Los guisantes con jamón y zanahoria son un plato tradicional español, sencillo pero lleno de sabor. Esta receta, que se ha transmitido de generación en generación, es perfecta para cualquier época del año, aunque especialmente reconfortante en los meses más fríos. La combinación del dulzor de los guisantes y la zanahoria con el toque salado del jamón crea una armonía de sabores que deleita a todos los paladares. Más allá de su delicioso sabor, este plato ofrece una excelente fuente de nutrientes, convirtiéndose en una opción saludable y equilibrada para incluir en nuestra dieta.
Orígenes y Evolución del Plato
Aunque no se puede precisar un origen exacto, la combinación de guisantes, jamón y zanahoria es un reflejo de la cocina tradicional española, donde la sencillez y la utilización de ingredientes frescos y de temporada son fundamentales. El jamón, ingrediente estrella de la gastronomía española, aporta un sabor inconfundible a multitud de platos, y en este caso, realza el sabor de los guisantes y la zanahoria. La receta ha evolucionado a lo largo del tiempo, adaptándose a los gustos y disponibilidad de ingredientes de cada región y familia. Algunas variantes incluyen el uso de otras verduras, como cebolla o puerro, o la adición de un toque de vino blanco para intensificar el sabor.
Ingredientes Esenciales para un Plato Perfecto
Ingredientes:
- 500g de guisantes frescos o congelados (desgranados si son frescos)
- 150g de jamón serrano en taquitos
- 2 zanahorias medianas, peladas y cortadas en dados pequeños
- 1 cebolla mediana, picada finamente (opcional, pero recomendable)
- 2 dientes de ajo, picados finamente
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Caldo de pollo o agua (aproximadamente 250ml)
- Una ramita de perejil fresco picado (para decorar)
- (Opcional) Una cucharadita de pimentón dulce o picante
Elaboración Paso a Paso: Un Proceso Sencillo
- Preparación de los ingredientes: Comienza preparando todos los ingredientes. Pela y corta las zanahorias en dados pequeños. Pica la cebolla y el ajo finamente. Si utilizas guisantes frescos, desgranarlos. Ten a mano el jamón cortado en taquitos;
- Sofrito: En una cazuela o sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Agrega el ajo picado y cocina durante un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme.
- Incorporación de la zanahoria y el jamón: Añade la zanahoria en dados a la cazuela y sofríe durante unos 5 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que esté ligeramente tierna. Incorpora el jamón en taquitos y cocina durante unos minutos más, hasta que esté ligeramente dorado y haya liberado su aroma.
- Añadir los guisantes y el caldo: Agrega los guisantes a la cazuela y mézclalos bien con el sofrito. Si deseas, añade una cucharadita de pimentón dulce o picante para darle un toque extra de sabor. Vierte el caldo de pollo o agua en la cazuela, suficiente para cubrir los guisantes y las verduras.
- Cocción a fuego lento: Reduce el fuego a bajo, tapa la cazuela y cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos, o hasta que los guisantes estén tiernos. Remueve ocasionalmente para evitar que se peguen al fondo de la cazuela. Si el caldo se evapora demasiado rápido, añade un poco más.
- Sazonar y servir: Prueba el plato y sazona con sal y pimienta al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal, así que es posible que no necesites añadir mucha sal adicional. Sirve los guisantes con jamón y zanahoria calientes, espolvoreados con perejil fresco picado.
Consejos y Trucos para Elevar tu Plato
- Utiliza ingredientes de calidad: La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de este plato. Utiliza guisantes frescos de temporada, si es posible, o guisantes congelados de buena calidad. Elige un buen jamón serrano con un sabor intenso.
- Sofríe bien la cebolla: Un buen sofrito es la base de muchos platos españoles. Sofríe la cebolla a fuego lento hasta que esté bien dorada y caramelizada para liberar su dulzor.
- No te excedas con la cocción: Cocina los guisantes hasta que estén tiernos, pero no demasiado blandos. Deben mantener su forma y textura.
- Ajusta la cantidad de caldo: La cantidad de caldo puede variar dependiendo de la calidad de los guisantes y de la intensidad de sabor que desees. Añade el caldo poco a poco hasta obtener la consistencia deseada.
- Experimenta con diferentes tipos de jamón: Puedes utilizar diferentes tipos de jamón, como jamón ibérico, jamón de bellota o jamón curado, para darle un toque diferente al plato;
- Añade otras verduras: Puedes añadir otras verduras al plato, como cebolla, puerro, pimiento o tomate, para enriquecer su sabor y valor nutricional.
- Un toque de vino blanco: Añadir un chorrito de vino blanco seco al sofrito, justo después de la cebolla, puede realzar el sabor del plato. Deja que el alcohol se evapore antes de continuar con la receta.
- Para una versión vegetariana: Para una versión vegetariana, puedes sustituir el jamón por setas salteadas o tofu ahumado.
Variaciones Regionales y Creativas
La receta de guisantes con jamón y zanahoria, aunque sencilla, admite variaciones según la región y la creatividad del cocinero. En algunas zonas, se añade un poco de tomate frito al sofrito para darle un toque más dulce y ácido. En otras, se utiliza caldo de carne en lugar de caldo de pollo para un sabor más intenso. Algunas variantes incluyen la adición de huevo duro picado al final de la cocción, o incluso un poco de chorizo para un plato más contundente. Una variación interesante es la adición de un toque de hierbabuena fresca al final de la cocción, que aporta un aroma fresco y refrescante.
Beneficios Nutricionales: Un Plato Saludable y Equilibrado
Los guisantes con jamón y zanahoria no solo son deliciosos, sino también nutritivos. Los guisantes son una excelente fuente de fibra, vitaminas (especialmente vitamina K y vitamina C) y minerales (como hierro y potasio). La zanahoria aporta betacaroteno, un antioxidante que se convierte en vitamina A en el organismo. El jamón, aunque rico en grasas, también aporta proteínas y minerales como el hierro y el zinc. Es importante elegir un jamón de buena calidad, con un bajo contenido en sal, y consumirlo con moderación.
En definitiva, los guisantes con jamón y zanahoria son un plato versátil, sabroso y nutritivo, perfecto para disfrutar en cualquier ocasión. Anímate a prepararlo en casa y descubre por qué es un clásico de la cocina española.
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