Enclavada en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, La Alberca, un pueblo salmantino con una rica historia y arraigadas tradiciones, es cuna de un producto gastronómico excepcional: el jamón ibérico; Entre los productores que han mantenido viva esta tradición, destacando por su compromiso con la calidad y el respeto por los métodos ancestrales, se encuentra Jamones Andrés Becerro e Hijos.
La historia de Jamones Andrés Becerro e Hijos es una historia de familia, de pasión por el cerdo ibérico y de un profundo conocimiento del proceso de elaboración del jamón. Fundada hace varias generaciones, la empresa ha sabido transmitir de padres a hijos los secretos de la curación, perfeccionando las técnicas y adaptándose a los nuevos tiempos sin perder de vista la esencia de su origen. La filosofía de la empresa se centra en la selección rigurosa de la materia prima, la crianza del cerdo ibérico en libertad en las dehesas de la Sierra de Francia y una curación lenta y natural en bodegas con condiciones microclimáticas únicas.
El jamón ibérico de Andrés Becerro e Hijos nace en la dehesa, un ecosistema mediterráneo único donde el cerdo ibérico se cría en libertad, alimentándose de bellotas y pastos naturales durante la montanera. Este régimen alimenticio, rico en ácido oleico, es fundamental para la calidad y el sabor del jamón, aportándole su característico aroma, textura y veteado de grasa infiltrada. La dehesa no es solo un lugar de cría, sino un elemento esencial en la denominación de origen y en la calidad final del producto. La gestión sostenible de la dehesa es una prioridad para la empresa, asegurando la conservación de este valioso ecosistema para las generaciones futuras.
La elaboración del jamón ibérico es un proceso artesanal que requiere paciencia, experiencia y un profundo conocimiento de la materia prima. Después del sacrificio del cerdo, las piezas se salan con sal marina, un proceso que ayuda a deshidratar la carne y a potenciar su sabor. A continuación, las piezas se lavan y se cuelgan en secaderos naturales, donde comienza una lenta y gradual curación. Durante este período, la grasa se infiltra en la carne, desarrollando los aromas y sabores característicos del jamón ibérico. La curación puede durar entre 24 y 48 meses, dependiendo del peso y la calidad de la pieza. El control de la temperatura y la humedad en las bodegas es fundamental para asegurar una curación óptima.
Andrés Becerro e Hijos ofrece una amplia gama de jamones ibéricos, cada uno con características y sabores únicos. La clasificación se basa principalmente en la alimentación del cerdo y en el porcentaje de raza ibérica.
La Alberca no es solo el lugar de producción de Jamones Andrés Becerro e Hijos, sino un elemento clave en la calidad y el sabor del jamón. El microclima de la Sierra de Francia, con inviernos fríos y secos y veranos cálidos, favorece la curación natural del jamón, aportándole aromas y sabores únicos. Además, la tradición jamonera de La Alberca, transmitida de generación en generación, ha contribuido a perfeccionar las técnicas de elaboración y a mantener viva la pasión por el cerdo ibérico. La Alberca es un pueblo con encanto, declarado Conjunto Histórico Artístico, que merece la pena visitar para conocer de cerca la cultura y la gastronomía de la Sierra de Francia.
La Alberca ofrece una amplia oferta de turismo gastronómico, con restaurantes y bares donde se puede degustar el jamón ibérico de Andrés Becerro e Hijos y otros productos típicos de la zona, como el farinato, el queso de cabra y la miel. También se pueden visitar las bodegas de curación de jamones y conocer de cerca el proceso de elaboración. El turismo gastronómico es una excelente manera de descubrir la cultura y las tradiciones de La Alberca y de disfrutar de los sabores auténticos de la Sierra de Francia.
Además del jamón ibérico, Andrés Becerro e Hijos elabora otros productos derivados del cerdo ibérico, como paletas, lomos, chorizos y salchichones. Todos estos productos se elaboran con la misma dedicación y el mismo respeto por la tradición que el jamón, utilizando ingredientes de primera calidad y siguiendo métodos artesanales. La paleta ibérica, procedente de las patas delanteras del cerdo, ofrece un sabor similar al jamón, aunque con una textura ligeramente diferente. El lomo ibérico, curado y adobado con especias, es un embutido muy apreciado por su sabor intenso y su aroma característico. Los chorizos y salchichones ibéricos, elaborados con carne magra y grasa de cerdo ibérico, son ideales para tapear o para acompañar otros platos.
Jamones Andrés Becerro e Hijos está comprometida con la calidad y la sostenibilidad en todas las etapas de la producción. La empresa cuenta con certificaciones de calidad que garantizan el cumplimiento de los estándares más exigentes. Además, la empresa apuesta por la sostenibilidad en la gestión de la dehesa, promoviendo prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y contribuyendo a la conservación de este valioso ecosistema. El bienestar animal es también una prioridad para la empresa, asegurando que los cerdos ibéricos se críen en condiciones óptimas de libertad y bienestar.
Jamones Andrés Becerro e Hijos mira al futuro con optimismo, manteniendo su compromiso con la tradición y la calidad, pero adaptándose a los nuevos tiempos y a las demandas del mercado. La empresa apuesta por la innovación en el proceso de elaboración, la diversificación de productos y la expansión a nuevos mercados. Sin embargo, la esencia de la empresa sigue siendo la misma: la pasión por el cerdo ibérico, el respeto por la tradición y el compromiso con la calidad. El futuro de la tradición jamonera está en manos de empresas como Andrés Becerro e Hijos, que saben combinar la sabiduría ancestral con la innovación y la sostenibilidad.
Jamones Andrés Becerro e Hijos representa la excelencia del jamón ibérico de La Alberca, un producto con una historia y una tradición únicas. Su compromiso con la calidad, la sostenibilidad y el respeto por los métodos artesanales le han convertido en un referente en el sector. Degustar un jamón de Andrés Becerro e Hijos es una experiencia sensorial que nos transporta a la dehesa, a la Sierra de Francia y a la rica cultura gastronómica de La Alberca. Es un placer para los sentidos y un homenaje a la tradición jamonera española.