El Barco de Ávila, en el corazón de la Sierra de Gredos, es un enclave privilegiado para la elaboración de jamones de alta calidad․ En esta tierra,Jamones Lázaro ha sabido conjugar tradición, saber hacer y un profundo respeto por el producto, ofreciendo un jamón con un sabor inigualable y una reputación que trasciende fronteras․

Un Legado Familiar con Raíces Profundas

La historia de Jamones Lázaro es la historia de una familia dedicada a la elaboración artesanal del jamón desde hace generaciones․ Desde sus inicios, han mantenido un compromiso inquebrantable con la calidad, seleccionando cuidadosamente la materia prima y aplicando técnicas tradicionales transmitidas de padres a hijos․ Este legado, combinado con una constante innovación, ha permitido a Jamones Lázaro consolidarse como un referente en el sector․

Selección Rigurosa de la Materia Prima: La Base de la Calidad

El primer paso para obtener un jamón excepcional es la selección de la materia prima․ Jamones Lázaro trabaja exclusivamente con cerdos de raza blanca, criados en libertad en las dehesas de la zona․ Estos cerdos se alimentan de pastos naturales y bellotas, lo que confiere a su carne una infiltración de grasa característica y un sabor intenso y complejo․ La trazabilidad es un aspecto fundamental: cada jamón se identifica desde el nacimiento del cerdo, garantizando así la transparencia y la seguridad alimentaria․

El Proceso de Elaboración: Un Arte que Requiere Paciencia y Precisión

El proceso de elaboración del jamón es un arte que requiere paciencia, precisión y un profundo conocimiento del producto․ En Jamones Lázaro, cada etapa se realiza con esmero y dedicación, siguiendo métodos tradicionales que se han perfeccionado a lo largo de los años․

Salazón: El Inicio de la Transformación

La salazón es la primera etapa del proceso y consiste en cubrir los jamones con sal marina para deshidratarlos y favorecer su conservación․ La duración de la salazón varía en función del peso del jamón y las condiciones ambientales, pero generalmente oscila entre uno y dos días por kilo․ Es crucial controlar la temperatura y la humedad durante este proceso para evitar la proliferación de bacterias y garantizar una correcta curación․

Lavado y Asentamiento: Preparando el Jamón para la Curación

Una vez finalizada la salazón, los jamones se lavan para eliminar el exceso de sal y se dejan reposar en cámaras frigoríficas durante varias semanas․ Este proceso, conocido como asentamiento, permite que la sal se distribuya uniformemente por toda la pieza y que se produzcan los primeros cambios bioquímicos que contribuyen al desarrollo del sabor y aroma característicos del jamón․

Secado y Maduración: El Alma del Jamón

El secado y la maduración son las etapas más importantes del proceso de elaboración del jamón․ Durante este tiempo, los jamones se trasladan a secaderos naturales, donde se exponen a las corrientes de aire frío y seco de la Sierra de Gredos․ La temperatura y la humedad se controlan de forma natural, aprovechando las condiciones climáticas de la zona․ El tiempo de secado y maduración varía en función del tipo de jamón y las características de cada pieza, pero puede superar los 24 meses․ Es durante este proceso cuando el jamón adquiere su sabor, aroma y textura característicos, gracias a la acción de las enzimas y los microorganismos presentes en la carne․

La Importancia de la Calidad del Aire en la Curación

El aire de El Barco de Ávila, puro y seco, proveniente de la Sierra de Gredos, juega un papel fundamental en la curación del jamón․ Este aire favorece la deshidratación gradual de la pieza, concentrando los sabores y aromas, y contribuyendo a la formación de la flora superficial que protege el jamón durante su maduración․ La ubicación geográfica de Jamones Lázaro, en un entorno privilegiado, es un factor determinante en la calidad de sus productos․

Tipos de Jamones Lázaro: Un Abanico de Sabores para Todos los Gustos

Jamones Lázaro ofrece una amplia variedad de jamones para satisfacer los paladares más exigentes․ Desde el jamón bodega, con una curación más corta y un sabor suave, hasta el jamón reserva, con una curación prolongada y un sabor intenso y complejo, cada jamón es una experiencia única․

Jamón Bodega: Un Clásico para el Día a Día

El jamón bodega es el jamón más joven de Jamones Lázaro, con una curación mínima de 12 meses․ Se caracteriza por su sabor suave y equilibrado, su textura jugosa y su aroma agradable․ Es ideal para consumir a diario, tanto en bocadillos como en tapas․

Jamón Reserva: Un Tesoro para Ocasiones Especiales

El jamón reserva es el jamón estrella de Jamones Lázaro, con una curación superior a los 24 meses․ Se distingue por su sabor intenso y complejo, con notas a frutos secos y hierbas aromáticas, su textura firme y untuosa, y su aroma persistente․ Es perfecto para disfrutar en ocasiones especiales, acompañado de un buen vino․

