y Horneado de la Pizza:
- Precalentar el Horno: Precalienta el horno a la temperatura más alta posible (generalmente entre 220°C y 250°C) con una piedra para pizza dentro (si tienes una). La piedra para pizza ayuda a que la base de la pizza quede crujiente.
- Estirar la Masa: Divide la masa en porciones (según el tamaño de pizza que desees). Sobre una superficie enharinada, estira la masa con un rodillo o con las manos hasta obtener el grosor deseado. Si la masa se resiste a estirarse, déjala reposar unos minutos para que se relaje el gluten.
- Transferir la Masa: Transfiere la masa estirada a una bandeja para pizza o a una pala de pizza espolvoreada con harina de maíz o sémola para evitar que se pegue.
- Añadir la Salsa: Extiende una capa fina y uniforme de salsa de tomate sobre la masa, dejando un borde limpio para la corteza.
- Añadir el Queso: Espolvorea el queso mozzarella rallado o coloca las rodajas de mozzarella sobre la salsa.
- Añadir el Jamón: Coloca las lonchas de jamón sobre el queso.
- Añadir el Parmesano (opcional): Espolvorea el queso parmesano rallado sobre el jamón.
- Hornear: Hornea la pizza durante 10-15 minutos, o hasta que la corteza esté dorada y el queso esté derretido y burbujeante. El tiempo de horneado puede variar según el horno.
- Servir: Retira la pizza del horno, déjala reposar unos minutos antes de cortarla y servirla. Puedes añadir unas hojas de albahaca fresca antes de servir para un toque extra de frescura.
Consejos y Trucos para una Pizza Perfecta
Más allá de la receta, pequeños detalles pueden marcar una gran diferencia en el resultado final.
- Usa una piedra para pizza: Precalentar una piedra para pizza en el horno ayuda a que la base quede crujiente y cocida uniformemente.
- Horno a alta temperatura: Cuanto más alta sea la temperatura del horno, mejor. Una temperatura alta ayuda a que la masa se cocine rápidamente y quede crujiente.
- No sobrecargues la pizza: Demasiados ingredientes pueden hacer que la pizza quede blanda.
- Experimenta con diferentes quesos y jamones: Prueba diferentes combinaciones de quesos (gorgonzola, provolone, etc.) y jamones (serrano, ibérico, etc.) para encontrar tu combinación favorita.
- Haz tu propia salsa de tomate: Preparar tu propia salsa de tomate con ingredientes frescos puede mejorar significativamente el sabor de la pizza.
- Congela la masa: Puedes preparar la masa con anticipación y congelarla. Para descongelarla, déjala en el refrigerador durante la noche.
Variaciones Creativas: Más Allá de la Clásica
La pizza de queso y jamón es una base excelente para la experimentación. No tengas miedo de añadir tus propios toques personales.
- Pizza de queso y jamón con champiñones: Agrega champiñones laminados a la pizza antes de hornearla.
- Pizza de queso y jamón con piña: Para los amantes de la pizza hawaiana.
- Pizza de queso y jamón con rúcula: Agrega rúcula fresca después de hornear la pizza para un toque picante y fresco.
- Pizza de queso y jamón con aceitunas negras: Agrega aceitunas negras en rodajas para un sabor salado y mediterráneo.
- Pizza de queso y jamón con pimientos: Agrega pimientos rojos o verdes en rodajas para un toque dulce y crujiente.
Errores Comunes y Cómo Evitarlos
Incluso los cocineros más experimentados pueden cometer errores. Aquí te mostramos algunos de los más comunes y cómo prevenirlos.
- Masa demasiado pegajosa: Amasa la masa durante más tiempo o añade un poco más de harina.
- Masa poco elástica: Asegúrate de usar harina de fuerza o añade gluten de trigo.
- Salsa demasiado líquida: Cocina la salsa durante más tiempo para que se espese.
- Pizza quemada: Reduce la temperatura del horno o coloca la pizza en un estante más bajo.
- Pizza blanda: Precalienta el horno a una temperatura más alta o usa una piedra para pizza.
Nutrición y Consideraciones de Salud
Si bien la pizza es deliciosa, es importante consumirla con moderación como parte de una dieta equilibrada.
- Calorías: Una porción de pizza de queso y jamón puede contener entre 250 y 400 calorías, dependiendo del tamaño de la porción y los ingredientes utilizados.
- Grasas: La pizza puede ser rica en grasas, especialmente si se utiliza queso y jamón grasos.
- Sodio: La pizza también puede ser alta en sodio, especialmente debido al queso y al jamón.
- Fibra: La pizza no es una buena fuente de fibra.
- Opciones más saludables: Puedes hacer que la pizza sea más saludable utilizando ingredientes integrales, reduciendo la cantidad de queso y jamón, y añadiendo verduras.
Conclusión: Una Pizza para Cada Ocasión
La pizza de queso y jamón es un plato versátil y adaptable que se puede disfrutar en cualquier ocasión. Ya sea para una cena familiar, una fiesta con amigos o una noche de cine, la pizza siempre es una opción ganadora. Con esta guía completa, tienes todo lo que necesitas para crear una pizza deliciosa y memorable en la comodidad de tu hogar. ¡Buen provecho!
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