¿Buscas una receta reconfortante, fácil y que no requiera encender el horno? Este pastel de papa con jamón y queso es la solución perfecta. Ideal para esos días en que quieres algo casero pero no tienes mucho tiempo, o simplemente no quieres calentar la cocina. Esta receta te guiará paso a paso para crear un plato delicioso y satisfactorio, perfecto para una comida familiar o una cena rápida.
Comenzamos con la base de nuestro pastel: las papas. Lava y pela las papas. Córtalas en trozos de tamaño similar para asegurar una cocción uniforme; Coloca los trozos de papa en una olla grande y cúbrelos con agua fría. Agrega una cucharadita de sal al agua (esto ayuda a sazonar las papas desde el interior). Lleva el agua a ebullición a fuego alto. Una vez que hierva, reduce el fuego a medio-bajo y cocina las papas hasta que estén tiernas y se puedan pinchar fácilmente con un tenedor (aproximadamente 15-20 minutos). Es crucial que las papas estén bien cocidas para lograr una textura suave y cremosa en el puré.
Una vez cocidas, escurre las papas inmediatamente. Devuélvelas a la olla (sin el agua) y déjalas reposar por un par de minutos para que se evapore el exceso de humedad. Esto ayudará a prevenir que el puré quede aguado.
Ahora es el momento de transformar las papas cocidas en un puré delicioso. Agrega la mantequilla a las papas calientes. El calor residual ayudará a que la mantequilla se derrita rápidamente. Comienza a machacar las papas con un machacador de papas o un pasapurés. Si usas un procesador de alimentos o una batidora eléctrica, ten cuidado de no sobreprocesar las papas, ya que esto puede resultar en un puré gomoso. A medida que machacas, agrega la leche gradualmente hasta obtener la consistencia deseada. El puré debe ser suave, cremoso y sin grumos.
Sazona el puré con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada (si la usas). Prueba y ajusta la sazón según tu gusto. Un buen puré de papas es la clave para un pastel de papa exitoso.
Mientras las papas se cocinan, puedes ir preparando el sofrito de cebolla y ajo. En una sartén grande a fuego medio, derrite un poco de mantequilla (o usa aceite de oliva si prefieres). Agrega la cebolla picada y cocina hasta que esté transparente y suave, aproximadamente 5-7 minutos. Es importante cocinar la cebolla a fuego medio para evitar que se queme y amargue.
Agrega el ajo picado a la sartén y cocina por un minuto más, hasta que desprenda su aroma. Ten cuidado de no quemar el ajo, ya que puede volverse amargo. Retira la sartén del fuego y reserva.
Ahora viene la parte divertida: armar el pastel. Necesitarás una fuente apta para la cocina (puede ser una sartén grande con tapa, una olla baja, o incluso un recipiente de vidrio resistente al calor). Si estás utilizando una sartén o una olla, asegúrate de que tenga tapa, ya que la necesitaremos para cocinar el pastel sin horno.
Comienza extendiendo una capa fina de puré de papas en el fondo de la fuente. Asegúrate de cubrir toda la superficie de manera uniforme. Esto evitará que el pastel se pegue al fondo y facilitará el desmolde.
A continuación, agrega una capa de jamón picado sobre el puré de papas. Distribuye el jamón de manera uniforme para que cada bocado tenga su porción de sabor. Luego, esparce la mitad del sofrito de cebolla y ajo sobre el jamón.
Cubre el jamón y la cebolla con una capa generosa de queso rallado o en lonchas. No escatimes en el queso, ¡es lo que le dará ese toque cremoso y delicioso al pastel!
Repite las capas: otra capa de puré de papas, el resto del jamón, el resto del sofrito de cebolla y ajo, y finalmente, otra capa abundante de queso. Asegúrate de que la última capa sea de puré de papas y queso, esto le dará un aspecto dorado y apetitoso al pastel.
Una vez que el pastel esté armado, es hora de cocinarlo. Coloca la fuente con el pastel sobre la estufa, a fuego muy bajo. Cubre la fuente con una tapa para que el calor se concentre y el queso se derrita de manera uniforme. Cocina el pastel durante aproximadamente 20-25 minutos, o hasta que el queso esté completamente derretido y burbujeante, y el puré de papas esté caliente.
Es importante cocinar el pastel a fuego muy bajo para evitar que se queme el fondo. Si ves que el queso se está dorando demasiado rápido, puedes reducir aún más el fuego o agregar un chorrito de agua a la fuente para generar vapor y ayudar a cocinar el pastel de manera uniforme.
Una vez que el pastel esté listo, retíralo del fuego y déjalo reposar por unos minutos antes de servirlo. Esto permitirá que los sabores se asienten y facilitará el corte. Espolvorea perejil fresco picado por encima para decorar y darle un toque de frescura.
Sirve el pastel de papa caliente, solo o acompañado de una ensalada fresca. ¡Es un plato versátil y delicioso que seguramente complacerá a todos!
Este pastel de papa con jamón y queso sin horno es una receta clásica que ha sido reinventada para adaptarse a los tiempos modernos. Es fácil de preparar, deliciosa y no requiere encender el horno. Es una excelente opción para una comida rápida, una cena familiar o incluso para llevar a un picnic. Con sus ingredientes sencillos y su preparación paso a paso, esta receta te garantiza un resultado exitoso. ¡Anímate a prepararla y disfruta de un plato reconfortante y lleno de sabor!
La versatilidad de esta receta permite adaptarla a tus gustos y preferencias. Experimenta con diferentes ingredientes, agrega tus vegetales favoritos, prueba con distintos tipos de queso y crea tu propia versión del pastel de papa perfecto. Lo importante es disfrutar del proceso de cocinar y compartir este delicioso plato con tus seres queridos.
Más allá de la receta en sí, este pastel de papa representa la calidez del hogar, el sabor de la comida casera y el placer de compartir momentos especiales. Es un plato que evoca recuerdos de la infancia y que nos conecta con nuestras raíces. Así que, la próxima vez que busques una receta fácil, reconfortante y llena de sabor, no dudes en preparar este delicioso pastel de papa con jamón y queso sin horno. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!