Los guisantes con patatas y jamón son un plato tradicional español, reconfortante y sencillo de preparar. Esta receta, que utiliza guisantes congelados, es perfecta para una comida rápida entre semana o como acompañamiento sabroso y nutritivo. Vamos a explorar cómo llevar este plato clásico a la perfección, considerando desde la selección de ingredientes hasta los trucos para un sabor excepcional.

Ingredientes

  • 500g de guisantes congelados
  • 500g de patatas (preferiblemente variedad para cocer, como la Monalisa)
  • 150g de jamón serrano en taquitos o lonchas gruesas
  • 1 cebolla mediana
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Caldo de pollo o agua
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
  • Opcional: Una hoja de laurel, pimentón dulce o picante, un chorrito de vino blanco.

Preparación Paso a Paso

Paso 1: Preparación de los Ingredientes

El éxito de este plato reside en la calidad y la preparación de los ingredientes:

  1. Las Patatas: Pela las patatas y córtalas en dados de aproximadamente 2 cm. El tamaño es crucial para asegurar una cocción uniforme. Si los dados son demasiado pequeños, se desharán; si son demasiado grandes, tardarán más en cocerse.
  2. La Cebolla y el Ajo: Pica finamente la cebolla y el ajo. Un picado uniforme garantiza que se cocinen de manera homogénea y liberen su sabor de forma óptima.
  3. El Jamón: Si utilizas lonchas de jamón, córtalas en taquitos. El jamón aportará el toque salado y umami al plato. Escoge un jamón de buena calidad para un sabor más intenso.
  4. Los Guisantes: No es necesario descongelar los guisantes antes de usarlos. Los guisantes congelados, si son de buena calidad, conservan gran parte de su frescura y nutrientes.

Paso 2: Sofrito Base

El sofrito es la base del sabor de este plato. Una cocción lenta y cuidadosa es fundamental:

  1. En una olla o sartén grande, calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. El aceite debe cubrir el fondo de la olla para evitar que los ingredientes se peguen.
  2. Añade la cebolla picada y sofríe a fuego medio-bajo hasta que esté transparente y blanda (unos 5-7 minutos). Es importante que la cebolla no se queme, ya que esto amargaría el plato.
  3. Incorpora el ajo picado y sofríe durante un minuto más, hasta que desprenda su aroma. El ajo se quema con facilidad, así que vigílalo de cerca.
  4. Opcional: Si deseas añadir un toque de color y sabor, añade una cucharadita de pimentón dulce o picante (según tu gusto) y sofríe durante unos segundos, removiendo rápidamente para que no se queme.

Paso 3: Cocción del Plato

La cocción es el proceso donde los sabores se integran y se crea la magia:

  1. Añade las patatas en dados a la olla y rehoga durante unos minutos, removiendo para que se impregnen del sabor del sofrito.
  2. Incorpora el jamón en taquitos y cocina durante un par de minutos más, hasta que empiece a dorarse ligeramente.
  3. Cubre las patatas con caldo de pollo o agua. La cantidad de líquido debe ser suficiente para cubrir las patatas, pero sin excederse. Si utilizas caldo, el plato tendrá un sabor más intenso.
  4. Opcional: Añade una hoja de laurel para aromatizar el plato.
  5. Lleva a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina durante unos 15-20 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas. Comprueba la cocción de las patatas pinchándolas con un tenedor.
  6. Añade los guisantes congelados a la olla y cocina durante unos 5 minutos más, hasta que estén tiernos y calientes. No cocines los guisantes en exceso, ya que perderán su color y textura.
  7. Retira la hoja de laurel (si la has utilizado).
  8. Prueba y rectifica de sal y pimienta al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal, así que es posible que no necesites añadir mucha sal adicional.

Paso 4: Reposo y Servicio

Un breve reposo permite que los sabores se asienten y se intensifiquen:

  1. Deja reposar el plato durante unos minutos antes de servir.
  2. Sirve caliente, adornando con un poco de perejil fresco picado (opcional).

Consejos y Trucos para un Plato Perfecto

  • La Calidad de los Ingredientes: Utiliza ingredientes frescos y de buena calidad. La diferencia en el sabor final será notable. Opta por guisantes congelados de una marca reconocida y jamón serrano de calidad.
  • El Sofrito: No te apresures con el sofrito. Una cocción lenta y a fuego bajo permite que la cebolla y el ajo liberen todo su sabor.
  • El Caldo: Utiliza caldo de pollo casero si es posible. Si utilizas caldo comprado, elige uno de buena calidad y bajo en sodio.
  • La Cocción de las Patatas: Vigila la cocción de las patatas para que no se deshagan. El tiempo de cocción puede variar según la variedad de patata.
  • Los Guisantes: No cocines los guisantes en exceso. Solo necesitan unos minutos para calentarse y estar tiernos.
  • El Reposo: Deja reposar el plato durante unos minutos antes de servir. Esto permite que los sabores se asienten y se intensifiquen.
  • Variaciones: Puedes añadir otros ingredientes a este plato, como chorizo, panceta, o incluso un huevo escalfado por encima al servir. También puedes utilizar diferentes tipos de legumbres, como habas o judías verdes.
  • Presentación: Para una presentación más elegante, puedes servir el plato en cuencos individuales y adornar con un poco de perejil fresco picado y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Consideraciones sobre la Salud

Este plato es una opción nutritiva y equilibrada, que aporta:

  • Proteínas: Provenientes del jamón.
  • Hidratos de Carbono: Provenientes de las patatas y los guisantes.
  • Vitaminas y Minerales: Los guisantes son ricos en vitaminas A, C y K, así como en fibra y antioxidantes. Las patatas también aportan vitamina C y potasio.
  • Grasas: Principalmente provenientes del aceite de oliva virgen extra y del jamón. Es importante utilizar aceite de oliva de buena calidad y moderar la cantidad de jamón para controlar el contenido de grasa saturada.

Para una opción más saludable, puedes utilizar jamón bajo en grasa o sustituirlo por pavo o pollo. También puedes reducir la cantidad de aceite de oliva y aumentar la proporción de verduras en el plato.

Conclusión

Los guisantes congelados con patatas y jamón son un plato versátil, económico y fácil de preparar. Con unos pocos ingredientes básicos y siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de un plato delicioso y reconfortante en cualquier momento. Experimenta con diferentes variaciones y personaliza la receta a tu gusto. ¡Buen provecho!

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Puedo usar guisantes frescos en lugar de congelados?

Sí, puedes usar guisantes frescos. Deberás desgranarlos y cocerlos durante menos tiempo que los congelados, aproximadamente 3-4 minutos, hasta que estén tiernos.

¿Puedo hacer esta receta en una olla a presión?

Sí, puedes hacerla en una olla a presión. Reduce el tiempo de cocción a unos 8-10 minutos después de que la olla alcance la presión.

¿Puedo congelar este plato?

Sí, puedes congelar este plato. Déjalo enfriar completamente antes de congelarlo en un recipiente hermético. Para descongelar, déjalo en el refrigerador durante la noche o caliéntalo directamente en una olla a fuego lento.

¿Qué puedo hacer si las patatas se deshacen durante la cocción?

Para evitar que las patatas se deshagan, elige una variedad de patata adecuada para cocer y córtalas en dados de tamaño uniforme. No las cocines en exceso y evita removerlas demasiado durante la cocción.

¿Puedo usar otro tipo de jamón?

Sí, puedes usar otro tipo de jamón, como jamón ibérico, jamón de York o incluso panceta. El sabor del plato variará según el tipo de jamón que utilices.

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