Los guisantes con jamón son un plato tradicional español que evoca recuerdos de la infancia y comidas caseras. Esta receta, utilizando guisantes en conserva (de bote), ofrece una solución rápida y sabrosa para esos días en que el tiempo apremia, sin sacrificar el sabor y la calidad. Más allá de su sencillez, este plato permite una gran versatilidad y adaptaciones para satisfacer a diferentes paladares y necesidades dietéticas.

Origen y Evolución del Plato

Si bien los guisantes frescos han sido un ingrediente apreciado en la gastronomía europea durante siglos, la popularización de los guisantes en conserva (de bote) en el siglo XX democratizó su consumo, haciéndolos accesibles todo el año. La combinación con jamón, un producto ibérico de gran tradición, surge como una forma ingeniosa de realzar el sabor y aportar un toque de sofisticación a un plato humilde.

Ingredientes Clave

  • Guisantes en conserva (de bote): El ingrediente principal. Es importante elegir una marca de calidad para asegurar un buen sabor y textura. Escurrir y lavar bien los guisantes antes de usarlos.
  • Jamón: Preferiblemente jamón ibérico en taquitos o virutas. El jamón serrano también funciona, pero el ibérico aporta un sabor más intenso y complejo.
  • Cebolla: La base aromática del sofrito. Se puede usar cebolla blanca o morada, dependiendo del gusto personal.
  • Ajo: Un diente de ajo picado finamente añade un toque de sabor picante y aromático.
  • Aceite de oliva virgen extra: Fundamental para un sofrito de calidad. Aporta sabor y ayuda a que los ingredientes se cocinen de manera uniforme.
  • Vino blanco (opcional): Un chorrito de vino blanco seco añade profundidad de sabor al plato.
  • Caldo de pollo o verduras (opcional): Si se desea un plato más jugoso, se puede añadir un poco de caldo.
  • Sal y pimienta: Para sazonar al gusto. Tener en cuenta que el jamón ya es salado, por lo que es importante probar el plato antes de añadir sal.
  • Pimentón dulce o picante (opcional): Una pizca de pimentón añade un toque de color y sabor.
  • Huevo cocido (opcional): Para decorar y añadir un extra de proteína.

Receta Paso a Paso

  1. Preparación de los ingredientes: Picar finamente la cebolla y el ajo. Cortar el jamón en taquitos o virutas si no lo está ya. Escurrir y lavar bien los guisantes.
  2. El sofrito: Calentar aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añadir la cebolla y sofreír hasta que esté transparente y comience a dorarse. Añadir el ajo picado y sofreír durante un minuto más, con cuidado de que no se queme.
  3. Añadir el jamón: Incorporar el jamón al sofrito y cocinar durante un par de minutos, hasta que esté ligeramente dorado y haya liberado su grasa.
  4. Incorporar los guisantes: Añadir los guisantes a la sartén y remover para que se impregnen del sabor del sofrito y el jamón.
  5. Añadir el vino blanco (opcional): Si se usa vino blanco, verter un chorrito en la sartén y dejar que se evapore el alcohol.
  6. Cocinar a fuego lento: Bajar el fuego y cocinar durante unos 5-10 minutos, removiendo de vez en cuando. Si se desea un plato más jugoso, añadir un poco de caldo de pollo o verduras.
  7. Sazonar: Sazonar con sal y pimienta al gusto. Añadir una pizca de pimentón dulce o picante si se desea.
  8. Servir: Servir caliente, adornado con huevo cocido picado (opcional).

Variaciones y Adaptaciones

La belleza de esta receta radica en su flexibilidad. Se puede adaptar a diferentes gustos y necesidades dietéticas:

  • Versión vegetariana: Sustituir el jamón por champiñones laminados o tofu ahumado. Añadir un poco de humo líquido para imitar el sabor del jamón.
  • Versión vegana: Sustituir el jamón por champiñones laminados o tofu ahumado. Asegurarse de que el caldo utilizado sea vegetal.
  • Añadir otros vegetales: Incorporar otros vegetales al sofrito, como zanahoria picada, pimiento verde o rojo, o espárragos trigueros.
  • Utilizar diferentes tipos de jamón: Probar con jamón de pato, jamón de pavo o incluso bacon.
  • Añadir especias: Experimentar con diferentes especias, como comino, cilantro, o hierbas provenzales.
  • Añadir un toque picante: Añadir una guindilla picada o unas gotas de salsa picante.
  • Espesar la salsa: Si se desea una salsa más espesa, se puede añadir una cucharadita de harina al sofrito antes de incorporar los guisantes.
  • Presentación: Servir los guisantes con jamón sobre una tostada de pan, acompañados de arroz blanco, o como guarnición de carne o pescado.

Consejos y Trucos

  • Calidad de los guisantes: Elegir una marca de guisantes en conserva de buena calidad es fundamental para el resultado final del plato. Buscar guisantes que sean tiernos y tengan un color verde brillante.
  • No sobrecocinar los guisantes: Los guisantes en conserva ya están cocidos, por lo que no es necesario cocinarlos durante mucho tiempo. Basta con calentarlos y dejarlos que se impregnen del sabor del sofrito.
  • Controlar la sal: El jamón ya es salado, por lo que es importante probar el plato antes de añadir sal. Es preferible añadir sal al final, si es necesario.
  • Utilizar aceite de oliva virgen extra de calidad: El aceite de oliva virgen extra aporta un sabor y aroma únicos al plato.
  • No quemar el ajo: El ajo se quema con facilidad, por lo que es importante sofreírlo a fuego bajo y removerlo constantemente.
  • Añadir un toque de frescura: Añadir unas hojas de perejil fresco picado al final de la cocción aporta un toque de frescura al plato.
  • Congelar el plato: Los guisantes con jamón se pueden congelar sin problemas. Dejar enfriar completamente antes de congelar.
  • Maridaje: Un vino blanco seco y fresco, como un Albariño o un Verdejo, marida a la perfección con este plato.

Beneficios Nutricionales

Los guisantes, a pesar de ser en conserva, conservan gran parte de sus beneficios nutricionales. Son una buena fuente de fibra, vitaminas (especialmente vitamina K y folato) y minerales (como hierro y manganeso). El jamón, por su parte, aporta proteínas de alta calidad. Es importante tener en cuenta que los guisantes en conserva pueden contener más sodio que los guisantes frescos, por lo que es recomendable moderar su consumo si se sigue una dieta baja en sodio.

Más allá de la Receta: Reflexiones sobre la Comida Casera

La receta de guisantes de bote con jamón es más que una simple combinación de ingredientes. Representa la capacidad de transformar ingredientes sencillos y accesibles en un plato reconfortante y lleno de sabor. En un mundo dominado por la comida rápida y los productos ultraprocesados, recuperar la cocina casera, aunque sea con ingredientes en conserva, es un acto de resistencia y una forma de conectar con nuestras raíces y tradiciones culinarias.

Conclusión

Los guisantes de bote con jamón son una opción ideal para una comida rápida, sabrosa y nutritiva. Su sencillez y versatilidad permiten adaptarlo a diferentes gustos y necesidades. Anímate a probar esta receta y descubre cómo un plato tan humilde puede convertirse en una experiencia culinaria memorable.

¡Buen provecho!

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