¿Buscas una receta sencilla, deliciosa y rápida para sorprender a tus invitados o simplemente disfrutar de una comida reconfortante? El pastel de jamón embutido es la respuesta. Esta receta es increíblemente versátil, adaptable a tus gustos y perfecta para cualquier ocasión, desde una cena informal hasta un brunch elegante. Olvídate de las complicaciones, esta receta está diseñada para ser accesible incluso para cocineros principiantes.
Ingredientes: La Clave para un Sabor Inigualable
- Masa:
- 250 gramos de harina de trigo (todo uso, sin preparar)
- 125 gramos de mantequilla fría, cortada en cubos
- 1 huevo grande
- 50 ml de agua fría (aproximadamente, puede variar)
- 1 pizca de sal
- Relleno:
- 250 gramos de jamón embutido (jamón cocido, jamón serrano, o una mezcla)
- 150 gramos de queso (gruyere, mozzarella, cheddar, o tu favorito)
- 2 huevos grandes
- 200 ml de nata líquida para cocinar (crema de leche)
- Sal y pimienta al gusto
- Opcional: Cebolla caramelizada, champiñones salteados, aceitunas picadas, pimientos asados.
- Para pintar:
Preparación Paso a Paso: ¡Sencillo como Contar hasta Tres!
1. La Masa: El Fundamento Crujiente
La masa es la base de nuestro pastel, y aunque puede parecer intimidante, es más fácil de lo que crees. El secreto está en mantener la mantequilla fría para evitar que se derrita y la masa quede dura. Piensa en la masa como la cimentación de un edificio, una base sólida que sostendrá todo el sabor.
- Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla la harina y la sal.
- Incorpora la mantequilla: Añade la mantequilla fría en cubos a la harina. Con la ayuda de un cortador de masa, dos cuchillos o tus dedos, integra la mantequilla a la harina hasta obtener una textura arenosa, similar a pan rallado grueso. Este paso es crucial para crear una masa hojaldrada y crujiente. Asegúrate de que no queden trozos grandes de mantequilla.
- Añade el huevo y el agua: Bate el huevo ligeramente y añádelo a la mezcla arenosa. Comienza a integrar los ingredientes. Agrega el agua fría poco a poco, mezclando hasta que la masa comience a unirse. No amases en exceso, solo lo suficiente para formar una bola. La cantidad de agua puede variar dependiendo de la humedad del ambiente y la harina.
- Refrigera la masa: Envuelve la masa en papel film y refrigérala durante al menos 30 minutos. Este paso es fundamental para relajar el gluten de la harina y evitar que la masa se encoja al hornearla. Además, la mantequilla se solidificará, lo que contribuirá a una textura más hojaldrada.
2. El Relleno: Una Explosión de Sabores
El relleno es donde puedes dar rienda suelta a tu creatividad. La combinación clásica de jamón y queso siempre es un éxito, pero no dudes en experimentar con diferentes ingredientes para crear tu propia versión única.
- Prepara los ingredientes: Corta el jamón y el queso en cubos pequeños o tiras. Si vas a utilizar cebolla caramelizada o champiñones salteados, prepáralos con anticipación y déjalos enfriar.
- Mezcla los huevos y la nata: En un bol, bate los huevos con la nata líquida. Salpimienta al gusto. Ten en cuenta que el jamón y el queso ya aportan sal, así que prueba la mezcla antes de añadir más sal.
- Combina el relleno: Añade el jamón, el queso y los ingredientes opcionales a la mezcla de huevos y nata. Mezcla bien para asegurar que todos los ingredientes estén distribuidos uniformemente.
3. Montaje y Horneado: El Toque Final
Ahora que tienes la masa y el relleno listos, es hora de montar el pastel y hornearlo hasta que esté dorado y burbujeante. El aroma que inundará tu cocina durante el horneado será irresistible.
- Precalienta el horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Extiende la masa: Saca la masa del refrigerador y divídela en dos partes, una ligeramente más grande que la otra. Estira la parte más grande sobre una superficie enharinada hasta obtener un círculo lo suficientemente grande para cubrir el fondo y los lados de un molde para tarta de unos 20-22 cm de diámetro. Transfiere la masa al molde y presiona suavemente para que se ajuste a la forma.
- Rellena el pastel: Vierte el relleno sobre la masa en el molde.
- Cubre el pastel: Estira la otra parte de la masa y cubre el pastel. Sella los bordes presionando con un tenedor o enrollando los bordes hacia adentro.
- Pinta con huevo: Bate el huevo restante y pinta la superficie del pastel con una brocha. Esto le dará un bonito color dorado durante el horneado. Opcionalmente, puedes hacer unos pequeños cortes en la superficie del pastel para permitir que escape el vapor.
- Hornea el pastel: Hornea el pastel en el horno precalentado durante unos 30-40 minutos, o hasta que esté dorado y el relleno esté burbujeante.
- Enfría y disfruta: Deja enfriar el pastel durante unos minutos antes de cortarlo y servirlo. Puedes disfrutarlo caliente, tibio o frío.
Consejos y Variaciones: Personaliza tu Pastel Perfecto
- Tipo de jamón: Experimenta con diferentes tipos de jamón embutido, como jamón cocido, jamón serrano, jamón de pavo o incluso una mezcla de varios tipos. Cada tipo de jamón aportará un sabor diferente al pastel.
- Queso: Utiliza tu queso favorito. El queso gruyere aporta un sabor intenso y ligeramente dulce, la mozzarella es suave y cremosa, y el cheddar añade un toque picante. También puedes utilizar una mezcla de quesos.
- Vegetales: Añade vegetales para darle un toque de frescura y nutrición al pastel. La cebolla caramelizada aporta un dulzor sutil, los champiñones salteados añaden un sabor terroso, las aceitunas picadas un toque salado y los pimientos asados un sabor ahumado. También puedes añadir espinacas, calabacín o brócoli.
- Hierbas y especias: Aromatiza el relleno con hierbas y especias. El tomillo, el romero, el orégano, la nuez moscada y la pimienta de cayena son excelentes opciones.
- Masa casera vs. masa comprada: Si no tienes tiempo para hacer la masa casera, puedes utilizar masa quebrada comprada en el supermercado. Asegúrate de utilizar una masa de buena calidad para obtener un resultado óptimo.
- Pastel individual: Para una presentación más elegante, puedes hornear el pastel en moldes individuales. Reduce el tiempo de horneado en unos 5-10 minutos.
- Congelar: El pastel de jamón embutido se puede congelar una vez horneado. Déjalo enfriar completamente antes de envolverlo en papel film y congelarlo. Para descongelar, déjalo en el refrigerador durante la noche.
Conclusión: Un Clásico Atemporal con un Toque Personal
El pastel de jamón embutido es una receta clásica que nunca pasa de moda. Su sencillez, versatilidad y delicioso sabor lo convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. No tengas miedo de experimentar con diferentes ingredientes y crear tu propia versión única. ¡Buen provecho!
Este pastel es una excelente opción para un picnic, una cena informal o incluso un desayuno especial. Su sabor reconfortante y su textura crujiente lo convierten en un plato irresistible para toda la familia. Anímate a prepararlo y descubre por qué es un clásico atemporal.
tags:
#Jamon
#Embutido
Información sobre el tema: