Beher, una marca sinónimo de excelencia en el mundo del jamón ibérico, se erige como un estandarte de la tradición salamantina․ Su historia, arraigada en la pasión por la calidad y el respeto por el proceso artesanal, se traduce en un producto final que deleita a los paladares más exigentes․ Este artículo se adentra en el universo de los jamones Beher, explorando su origen, su proceso de elaboración, sus características distintivas y su impacto en la gastronomía española e internacional․
La historia de Beher comienza en Guijuelo, Salamanca, cuna del jamón ibérico․ La empresa, fundada por Bernardo Hernández Blázquez, ha sabido mantener a lo largo de generaciones el espíritu artesanal y el compromiso con la calidad que la caracterizan․ Desde sus inicios, la familia Hernández Blázquez se dedicó a la cría del cerdo ibérico y a la elaboración de jamones, transmitiendo de padres a hijos los secretos y las técnicas que hacen de Beher una marca única․
Guijuelo, situada en la Sierra de Béjar, ofrece unas condiciones climáticas excepcionales para la curación del jamón․ La altitud, el clima seco y frío, y la presencia de vientos suaves favorecen un proceso de maduración lento y natural, que realza los aromas y sabores del jamón ibérico․ Beher, consciente de esta ventaja, ha mantenido su producción en Guijuelo, aprovechando al máximo las bondades de su entorno․
La calidad del jamón Beher reside, en gran medida, en la selección de la materia prima: el cerdo ibérico․ Beher trabaja exclusivamente con cerdos de raza ibérica pura o cruzada, criados en libertad en las dehesas de Salamanca, Extremadura y Andalucía․ Estos animales se alimentan principalmente de bellotas durante la montanera, la época en la que las encinas y los alcornoques producen este fruto, lo que confiere a la carne un sabor y aroma inigualables․
La montanera es un período crucial en la vida del cerdo ibérico․ Durante estos meses, los animales recorren la dehesa en busca de bellotas, complementando su dieta con hierbas y otros recursos naturales․ El ejercicio físico y la alimentación a base de bellotas contribuyen a la infiltración de grasa en el músculo, lo que se traduce en un jamón jugoso, veteado y con un sabor intenso y persistente․
El proceso de elaboración del jamón Beher sigue una serie de etapas cuidadosamente controladas, que combinan tradición e innovación․ Desde el sacrificio del cerdo hasta la curación del jamón, cada paso se realiza con meticulosidad y atención al detalle, para garantizar la máxima calidad del producto final․
Beher produce jamones amparados por las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) Guijuelo y Jabugo, dos de las más prestigiosas de España․ Estas denominaciones garantizan el origen, la raza del cerdo, su alimentación y el proceso de elaboración del jamón, ofreciendo al consumidor una garantía de calidad y autenticidad․
La DOP Guijuelo protege los jamones ibéricos elaborados en la comarca de Guijuelo, Salamanca; Los cerdos deben ser de raza ibérica pura o cruzada al 75%, y criados en libertad en las dehesas de la zona․ El jamón debe curarse en Guijuelo durante un período mínimo de 24 meses․
La DOP Jabugo, anteriormente conocida como DOP Jamón de Huelva, protege los jamones elaborados en los pueblos del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en la provincia de Huelva․ Los cerdos deben ser de raza ibérica pura y criados en libertad en las dehesas de la zona․ El jamón debe curarse en Jabugo durante un período mínimo de 36 meses․
Los jamones Beher se distinguen por su sabor intenso y complejo, su textura jugosa y su aroma inconfundible․ Su veteado de grasa, producto de la alimentación a base de bellotas, le confiere una untuosidad y un sabor que se deshace en el paladar․ Además, Beher se caracteriza por su compromiso con la sostenibilidad y el bienestar animal, garantizando unas prácticas de cría respetuosas con el medio ambiente y con los animales․
El jamón Beher es un ingrediente estrella de la gastronomía española, apreciado por su versatilidad y su capacidad para realzar el sabor de cualquier plato․ Se puede disfrutar solo, como aperitivo, o acompañado de pan con tomate, queso, frutas o verduras․ También se utiliza en la elaboración de tapas, ensaladas, guisos y otros platos más elaborados․
El jamón Beher marida a la perfección con vinos tintos jóvenes y afrutados, vinos blancos secos y espumosos, y cervezas artesanales․ También se puede acompañar de frutos secos, como almendras y nueces, y de quesos curados․
Además de jamones, Beher elabora otros productos derivados del cerdo ibérico, como paletas, lomo, chorizo y salchichón․ Todos ellos se elaboran con la misma dedicación y atención al detalle que los jamones, garantizando la máxima calidad y sabor․
Los jamones Beher representan un legado de sabor y pasión, transmitido de generación en generación․ Su origen salamantino, su cuidadoso proceso de elaboración y su compromiso con la calidad y la sostenibilidad lo convierten en un producto único, apreciado en todo el mundo․ Disfrutar de un jamón Beher es sumergirse en un mundo de sensaciones, un viaje a través de la tradición y el sabor de la auténtica gastronomía española․
Beher no es solo una marca de jamón, es una experiencia, una tradición, un símbolo de la excelencia salamantina․
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