En el corazón de la provincia de Huelva, en la pintoresca localidad de Villanueva de los Castillejos, se encuentra un tesoro gastronómico que ha perdurado a lo largo de generaciones:Jamones Lucas. Este nombre, sinónimo de excelencia en el mundo del jamón ibérico, representa una tradición familiar arraigada en el respeto por la calidad, la artesanía y la pasión por la elaboración de un producto excepcional.
Villanueva de los Castillejos, un pueblo blanco enclavado en la comarca del Andévalo, ofrece un entorno natural único para la cría del cerdo ibérico. Sus extensas dehesas, pobladas de encinas, alcornoques y pastos naturales, proporcionan el hábitat ideal para que los cerdos ibéricos campan a sus anchas y se alimenten de bellotas durante la montanera, la fase crucial para la calidad del jamón. Este ecosistema, cuidadosamente preservado, es la base fundamental para la obtención de un jamón con un sabor y aroma inigualables.
La dehesa no es solo un paisaje; es un sistema agroforestal complejo donde la interacción entre el hombre y la naturaleza ha creado un equilibrio perfecto. Las encinas y alcornoques, con sus frutos dulces y nutritivos, son el alimento principal del cerdo ibérico durante la montanera. Además, los pastos naturales complementan su dieta, aportando minerales y nutrientes esenciales para su desarrollo. La gestión sostenible de la dehesa, con prácticas tradicionales como la poda y la limpieza del monte, garantiza la conservación de este valioso ecosistema y la continuidad de la producción de jamón ibérico de calidad.
En Jamones Lucas, la elaboración del jamón ibérico sigue un proceso artesanal que se ha transmitido de generación en generación. Desde la selección de los cerdos hasta la curación en bodegas naturales, cada etapa se realiza con esmero y dedicación, respetando los tiempos y las técnicas tradicionales. Este saber hacer, combinado con la utilización de materias primas de la más alta calidad, es la clave para obtener un jamón con un sabor y aroma únicos.
El primer paso para obtener un jamón ibérico excepcional es la selección rigurosa de los cerdos. En Jamones Lucas, solo se utilizan cerdos de raza ibérica pura o cruzada con un mínimo del 50% de sangre ibérica. Estos cerdos son criados en libertad en las dehesas de Villanueva de los Castillejos, alimentándose de bellotas y pastos naturales durante la montanera. La alimentación natural y el ejercicio constante contribuyen a la infiltración de grasa en el músculo, lo que confiere al jamón su característico sabor y textura.
Una vez que los cerdos han alcanzado el peso y la edad adecuados, se procede al sacrificio en mataderos autorizados que cumplen con las más estrictas normas sanitarias. Tras el sacrificio, las piezas se perfilan, es decir, se les da la forma característica del jamón, eliminando el exceso de grasa y piel. Este proceso requiere de una gran habilidad y experiencia para garantizar que el jamón tenga una presentación impecable.
La salazón es una etapa crucial en la elaboración del jamón ibérico. Las piezas se cubren con sal marina gruesa y se apilan unas sobre otras durante un período de tiempo que varía en función del peso y la grasa del jamón. La sal actúa como conservante natural, eliminando la humedad y favoreciendo el desarrollo de los aromas. Una vez finalizada la salazón, los jamones se lavan con agua fría para eliminar el exceso de sal.
Tras el lavado, los jamones se trasladan a secaderos naturales, donde permanecen durante varios meses. En esta etapa, la humedad se va evaporando lentamente, lo que permite que los aromas se desarrollen y que el jamón adquiera su textura característica. El control de la temperatura y la humedad es fundamental para garantizar una curación óptima.
La última etapa de la elaboración del jamón ibérico es la curación en bodega. Los jamones se trasladan a bodegas naturales, donde permanecen durante un período de tiempo que puede oscilar entre los 24 y los 48 meses, o incluso más. En estas bodegas, la temperatura y la humedad son constantes, lo que favorece el desarrollo de los aromas y la maduración del jamón. Durante la curación, los jamones son controlados periódicamente por expertos jamoneros, que evalúan su evolución y determinan el momento óptimo para su consumo.
Jamones Lucas se distingue por su compromiso inquebrantable con la calidad. Desde la selección de los cerdos hasta la curación en bodegas naturales, cada etapa del proceso se realiza con el máximo rigor y cuidado. Además, la empresa cuenta con un sistema de control de calidad exhaustivo que garantiza que cada jamón cumpla con los más altos estándares.
La alimentación del cerdo ibérico es un factor determinante para la calidad del jamón. En Jamones Lucas, se controla rigurosamente la alimentación de los cerdos, garantizando que se alimenten de bellotas y pastos naturales durante la montanera. Además, se complementa su dieta con piensos naturales elaborados a partir de cereales y leguminosas;
La curación es otra etapa clave para la calidad del jamón. En Jamones Lucas, se controla cuidadosamente la temperatura y la humedad durante la curación, garantizando que el jamón adquiera su sabor y textura característicos. Además, se realizan controles periódicos para evaluar la evolución del jamón y determinar el momento óptimo para su consumo.
Antes de salir al mercado, cada jamón es sometido a un control de calidad exhaustivo. Se evalúa su aspecto, su aroma, su sabor y su textura. Solo los jamones que cumplen con los más altos estándares de calidad son comercializados bajo la marca Jamones Lucas.
El jamón de Jamones Lucas se distingue por una serie de características que lo convierten en un producto único y excepcional:
La cata del jamón es un arte que requiere de sensibilidad y conocimiento. Para apreciar plenamente las cualidades del jamón de Jamones Lucas, es importante seguir una serie de pasos:
Jamones Lucas no es solo un jamón; es una experiencia que te transporta a las dehesas de Villanueva de los Castillejos, donde los cerdos ibéricos campan a sus anchas y se alimentan de bellotas. Es un sabor que te recuerda a la tradición, la artesanía y la pasión por la elaboración de un producto excepcional. Es un placer que te invita a compartir momentos inolvidables con tus seres queridos.
El jamón ibérico es uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía española. Su sabor y aroma únicos lo han convertido en un manjar apreciado en todo el mundo. Jamones Lucas, con su compromiso con la calidad y la tradición, contribuye a difundir la excelencia del jamón ibérico y a consolidarlo como un embajador de la gastronomía española.
Jamones Lucas Villanueva de los Castillejos representa un legado de tradición y calidad que ha perdurado a lo largo de generaciones. Su compromiso con la excelencia, su respeto por la artesanía y su pasión por la elaboración de un producto excepcional lo han convertido en un referente en el mundo del jamón ibérico. Al degustar un jamón de Jamones Lucas, no solo estás disfrutando de un manjar delicioso, sino que estás conectando con la historia, la cultura y el sabor de una tierra única.
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