El jamón, un emblema de la gastronomía española, es mucho más que un simple alimento. Es una tradición, una cultura, un símbolo de celebración y disfrute. Dentro del vasto universo jamonero,Jamones Señorío de Villanueva destaca como un referente de calidad, tradición y sabor auténtico. Este artículo explorará en profundidad la historia, el proceso de elaboración, las características distintivas y los valores que hacen de Jamones Señorío de Villanueva una elección excepcional para los paladares más exigentes.
La historia de Señorío de Villanueva se arraiga en la rica tradición jamonera de la región. Desde sus inicios, la empresa se ha dedicado a la cría y selección de cerdos ibéricos de la más alta calidad, alimentados con bellotas en las dehesas de la zona. Este compromiso con la excelencia se transmite a lo largo de todo el proceso de elaboración, desde la cría del cerdo hasta el curado del jamón.
La empresa familiar, con varias generaciones dedicadas al arte del jamón, ha sabido combinar la sabiduría ancestral con las técnicas más modernas para garantizar un producto de calidad superior. La pasión por el detalle y el respeto por la tradición son los pilares fundamentales de su filosofía.
La dehesa, un ecosistema único en la Península Ibérica, es el hogar natural del cerdo ibérico. En Señorío de Villanueva, los cerdos ibéricos campan a sus anchas en extensas dehesas, alimentándose de bellotas, hierbas y otros recursos naturales. Esta alimentación natural y el ejercicio constante contribuyen a la infiltración de grasa en el músculo, lo que confiere al jamón ibérico su sabor y textura característicos.
La gestión sostenible de la dehesa es una prioridad para Señorío de Villanueva. La empresa se preocupa por preservar este valioso ecosistema y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Esto incluye prácticas como la rotación de pastos, la conservación de la flora y la fauna autóctonas, y la gestión responsable del agua.
El proceso de elaboración del jamón ibérico es un arte que requiere paciencia, experiencia y dedicación. En Señorío de Villanueva, este proceso se lleva a cabo siguiendo las técnicas tradicionales, transmitidas de generación en generación. Cada etapa del proceso se controla minuciosamente para garantizar la máxima calidad del producto final.
La salazón es la primera etapa del proceso de elaboración. Consiste en cubrir las piezas de jamón con sal marina para deshidratarlas y conservarlas. La cantidad de sal y el tiempo de salazón varían en función del peso de la pieza y de las condiciones climáticas.
En Señorío de Villanueva, la salazón se realiza de forma artesanal, controlando cuidadosamente la temperatura y la humedad para garantizar una correcta penetración de la sal. Este proceso es fundamental para el desarrollo del sabor y la textura del jamón.
Una vez finalizada la salazón, las piezas de jamón se lavan para eliminar el exceso de sal. A continuación, se dejan reposar en cámaras de frío durante varias semanas para que la sal se distribuya uniformemente por toda la pieza.
Esta etapa de asentamiento es crucial para el desarrollo del sabor y la textura del jamón. Durante este tiempo, la carne se deshidrata gradualmente y se produce una serie de reacciones químicas que contribuyen a la formación de los aromas y sabores característicos del jamón ibérico.
El secado y la maduración son las etapas más largas y delicadas del proceso de elaboración. Durante este tiempo, las piezas de jamón se cuelgan en secaderos naturales, donde se exponen a las corrientes de aire y a las variaciones de temperatura y humedad.
En Señorío de Villanueva, el secado y la maduración se realizan de forma natural, aprovechando las condiciones climáticas de la zona. El tiempo de secado y maduración puede variar entre 24 y 48 meses, dependiendo del tipo de jamón y de las condiciones climáticas.
Durante este tiempo, el jamón pierde peso y se concentra su sabor. La grasa se infiltra en el músculo, lo que le confiere su textura untuosa y su sabor característico. El moho que se desarrolla en la superficie del jamón durante la maduración contribuye a la formación de los aromas y sabores complejos del producto final.
Antes de salir al mercado, cada pieza de jamón se somete a un riguroso control de calidad. Este control incluye la realización de calas, que consisten en introducir una fina aguja en diferentes puntos de la pieza para evaluar su aroma y sabor.
Las calas son realizadas por expertos catadores, que evalúan la calidad del jamón basándose en su aroma, sabor, textura y aspecto. Solo las piezas que superan este riguroso control de calidad se comercializan bajo la marca Señorío de Villanueva.
Señorío de Villanueva ofrece una amplia variedad de jamones ibéricos, cada uno con sus propias características y matices de sabor. La clasificación de los jamones ibéricos se basa en la raza del cerdo, su alimentación y el tiempo de curación.
El jamón ibérico de bellota es la joya de la corona de la gastronomía española. Procede de cerdos ibéricos criados en libertad en la dehesa y alimentados exclusivamente con bellotas durante la montanera, la época en la que las encinas y los alcornoques producen bellotas.
El jamón ibérico de bellota se caracteriza por su sabor intenso y complejo, su textura untuosa y su aroma inconfundible. Es un producto de lujo, apreciado por los paladares más exigentes.
El jamón ibérico de cebo de campo procede de cerdos ibéricos criados en libertad en la dehesa y alimentados con piensos naturales y pastos. Su sabor es similar al del jamón ibérico de bellota, aunque menos intenso.
El jamón ibérico de cebo de campo es una excelente opción para aquellos que buscan un jamón ibérico de calidad a un precio más asequible.
El jamón ibérico de cebo procede de cerdos ibéricos criados en granjas y alimentados con piensos naturales. Su sabor es más suave que el del jamón ibérico de bellota y el jamón ibérico de cebo de campo.
El jamón ibérico de cebo es un clásico irresistible, perfecto para disfrutar en cualquier ocasión.
Degustar jamón Señorío de Villanueva es un ritual de placer que requiere atención y cuidado. Para apreciar plenamente su sabor y aroma, es importante seguir algunos consejos:
El maridaje es el arte de combinar alimentos y bebidas para crear una experiencia gastronómica completa. El jamón ibérico de bellota marida a la perfección con vinos tintos de crianza, vinos generosos como el Jerez y el Fino, y cervezas artesanas de tipo Ale.
La elección del vino o la cerveza dependerá del tipo de jamón y de los gustos personales de cada uno. Lo importante es encontrar un equilibrio entre los sabores del jamón y la bebida, para crear una armonía en el paladar.
Para mantener la calidad del jamón Señorío de Villanueva, es importante conservarlo adecuadamente. Una vez empezado, el jamón debe cubrirse con un paño de algodón para evitar que se seque. También se puede untar la superficie del corte con aceite de oliva virgen extra para protegerlo de la oxidación.
El jamón debe conservarse en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa y de fuentes de calor. La temperatura ideal de conservación es entre 15 y 20 grados Celsius.
Señorío de Villanueva es mucho más que una empresa productora de jamón ibérico. Es una empresa comprometida con la calidad, la tradición, la sostenibilidad y el desarrollo rural.
Jamones Señorío de Villanueva es sinónimo de calidad, tradición y sabor auténtico. Su compromiso con la excelencia, su respeto por la tradición y su preocupación por la sostenibilidad hacen de esta empresa un referente en el mundo del jamón ibérico.
Degustar un jamón Señorío de Villanueva es una experiencia única, un viaje a través de los sentidos que nos transporta a la dehesa y nos conecta con la tradición jamonera española. Es un sabor que perdura en el tiempo, un placer que se disfruta en cada loncha.
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