En el corazón de la comarca de Los Pedroches, en Hinojosa del Duque, Córdoba, se encuentra un tesoro gastronómico:Jamones Juan del Valle. Esta empresa familiar, arraigada a la tierra y a las costumbres ancestrales, ha sabido conjugar la tradición con la innovación para ofrecer un producto de excepcional calidad: el jamón ibérico.
La calidad del jamón ibérico de Juan del Valle comienza con la ubicación. Hinojosa del Duque se encuentra en una región privilegiada, la dehesa, un ecosistema único en el mundo donde el cerdo ibérico campea a sus anchas, alimentándose de bellotas durante la montanera. Este régimen alimenticio, rico en ácido oleico, es fundamental para la calidad y el sabor característico del jamón ibérico.
La dehesa no es solo un paisaje, es un ecosistema complejo y equilibrado. La encina y el alcornoque, árboles predominantes, ofrecen refugio y alimento al cerdo ibérico, mientras que la hierba y otros pastos complementan su dieta. La gestión sostenible de la dehesa es crucial para preservar este valioso entorno y garantizar la continuidad de la producción del jamón ibérico.
Juan del Valle trabaja exclusivamente con cerdos ibéricos, una raza autóctona de la Península Ibérica, reconocida por su capacidad de infiltrar grasa en el músculo, lo que confiere al jamón su jugosidad y sabor inigualables. No todos los cerdos ibéricos son iguales. Existen diferentes tipos, clasificados según su pureza racial y su alimentación. El jamón ibérico de bellota, procedente de cerdos alimentados exclusivamente con bellotas durante la montanera, es el de mayor calidad y el más apreciado.
La cría del cerdo ibérico es un proceso lento y cuidadoso. Desde su nacimiento, los cerdos son criados en libertad en la dehesa, donde pueden ejercitarse y desarrollar su musculatura. Durante la montanera, que suele durar desde octubre hasta marzo, los cerdos se dedican a buscar bellotas, aumentando de peso y acumulando grasa de forma natural. Este proceso es esencial para la calidad del jamón, ya que la grasa infiltrada en el músculo es la que le da su sabor y textura característicos.
Una vez sacrificado el cerdo, comienza el proceso de elaboración del jamón, un arte ancestral que en Juan del Valle se sigue transmitiendo de generación en generación. Este proceso consta de varias etapas:
Cada etapa del proceso de elaboración es fundamental para la calidad final del jamón. La salazón, el secado y la maduración son procesos lentos y delicados que requieren de una gran experiencia y conocimiento. En Juan del Valle, la tradición se combina con la tecnología para garantizar que cada jamón alcance su máximo potencial.
El microclima de Hinojosa del Duque, con inviernos fríos y secos y veranos calurosos, es ideal para el proceso de curación del jamón. Las bajas temperaturas favorecen la deshidratación de la pieza, mientras que la baja humedad evita el desarrollo de mohos y bacterias. Los cambios de temperatura entre el día y la noche también contribuyen al desarrollo de los aromas y sabores característicos del jamón ibérico.
La altitud de la región, superior a los 500 metros sobre el nivel del mar, también influye en el microclima. El aire fresco y limpio de la sierra contribuye a la calidad del jamón, evitando la contaminación y favoreciendo la ventilación de los secaderos.
Además del jamón ibérico, Juan del Valle también elabora otros productos ibéricos de alta calidad, como paletas, lomos, chorizos y salchichones. Todos estos productos se elaboran con carne de cerdo ibérico de primera calidad y siguiendo las mismas técnicas artesanales que el jamón.
Estos productos ibéricos son el complemento perfecto para disfrutar de una experiencia gastronómica completa. Se pueden degustar solos, acompañados de pan y vino, o utilizarlos como ingredientes en diferentes platos.
Juan del Valle no solo se preocupa por la calidad de sus productos, sino también por la sostenibilidad de su producción. La empresa trabaja en estrecha colaboración con los ganaderos locales para garantizar el bienestar animal y la conservación de la dehesa. Además, utiliza energías renovables en sus instalaciones y aplica prácticas de gestión ambiental para minimizar su impacto en el medio ambiente.
El compromiso de Juan del Valle con la sostenibilidad es un ejemplo de cómo se puede combinar la tradición con la innovación para crear un producto de alta calidad respetuoso con el medio ambiente. La empresa está certificada por diferentes organismos que garantizan el cumplimiento de las normas de bienestar animal y sostenibilidad ambiental.
Para disfrutar al máximo del jamón ibérico de Juan del Valle, es importante seguir algunos consejos:
Degustar un jamón ibérico de Juan del Valle es una experiencia única que estimula los sentidos. Su sabor intenso y complejo, su aroma delicado y su textura suave y jugosa lo convierten en un manjar irresistible.
Jamones Juan del Valle Hinojosa del Duque es mucho más que una empresa de jamones. Es un símbolo de la gastronomía española, un legado de calidad y tradición que se transmite de generación en generación. Su compromiso con la calidad, la sostenibilidad y el respeto por las costumbres ancestrales lo convierten en un referente en el sector del jamón ibérico.
Al degustar un jamón de Juan del Valle, no solo se está saboreando un producto de excepcional calidad, sino que también se está conectando con la historia, la cultura y la tradición de una región y de un país.
Juan del Valle mira hacia el futuro con optimismo, apostando por la innovación y la mejora continua para seguir ofreciendo a sus clientes un producto de la máxima calidad. La empresa está invirtiendo en nuevas tecnologías y en la formación de su personal para optimizar sus procesos de producción y garantizar la sostenibilidad de su actividad. Además, está explorando nuevos mercados internacionales para llevar el sabor del jamón ibérico de Hinojosa del Duque a todos los rincones del mundo.
El legado de Juan del Valle continúa, con la promesa de seguir deleitando a los paladares más exigentes con su jamón ibérico de calidad superior.
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