Los guisantes con jamón y huevo son un plato clásico de la cocina española, sencillo, nutritivo y delicioso. Esta receta, inspirada en el estilo de Karlos Arguiñano, te guiará paso a paso para conseguir un resultado perfecto. Olvídate de las versiones insípidas y descubre cómo realzar el sabor de cada ingrediente para crear una experiencia culinaria memorable. Vamos a explorar desde la selección de los guisantes hasta los trucos para que el huevo quede en su punto ideal.
Ingredientes
- 500g de guisantes frescos o congelados (preferiblemente de temporada)
- 150g de jamón serrano en taquitos
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 4 huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Perejil fresco picado (opcional)
- Un chorrito de vino blanco seco (opcional)
- Caldo de pollo o verduras (opcional, para dar más jugosidad)
Consideraciones sobre los ingredientes: La calidad de los ingredientes es crucial para el éxito de este plato. Prioriza guisantes frescos de temporada, que tienen un sabor más dulce y una textura más tierna. Si usas guisantes congelados, asegúrate de que sean de buena calidad y descongelarlos completamente antes de cocinarlos. El jamón serrano debe ser de calidad, con un buen equilibrio entre grasa y carne magra. El aceite de oliva virgen extra aportará un sabor y aroma inigualables.
Preparación Paso a Paso
Paso 1: Preparación de los Ingredientes
- Pela y pica finamente la cebolla y los ajos. Un corte uniforme ayudará a que se cocinen de manera homogénea.
- Si usas guisantes frescos, desgranarlos. Si son congelados, descongelar completamente.
- Corta el jamón serrano en taquitos pequeños. Si ya lo compraste en taquitos, verifica que tengan un tamaño adecuado.
Paso 2: Sofreír la Base
- En una cazuela o sartén grande, calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. La cantidad de aceite es importante para que la cebolla y el ajo se doren correctamente sin quemarse.
- Añade la cebolla picada y sofríe a fuego medio-bajo hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Este paso es fundamental para desarrollar el sabor dulce de la cebolla. Remueve ocasionalmente para evitar que se queme.
- Incorpora los ajos picados y sofríe durante un minuto más, cuidando que no se quemen. Los ajos quemados amargan el plato.
- Añade el jamón serrano en taquitos y sofríe brevemente hasta que se dore ligeramente. El jamón liberará su grasa y aportará un sabor intenso al sofrito.
- (Opcional) Vierte un chorrito de vino blanco seco y deja que se evapore el alcohol. El vino blanco añade un toque de acidez y complejidad al plato.
Paso 3: Cocinar los Guisantes
- Añade los guisantes a la cazuela y remueve para que se impregnen del sofrito. Asegúrate de mezclar bien los guisantes con el aceite y el jamón.
- (Opcional) Si quieres un plato más jugoso, añade un poco de caldo de pollo o verduras. La cantidad de caldo dependerá de tu preferencia por un plato más seco o más caldoso.
- Cocina a fuego medio-bajo durante unos 10-15 minutos, o hasta que los guisantes estén tiernos. El tiempo de cocción dependerá del tipo de guisantes que estés utilizando. Los guisantes frescos suelen tardar menos en cocinarse que los congelados.
- Sazona con sal y pimienta negra recién molida al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal, así que prueba antes de añadir sal adicional.
Truco de Arguiñano: Para que los guisantes conserven su color verde brillante, puedes añadir una pizca de azúcar al agua de cocción. También es importante no sobrecocinarlos, ya que perderán su textura y sabor.
Paso 4: Preparar los Huevos
Existen varias opciones para preparar los huevos, dependiendo de tu gusto personal:
- Huevos fritos: Fríe los huevos en una sartén aparte con aceite de oliva virgen extra hasta que la clara esté cocida y la yema siga líquida.
- Huevos escalfados: Escalda los huevos en agua hirviendo con un chorrito de vinagre hasta que la clara esté cocida y la yema siga líquida.
- Huevos a la plancha: Cocina los huevos a la plancha con un poco de aceite de oliva virgen extra hasta que la clara esté cocida y la yema siga líquida.
Consideraciones sobre los huevos: La calidad de los huevos también es importante. Prioriza huevos frescos de gallinas camperas, que tienen un sabor más intenso y una yema más anaranjada. El punto de cocción del huevo es fundamental para disfrutar plenamente de este plato. La yema debe estar líquida para que se mezcle con los guisantes y el jamón, creando una salsa deliciosa.
Paso 5: Servir
- Sirve los guisantes con jamón en platos individuales.
- Coloca un huevo encima de cada plato.
- Espolvorea con perejil fresco picado (opcional).
- Sirve inmediatamente y disfruta.
Variaciones y Consejos Adicionales
- Añade otras verduras: Puedes añadir otras verduras al plato, como zanahoria, pimiento verde o alcachofas.
- Utiliza diferentes tipos de jamón: Puedes utilizar jamón ibérico en lugar de jamón serrano para un sabor más intenso.
- Añade chorizo: Puedes añadir chorizo en taquitos para un plato más contundente.
- Utiliza caldo casero: El caldo casero siempre aportará un sabor más rico y auténtico al plato.
- Ajusta la cantidad de sal: Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal, así que prueba antes de añadir sal adicional.
- No sobrecocines los guisantes: Los guisantes sobrecocidos pierden su textura y sabor.
- Experimenta con las especias: Puedes añadir otras especias al plato, como pimentón dulce o picante.
- Sirve con pan: Este plato es ideal para servir con pan crujiente para mojar en la salsa.
Consideraciones nutricionales: Los guisantes con jamón y huevo son un plato nutritivo y equilibrado. Los guisantes son una buena fuente de fibra, vitaminas y minerales. El jamón aporta proteínas y el huevo aporta proteínas de alta calidad y grasas saludables. Sin embargo, es importante moderar el consumo de jamón debido a su alto contenido en sodio.
Conclusión
Los guisantes con jamón y huevo son un plato sencillo y delicioso que puedes preparar en casa en poco tiempo. Con esta receta paso a paso, podrás sorprender a tus invitados con un plato tradicional con un toque moderno. Recuerda que la clave del éxito está en la calidad de los ingredientes y en el cariño que le pongas a la preparación. ¡Buen provecho!
Más allá de la receta: La cocina, como cualquier forma de arte, es un espacio para la experimentación y la creatividad. No tengas miedo de modificar esta receta para adaptarla a tus gustos personales. Añade tus ingredientes favoritos, prueba diferentes combinaciones de especias y descubre nuevas formas de disfrutar de este plato clásico. Lo importante es divertirse en la cocina y crear platos que te hagan feliz.
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