La pizza de jamón serrano y huevo es una variante exquisita de la pizza tradicional, que combina la salinidad del jamón serrano con la cremosidad del huevo, creando una explosión de sabores en cada bocado. Esta receta es perfecta para una cena rápida, una reunión informal con amigos o simplemente para disfrutar de un capricho culinario en casa. Además, es altamente adaptable a tus gustos y a los ingredientes que tengas a mano. Prepárate para descubrir una nueva forma de disfrutar la pizza, elevándola a un nivel gourmet con ingredientes sencillos pero de alta calidad;
Origen e Inspiración
Si bien la pizza tiene sus raíces en Italia, la combinación de jamón serrano y huevo en platos salados es común en la gastronomía española y otras cocinas europeas. La idea de fusionar estos sabores en una pizza es una reinterpretación moderna que busca equilibrar la tradición con la innovación. La pizza de jamón serrano y huevo no es una receta rígida; permite experimentar con diferentes tipos de queso, salsas e incluso añadir verduras para complementar los sabores principales.
Ingredientes (para una pizza mediana)
Masa de Pizza:
- 250g de harina de trigo (preferiblemente de fuerza)
- 150ml de agua tibia
- 5g de levadura fresca (o 2g de levadura seca)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Cobertura:
- 150g de tomate triturado (o salsa de tomate casera)
- 150g de mozzarella fresca (o rallada)
- 100g de jamón serrano en lonchas finas
- 2-3 huevos
- Queso Parmesano rallado (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Orégano seco
- Pimienta negra recién molida
- Hojas frescas de albahaca (opcional, para decorar)
Preparación Paso a Paso
Preparación de la Masa:
- Activar la levadura: Disuelve la levadura fresca en el agua tibia con una pizca de azúcar. Deja reposar durante unos 5-10 minutos hasta que empiece a burbujear. Este paso asegura que la levadura esté activa y que la masa leve correctamente.
- Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla la harina con la sal.
- Añadir los ingredientes líquidos: Incorpora la mezcla de levadura y el aceite de oliva al bol con la harina. Mezcla con una cuchara o espátula hasta que se forme una masa pegajosa.
- Amasar: Enharina ligeramente una superficie de trabajo y amasa la masa durante unos 8-10 minutos hasta que esté suave y elástica. Si utilizas una amasadora, amasa durante unos 5 minutos a velocidad media. El amasado es crucial para desarrollar el gluten, lo que dará a la masa su textura característica.
- Primer levado: Forma una bola con la masa, colócala en un bol ligeramente engrasado, cúbrela con un paño húmedo y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1-1.5 horas, o hasta que duplique su tamaño. Un ambiente cálido favorece la fermentación de la levadura.
- Desgasificar y segundo levado (opcional): Una vez que la masa haya levado, desgasifícala suavemente presionándola con los dedos. Si quieres una masa más esponjosa, puedes dejarla levar por segunda vez durante unos 30 minutos.
Montaje y Horneado de la Pizza:
- Precalentar el horno: Precalienta el horno a la temperatura más alta posible (generalmente entre 220-250°C) con una piedra para pizza dentro si tienes una. La piedra para pizza ayuda a que la base quede crujiente.
- Extender la masa: Enharina ligeramente una superficie de trabajo y extiende la masa con un rodillo o con las manos hasta obtener la forma deseada. Si prefieres una pizza más gruesa, no la extiendas demasiado.
- Añadir la salsa de tomate: Extiende una capa fina y uniforme de tomate triturado sobre la masa, dejando un borde libre para la corteza.
- Añadir la mozzarella: Distribuye la mozzarella sobre la salsa de tomate.
- Hornear la pizza (primera fase): Hornea la pizza durante unos 8-10 minutos, o hasta que la masa esté ligeramente dorada y el queso empiece a fundirse. Este primer horneado asegura que la base esté cocida antes de añadir los ingredientes más delicados.
