En el corazón de Asturias, en la pintoresca localidad de Tineo, se encuentra un lugar donde la tradición y el sabor se unen para crear una experiencia gastronómica inigualable: Jamones El Castillo. Esta empresa familiar, arraigada a la tierra asturiana, ha dedicado generaciones a la elaboración de jamones de alta calidad, respetando los métodos ancestrales y seleccionando cuidadosamente la materia prima.
La historia de Jamones El Castillo se remonta a varias décadas atrás, cuando los fundadores, imbuidos de un profundo respeto por la cultura y la gastronomía local, decidieron apostar por la elaboración de jamones artesanales. Desde entonces, la pasión por el trabajo bien hecho y el compromiso con la calidad han sido los pilares fundamentales de la empresa. La transmisión de conocimientos de generación en generación ha permitido perfeccionar las técnicas de curación, garantizando un producto final excepcional.
Tineo, situado en el interior de Asturias, ofrece un entorno privilegiado para la elaboración de jamones. Su clima fresco y húmedo, influenciado por la cercanía a la Cordillera Cantábrica, crea las condiciones ideales para el proceso de curación natural. Las dehesas y pastizales de la zona proporcionan una alimentación rica y variada para los cerdos, lo que se traduce en una carne de excelente calidad y un sabor inigualable. La orografía del terreno y la tradición ganadera de la región contribuyen a la singularidad de los jamones de Tineo.
La elaboración de los jamones El Castillo es un proceso meticuloso que requiere paciencia, dedicación y un profundo conocimiento del producto. Cada etapa, desde la selección de los cerdos hasta el afinado final, se realiza de forma artesanal, respetando los tiempos y las técnicas tradicionales.
La calidad de un jamón depende, en gran medida, de la calidad de la materia prima. En Jamones El Castillo, se seleccionan cuidadosamente los cerdos de raza Duroc, conocidos por su carne infiltrada de grasa, que aporta jugosidad y sabor al jamón. Se prioriza el bienestar animal, garantizando que los cerdos se críen en condiciones óptimas, con acceso a pastos y una alimentación equilibrada. La trazabilidad es fundamental, permitiendo conocer el origen y la alimentación de cada cerdo.
Una vez seleccionadas las piezas, se procede a la salazón, un proceso crucial para la conservación del jamón y el desarrollo de su sabor. Se utiliza sal marina, que se distribuye uniformemente sobre la pieza. El tiempo de salazón varía en función del peso del jamón. Tras la salazón, se realiza un lavado para eliminar el exceso de sal.
Después del lavado, los jamones se trasladan a cámaras de post-salado, donde permanecen durante varias semanas a temperatura y humedad controladas. En esta etapa, la sal se distribuye de manera uniforme por toda la pieza, y se produce una pérdida gradual de humedad.
La etapa de secado y maduración es la más larga y delicada del proceso. Los jamones se cuelgan en secaderos naturales, donde la temperatura y la humedad varían a lo largo del año, influenciadas por el clima de Tineo. Durante este período, que puede durar varios meses o incluso años, se producen reacciones enzimáticas y microbiológicas que transforman la carne, desarrollando su aroma, sabor y textura característicos. La experiencia del maestro jamonero es fundamental para controlar este proceso y garantizar la calidad del producto final.
Antes de salir al mercado, cada jamón se somete a un riguroso control de calidad. El calado, una técnica ancestral que consiste en introducir una fina aguja en diferentes puntos del jamón para evaluar su aroma, permite detectar posibles defectos. La cata, realizada por expertos, evalúa el sabor, la textura y el aspecto del jamón, garantizando que cumple con los estándares de calidad de Jamones El Castillo.
Los jamones El Castillo se caracterizan por su sabor intenso y equilibrado, con notas dulces, saladas y ligeramente picantes. Su textura es suave y jugosa, con una grasa infiltrada que se funde en la boca. El aroma es complejo y evocador, con recuerdos a frutos secos, hierbas aromáticas y bodega. Cada loncha es un viaje sensorial a la tierra asturiana.
Jamones El Castillo no es solo una empresa productora de jamón, sino también un embajador de la cultura y la gastronomía asturiana. A través de sus productos y actividades, la empresa busca promover los valores de la tradición, la calidad y el respeto por el medio ambiente. Visitar sus instalaciones es una oportunidad para conocer de cerca el proceso de elaboración del jamón, degustar sus productos y sumergirse en la rica cultura de Tineo;
El jamón El Castillo es un producto versátil que se puede disfrutar de muchas maneras diferentes. Se puede degustar solo, cortado en finas lonchas, para apreciar su sabor en toda su plenitud. También se puede combinar con otros productos, como pan con tomate, queso manchego o aceitunas. Para maridar, se recomienda un vino tinto crianza o un vino blanco seco. Para una experiencia más sofisticada, se puede acompañar con un cava o champán.
Los jamones El Castillo se pueden encontrar en tiendas gourmet, charcuterías especializadas y restaurantes de alta cocina en toda España. También se pueden adquirir a través de su página web, donde se ofrece una amplia selección de productos y se realizan envíos a domicilio. Además, la empresa organiza visitas guiadas a sus instalaciones, donde se puede conocer de cerca el proceso de elaboración del jamón y degustar sus productos.
Jamones El Castillo está comprometida con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. La empresa utiliza energías renovables, minimiza el consumo de agua y gestiona los residuos de forma responsable. Además, apoya a los productores locales y promueve el desarrollo rural sostenible.
En resumen, Jamones El Castillo representa la excelencia de la gastronomía asturiana. Su compromiso con la tradición, la calidad y la sostenibilidad lo convierten en un referente en el sector jamonero. Degustar un jamón El Castillo es una experiencia única que permite conectar con la tierra, la cultura y el sabor auténtico de Asturias.
Si bien el mercado del jamón ibérico y serrano es vasto, Jamones El Castillo se distingue por varios factores clave:
Existen muchas creencias populares sobre el jamón, algunas de ellas erróneas. A continuación, aclaramos algunas:
Jamones El Castillo mira hacia el futuro con optimismo, manteniendo su compromiso con la tradición y la calidad. La empresa está invirtiendo en nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia de sus procesos y reducir su impacto ambiental. También está explorando nuevos mercados y desarrollando nuevos productos, siempre con el objetivo de ofrecer a sus clientes la mejor experiencia gastronómica posible. La innovación, sin perder de vista la esencia de la tradición, es la clave para el éxito futuro de Jamones El Castillo.
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