La pechuga de pollo rellena de jamón y queso es un plato clásico, delicioso y sorprendentemente fácil de preparar. Es una opción ideal tanto para una comida familiar como para una cena especial. Esta receta te guiará paso a paso para que obtengas una pechuga jugosa, con un relleno derretido y un sabor irresistible. Más allá de la receta básica, exploraremos variaciones, consejos y trucos para que puedas personalizarla a tu gusto y sorprender a todos.

Ingredientes:

  • 4 pechugas de pollo (aproximadamente 150-200 gramos cada una), sin piel ni hueso. Es importante que sean de un grosor uniforme para una cocción pareja.
  • 8 lonchas de jamón cocido (o jamón serrano, si prefieres un sabor más intenso). Opta por un jamón de buena calidad para un mejor resultado.
  • 8 lonchas de queso (queso suizo, mozzarella, gouda o el que más te guste). El queso que se derrite bien es ideal.
  • 2 huevos
  • 1/2 taza de pan rallado (puedes usar pan rallado tradicional o panko para un resultado más crujiente).
  • 1/4 taza de harina (harina de trigo común).
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto.
  • Aceite de oliva virgen extra (para cocinar).
  • Opcional: Especias como ajo en polvo, cebolla en polvo, pimentón dulce, hierbas provenzales.

Preparación: Paso a Paso

  1. Preparación de las pechugas: Coloca cada pechuga entre dos hojas de papel film. Con un mazo de cocina o un rodillo, golpea suavemente la pechuga hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1 cm. Esto ayudará a que se cocine de manera uniforme y quede más tierna. Sazona las pechugas con sal, pimienta y las especias opcionales que desees.
  2. Relleno de las pechugas: Coloca dos lonchas de jamón y dos de queso sobre cada pechuga aplanada, dejando un pequeño borde libre alrededor. Dobla la pechuga por la mitad, cubriendo el relleno. Si es necesario, puedes asegurar los bordes con palillos de dientes para evitar que el relleno se salga durante la cocción. Sin embargo, si las pechugas están bien cerradas, no será necesario.
  3. Empanizado de las pechugas: Prepara tres platos hondos. En el primero, coloca la harina. En el segundo, bate los huevos. En el tercero, coloca el pan rallado. Pasa cada pechuga rellena primero por la harina, asegurándote de cubrirla completamente. Luego, sumérgela en el huevo batido, y finalmente, cúbrela con el pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien. Repite el proceso de empanizado para una cobertura más crujiente (opcional).
  4. Cocción de las pechugas: Calienta una sartén grande a fuego medio con suficiente aceite de oliva virgen extra para cubrir el fondo. Cuando el aceite esté caliente, coloca las pechugas rellenas en la sartén, asegurándote de no sobrecargarla para que mantenga la temperatura. Cocina las pechugas durante aproximadamente 6-8 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y cocidas por completo. Para asegurarte de que el pollo esté cocido, puedes cortar una pechuga por la mitad y verificar que no haya partes rosadas. La temperatura interna debe ser de al menos 74°C (165°F);
  5. Reposo y Servir: Una vez cocidas, retira las pechugas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Déjalas reposar durante unos minutos antes de servir. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan y la pechuga quede más jugosa. Retira los palillos de dientes (si los usaste) antes de servir.

Consejos para una Pechuga de Pollo Perfecta

  • Elige ingredientes de calidad: La calidad del jamón y el queso influirá directamente en el sabor final del plato. Opta por ingredientes frescos y de buena calidad.
  • No sobrecargues las pechugas: Si rellenas demasiado las pechugas, será más difícil cerrarlas y el relleno podría salirse durante la cocción.
  • Controla la temperatura del aceite: Si el aceite está demasiado caliente, el pan rallado se quemará antes de que el pollo esté cocido por dentro. Si el aceite no está lo suficientemente caliente, las pechugas absorberán demasiado aceite.
  • No cocines demasiado el pollo: El pollo cocido en exceso tiende a quedar seco y duro. Cocínalo hasta que esté dorado por fuera y cocido por dentro, pero sin pasarte. Un termómetro de cocina es una herramienta muy útil para asegurarte de que el pollo esté cocido a la temperatura correcta.
  • Déjalas reposar antes de servir: El reposo permite que los jugos se redistribuyan dentro de la pechuga, lo que resulta en una carne más jugosa y sabrosa.
  • Experimenta con diferentes rellenos: No te limites al jamón y el queso. Puedes agregar otros ingredientes como champiñones salteados, espinacas, pimientos asados, cebolla caramelizada, o incluso diferentes tipos de queso;
  • Hornea las pechugas: Si prefieres una opción más saludable, puedes hornear las pechugas en lugar de freírlas. Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca las pechugas empanizadas en una bandeja para hornear y hornea durante 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y cocidas por completo.
  • Prepara una salsa: Una salsa puede realzar el sabor de las pechugas rellenas. Puedes preparar una salsa de champiñones, una salsa de queso, una salsa de tomate, o incluso una salsa agridulce.

Variaciones de la Receta

La pechuga de pollo rellena es un plato muy versátil que se presta a muchas variaciones. Aquí te presento algunas ideas para que experimentes y encuentres tu combinación favorita:

  • Pechuga rellena de espinacas y queso feta: Saltea espinacas frescas con ajo y cebolla. Mezcla las espinacas con queso feta desmenuzado y utiliza esta mezcla para rellenar las pechugas.
  • Pechuga rellena de champiñones y queso brie: Saltea champiñones laminados con ajo y hierbas provenzales. Rellena las pechugas con los champiñones y queso brie en lonchas.
  • Pechuga rellena de pimientos asados y queso provolone: Asa pimientos rojos y amarillos hasta que la piel esté quemada. Pela los pimientos y córtalos en tiras. Rellena las pechugas con las tiras de pimiento y queso provolone.
  • Pechuga rellena de cebolla caramelizada y queso de cabra: Carameliza cebolla en rodajas finas a fuego lento hasta que estén blandas y doradas. Rellena las pechugas con la cebolla caramelizada y queso de cabra desmenuzado.
  • Pechuga rellena de pesto y mozzarella: Unta las pechugas con pesto fresco y rellena con lonchas de mozzarella fresca.

Acompañamientos Ideales

La pechuga de pollo rellena de jamón y queso combina bien con una variedad de acompañamientos. Aquí te sugiero algunas opciones:

  • Ensalada fresca: Una ensalada verde con lechuga, tomate, pepino y vinagreta ligera es un acompañamiento refrescante y saludable.
  • Puré de patatas: Un puré de patatas cremoso y suave complementa la textura de la pechuga rellena.
  • Verduras asadas: Asa verduras como brócoli, zanahorias, calabacín y pimientos con hierbas y especias.
  • Arroz blanco: Un arroz blanco esponjoso es un acompañamiento sencillo y versátil.
  • Pasta: Una pasta corta con salsa de tomate o pesto es una opción deliciosa y satisfactoria.

Conclusión

La pechuga de pollo rellena de jamón y queso es una receta clásica que siempre triunfa. Es fácil de preparar, deliciosa y versátil. Con esta guía completa, podrás crear una pechuga de pollo jugosa y sabrosa que impresionará a todos. No tengas miedo de experimentar con diferentes rellenos y acompañamientos para personalizar la receta a tu gusto. ¡Buen provecho!

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