Paleta Ibérica: Una Alternativa Deliciosa

Además de jamones, Jamones Lázaro también elabora paletas ibéricas, procedentes de las extremidades delanteras del cerdo․ La paleta ibérica tiene un sabor similar al del jamón, pero con una textura más jugosa y un aroma más intenso․ Es una excelente opción para aquellos que buscan una alternativa más económica y versátil․

Corte y Conservación: Claves para Disfrutar al Máximo del Jamón

Para disfrutar al máximo del sabor y aroma del jamón, es fundamental cortarlo correctamente y conservarlo adecuadamente․ A continuación, se ofrecen algunos consejos prácticos:

El Corte: Un Arte que Requiere Habilidad y Precisión

El corte del jamón es un arte que requiere habilidad y precisión․ Se recomienda utilizar un cuchillo jamonero de hoja larga y flexible, y un soporte jamonero para sujetar la pieza de forma segura․ Las lonchas deben ser finas y uniformes, de unos 5-7 centímetros de longitud, y deben incluir tanto la parte magra como la grasa infiltrada, que es la que aporta sabor y jugosidad․ Es importante cortar el jamón en el sentido de la fibra muscular, para que las lonchas se deshagan en la boca․

La Conservación: Manteniendo la Frescura y el Sabor

Una vez empezado el jamón, es importante conservarlo adecuadamente para evitar que se seque y pierda sabor․ Se recomienda cubrir la superficie de corte con un paño de algodón limpio o con la propia grasa del jamón, y guardarlo en un lugar fresco y seco, a una temperatura entre 15 y 20 grados Celsius․ También se puede utilizar una campana jamonera para proteger el jamón del polvo y los insectos; Es importante consumir el jamón en un plazo de 2-3 semanas para disfrutar de su frescura y sabor óptimos․

Maridajes: El Jamón y el Vino, una Combinación Perfecta

El jamón es un alimento versátil que marida a la perfección con una amplia variedad de vinos․ A continuación, se sugieren algunos maridajes clásicos:

Vino Fino o Manzanilla: Un Maridaje Andaluz

El vino fino o la manzanilla, vinos secos y ligeros elaborados en el Marco de Jerez, son un maridaje perfecto para el jamón․ Su acidez y sus notas salinas realzan el sabor del jamón y limpian el paladar entre bocado y bocado․

Vino Tinto Crianza: Un Clásico que Nunca Falla

Un vino tinto crianza, con cuerpo medio y taninos suaves, es otro maridaje clásico para el jamón․ Sus notas a frutos rojos y especias complementan el sabor del jamón y aportan complejidad al conjunto․

Cava o Champagne: Un Toque de Elegancia

El cava o el champagne, vinos espumosos con burbujas finas y elegantes, son un maridaje sorprendente para el jamón․ Su acidez y sus notas cítricas refrescan el paladar y contrastan con la untuosidad del jamón․

Jamones Lázaro: Compromiso con la Calidad y la Tradición

Jamones Lázaro es mucho más que una marca de jamones․ Es una empresa familiar con un profundo compromiso con la calidad, la tradición y el respeto por el producto․ Su objetivo es ofrecer a sus clientes un jamón con un sabor inigualable, elaborado con las mejores materias primas y siguiendo métodos artesanales transmitidos de generación en generación․ Al elegir Jamones Lázaro, se elige un producto de calidad, con historia y con sabor․

Innovación sin Perder la Esencia

Aunque arraigada en la tradición, Jamones Lázaro no se ha estancado․ Han invertido en tecnología moderna para optimizar los procesos, sin comprometer la calidad artesanal․ La trazabilidad, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad son pilares fundamentales en su filosofía empresarial․

Más Allá del Jamón: Otros Productos Ibéricos

Además de jamones y paletas, Jamones Lázaro ofrece una selección de embutidos ibéricos de alta calidad: chorizo, salchichón, lomo․․․ Todos elaborados con las mismas materias primas y siguiendo los mismos procesos artesanales que sus jamones․

Conclusión: Un Sabor que Conquista Paladares

En definitiva, Jamones Lázaro El Barco de Ávila es sinónimo de tradición, calidad y sabor inigualable․ Un jamón que conquista paladares y que representa lo mejor de la gastronomía española․ Un producto que merece ser disfrutado con calma y deleite, saboreando cada loncha y apreciando la dedicación y el esfuerzo que hay detrás de cada pieza․

Si buscas un jamón auténtico, con sabor a tradición y elaborado con el máximo cuidado y esmero, Jamones Lázaro es la elección perfecta․ No te arrepentirás․

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