- Añadir el jamón serrano y los huevos: Retira la pizza del horno y distribuye las lonchas de jamón serrano sobre el queso. Haz unos huecos con una cuchara y casca un huevo en cada uno. Intenta mantener la yema intacta.
- Hornear la pizza (segunda fase): Vuelve a hornear la pizza durante unos 3-5 minutos, o hasta que los huevos estén cocidos a tu gusto. El tiempo de cocción dependerá de si prefieres la yema líquida o más cocida.
- Añadir los toques finales: Retira la pizza del horno y espolvorea con queso parmesano rallado (opcional), orégano seco y pimienta negra recién molida. Rocía con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- Servir: Decora con hojas frescas de albahaca (opcional) y sirve la pizza inmediatamente.
Sugerencias y Variaciones
- Tipo de Masa: Puedes utilizar masa de pizza comprada en lugar de hacerla casera. En este caso, asegúrate de que sea de buena calidad.
- Queso: Además de la mozzarella, puedes utilizar otros tipos de queso como provolone, queso de cabra o incluso un poco de queso azul para un sabor más intenso.
- Verduras: Añade verduras como champiñones laminados, espinacas frescas o rúcula para complementar los sabores del jamón y el huevo.
- Salsa: Experimenta con diferentes salsas, como pesto, salsa blanca o incluso una salsa de pimientos asados.
- Picante: Añade un poco de guindilla o aceite de chile para darle un toque picante a la pizza.
- Hierbas: Prueba a utilizar otras hierbas aromáticas como romero, tomillo o perejil en lugar de orégano.
- Jamón: Aunque el jamón serrano es el ingrediente estrella, puedes utilizar otro tipo de jamón curado o incluso panceta ahumada.
- Huevos: La calidad de los huevos es importante. Utiliza huevos frescos de granja para un sabor superior y una yema de color intenso.
Consejos para un Resultado Perfecto
- La temperatura del horno es crucial: Un horno muy caliente es esencial para obtener una pizza con una base crujiente y un queso fundido.
- No sobrecargues la pizza: Demasiados ingredientes pueden hacer que la base quede blanda.
- Utiliza ingredientes de alta calidad: La calidad de los ingredientes se reflejará en el sabor final de la pizza.
- Vigila la cocción de los huevos: El tiempo de cocción de los huevos dependerá de tu gusto personal. Si prefieres la yema líquida, retira la pizza del horno antes.
- Deja reposar la pizza antes de cortarla: Dejar reposar la pizza durante unos minutos antes de cortarla permite que los ingredientes se asienten y evita que se desparramen.
Consideraciones Nutricionales
La pizza de jamón serrano y huevo, como cualquier pizza, es una comida que aporta carbohidratos, proteínas y grasas. La masa proporciona carbohidratos, el jamón y el huevo aportan proteínas, y el queso y el aceite de oliva son fuentes de grasas. Es importante tener en cuenta las cantidades y la calidad de los ingredientes para hacer de esta pizza una opción más saludable.
- Masa integral: Utilizar harina integral para la masa aumenta el contenido de fibra.
- Queso bajo en grasa: Optar por mozzarella baja en grasa reduce el aporte calórico.
- Control de la sal: El jamón serrano ya es salado, así que modera la cantidad de sal que añades a la masa y a la cobertura.
- Añadir verduras: Incorporar verduras aumenta el contenido de vitaminas y minerales.
Maridaje
La pizza de jamón serrano y huevo marida bien con vinos blancos secos y afrutados, como un Verdejo o un Albariño. También puede acompañarse con una cerveza artesanal tipo Pale Ale o IPA, cuyo amargor contrasta con la grasa del jamón y el huevo. Un vino rosado seco también es una excelente opción.
Conclusión
La pizza de jamón serrano y huevo es una opción deliciosa y versátil para disfrutar en casa. Con esta receta, puedes crear una pizza gourmet con ingredientes sencillos y sorprender a tus invitados o simplemente darte un capricho culinario. Anímate a experimentar con diferentes variaciones y a adaptar la receta a tus gustos personales. ¡Buen provecho!
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