En el corazón de la tradición ibérica, donde el tiempo se mide en estaciones y el sabor en matices, se encuentra La Hacienda del Ibérico. No somos solo productores de jamón; somos artesanos de un legado, creadores de experiencias sensoriales que evocan la dehesa, el sol y la paciencia. Nuestros jamones de autor son el resultado de una filosofía que prioriza la calidad por encima de la cantidad, el respeto por el animal y el entorno, y una meticulosa atención a cada detalle del proceso de elaboración.
La dehesa, ese ecosistema ibérico único, es la cuna de nuestros jamones. Compuesta por encinas, alcornoques y pastizales, la dehesa ofrece el entorno ideal para la cría del cerdo ibérico en libertad. Nuestros cerdos se alimentan de bellotas durante la montanera, la época de engorde, lo que confiere a su carne un sabor y aroma inigualables. La gestión sostenible de la dehesa es fundamental para nosotros. Conservamos este valioso patrimonio natural para las generaciones futuras, asegurando que el ciclo de vida de nuestros cerdos se desarrolle en armonía con el medio ambiente.
Si bien la bellota es crucial, la dieta de nuestros cerdos ibéricos se complementa cuidadosamente con pastos naturales y cereales seleccionados. Esta combinación asegura un equilibrio nutricional óptimo, influyendo positivamente en la calidad de la grasa y la textura de la carne. Controlamos rigurosamente la alimentación de nuestros animales, adaptándola a las diferentes etapas de su vida para garantizar un desarrollo saludable y un sabor excepcional.
La pureza de la raza ibérica es un factor determinante en la calidad de nuestros jamones. Seleccionamos cuidadosamente nuestros reproductores, asegurando la preservación de las características genéticas que confieren al cerdo ibérico su singularidad. La infiltración de grasa en el músculo, la textura de sus fibras y la capacidad de transformar la bellota en un sabor único son rasgos distintivos que buscamos potenciar a través de una rigurosa selección genética.
Es crucial comprender el significado del porcentaje ibérico. Un jamón 100% ibérico proviene de cerdos cuyos padres son ambos de raza ibérica pura. Los jamones 75% y 50% ibéricos provienen de cruces con otras razas, lo que influye en el sabor y las características del producto final. En La Hacienda del Ibérico, ofrecemos jamones 100% ibéricos, garantizando la máxima expresión del sabor ibérico.
La elaboración de nuestros jamones es un proceso meticuloso que combina técnicas ancestrales con las últimas innovaciones en materia de seguridad alimentaria e higiene. Cada etapa, desde la salazón hasta la curación, es supervisada por nuestros maestros jamoneros, quienes aplican su experiencia y conocimiento para lograr un producto final de calidad excepcional.
La salazón es un proceso fundamental para la conservación del jamón y el desarrollo de su sabor. Utilizamos sal marina natural, aplicando la cantidad justa para extraer la humedad de la pieza y evitar la proliferación de bacterias. El tiempo de salazón varía en función del peso y la grasa del jamón, requiriendo un control preciso por parte de nuestros maestros jamoneros.
El secado y la maduración son etapas cruciales en la elaboración del jamón. Durante este periodo, los jamones se cuelgan en bodegas naturales, donde la temperatura y la humedad se controlan cuidadosamente. El tiempo, la paciencia y la acción de la flora microbiana son los responsables de transformar la carne, desarrollando sus aromas y sabores característicos. Nuestros jamones de autor maduran durante un mínimo de 36 meses, algunos incluso superando los 48 meses, para alcanzar su máxima expresión.
Antes de salir al mercado, cada jamón es sometido a la "cala", una técnica ancestral que consiste en introducir una fina aguja en diferentes puntos de la pieza para evaluar su aroma y determinar su calidad; Solo los jamones que superan esta rigurosa prueba reciben el sello de La Hacienda del Ibérico.
Degustar un jamón de La Hacienda del Ibérico es una experiencia sensorial inolvidable. Su aroma, su sabor, su textura... cada detalle contribuye a crear un momento único. Para disfrutar plenamente de esta experiencia, es importante seguir algunos consejos:
El corte del jamón es un arte que requiere práctica y conocimiento. Utilizar un cuchillo jamonero afilado y cortar lonchas finas y uniformes es fundamental para apreciar la textura y el sabor del jamón. Comenzar por la maza, la parte más jugosa y sabrosa, y seguir por la babilla y la punta, las partes más curadas y aromáticas, permite disfrutar de la diversidad de sabores que ofrece el jamón.
La temperatura ideal para degustar el jamón ibérico se sitúa entre los 20 y los 25 grados Celsius. A esta temperatura, la grasa se derrite ligeramente, liberando sus aromas y sabores. Evitar servir el jamón demasiado frío, ya que esto reduce su sabor y dificulta su degustación.
El jamón ibérico marida a la perfección con una amplia variedad de vinos y bebidas. Un vino fino o una manzanilla realzan su sabor salado y umami. Un vino tinto joven y afrutado complementa su grasa y su aroma. Incluso una cerveza artesanal puede ser un excelente acompañamiento. La clave está en experimentar y encontrar la combinación que mejor se adapte a tu paladar.
Además de su sabor excepcional, el jamón ibérico ofrece numerosos beneficios para la salud. Es rico en ácido oleico, una grasa monoinsaturada que contribuye a reducir el colesterol LDL (el "malo") y aumentar el colesterol HDL (el "bueno"). También es una fuente importante de proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y minerales como el hierro, el zinc y el fósforo.
Aunque el jamón ibérico es rico en grasa, la mayoría de esta grasa es ácido oleico, similar al del aceite de oliva. El ácido oleico tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, y contribuye a proteger la salud cardiovascular. Por supuesto, el consumo de jamón ibérico debe ser moderado, como parte de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
En La Hacienda del Ibérico, estamos comprometidos con la excelencia en cada etapa del proceso, desde la cría del cerdo ibérico en libertad hasta la elaboración y comercialización de nuestros jamones de autor. Nuestra pasión por el sabor y nuestro respeto por la tradición nos impulsan a ofrecer un producto de calidad excepcional, que satisfaga los paladares más exigentes.
La transparencia y la trazabilidad son fundamentales para nosotros. Cada uno de nuestros jamones está identificado con un código único que permite rastrear su origen, su alimentación y su proceso de elaboración. De esta manera, garantizamos la confianza de nuestros clientes y les ofrecemos la seguridad de estar adquiriendo un producto de calidad excepcional.
La Hacienda del Ibérico representa un legado de sabor que se transmite de generación en generación. Nuestros jamones de autor son una expresión de la tradición ibérica, del respeto por el medio ambiente y del compromiso con la excelencia. Te invitamos a descubrir el sabor único de nuestros jamones y a disfrutar de una experiencia sensorial inolvidable.
El futuro del jamón ibérico pasa por la innovación, manteniendo siempre el respeto por la tradición. En La Hacienda del Ibérico, estamos constantemente investigando nuevas técnicas de elaboración y explorando nuevas formas de mejorar la calidad de nuestros productos. Nuestro objetivo es seguir ofreciendo a nuestros clientes jamones de autor con un sabor único e inigualable.
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