Los guisantes con jamón serrano son un plato emblemático de la gastronomía española, apreciado por su sencillez, su sabor reconfortante y la perfecta armonía entre la dulzura de los guisantes y el toque salado y umami del jamón. Esta receta, que ha pasado de generación en generación, es una muestra de cómo ingredientes humildes pueden combinarse para crear una experiencia culinaria excepcional. Más allá de su sabor, este plato representa una conexión con la tradición y la cultura española.

Origen e Historia

La historia de los guisantes con jamón serrano se entrelaza con la historia de la agricultura y la gastronomía española. Los guisantes, originarios de Oriente Medio, llegaron a la Península Ibérica a través de las rutas comerciales y se adaptaron rápidamente al clima y al suelo. El jamón serrano, por su parte, es un producto ancestral, con raíces que se remontan a la época romana. La combinación de estos dos ingredientes, aunque sencilla, refleja la creatividad y el ingenio de la cocina popular española, que ha sabido aprovechar al máximo los recursos disponibles.

Aunque es difícil precisar el origen exacto de la receta, se cree que los guisantes con jamón serrano surgieron en las zonas rurales de España, donde tanto los guisantes como el jamón eran ingredientes comunes en la dieta diaria. Con el tiempo, el plato se popularizó en todo el país y se convirtió en un clásico de la cocina casera y de los restaurantes.

Ingredientes Esenciales

La calidad de los ingredientes es crucial para el éxito de este plato. Cada ingrediente aporta una dimensión única al sabor final:

  • Guisantes: Se puede usar guisantes frescos, congelados o en conserva. Los guisantes frescos son ideales cuando están en temporada, ya que ofrecen un sabor dulce y una textura crujiente incomparables. Los guisantes congelados son una excelente alternativa, ya que conservan gran parte de su sabor y nutrientes. Los guisantes en conserva son la opción más práctica, pero su sabor suele ser menos intenso. Es fundamental utilizar guisantes de buena calidad, independientemente de la opción elegida.
  • Jamón Serrano: El jamón serrano es el ingrediente estrella de este plato. Aporta un sabor salado, curado y umami que complementa a la perfección la dulzura de los guisantes. Es importante utilizar jamón serrano de buena calidad, preferiblemente cortado en taquitos o en lonchas finas. La grasa del jamón se fundirá durante la cocción, aportando un sabor aún más intenso al plato.
  • Cebolla: La cebolla es la base de este plato. Aporta un sabor dulce y aromático que realza el sabor de los demás ingredientes. Se recomienda utilizar cebolla blanca o amarilla, picada finamente.
  • Ajo: El ajo aporta un toque picante y aromático que complementa el sabor del jamón y los guisantes. Se recomienda utilizar ajo fresco, picado finamente o laminado.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: El aceite de oliva virgen extra es la grasa utilizada para cocinar este plato. Aporta un sabor frutado y un aroma agradable que realzan el sabor de los demás ingredientes. Es importante utilizar aceite de oliva virgen extra de buena calidad.
  • Vino Blanco (Opcional): Un chorrito de vino blanco puede añadir profundidad y complejidad al sabor del plato. Se recomienda utilizar un vino blanco seco, como un Albariño o un Verdejo.
  • Caldo de Pollo (Opcional): Un poco de caldo de pollo puede añadir humedad y sabor al plato, especialmente si se utilizan guisantes congelados o en conserva.
  • Hierbas Aromáticas: Perejil fresco picado es la hierba aromática más utilizada en esta receta. Aporta un toque de frescura y color al plato. También se pueden utilizar otras hierbas aromáticas, como menta o hierbabuena, para darle un toque diferente.
  • Sal y Pimienta: La sal y la pimienta se utilizan para sazonar el plato al gusto. Es importante tener en cuenta que el jamón serrano ya es salado, por lo que es posible que no sea necesario añadir mucha sal.

Receta Detallada: Paso a Paso

  1. Preparación de los ingredientes: Picar finamente la cebolla y el ajo. Cortar el jamón serrano en taquitos o en lonchas finas. Si se utilizan guisantes frescos, desgranarlos.
  2. Sofrito: Calentar el aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio. Añadir la cebolla picada y sofreír hasta que esté transparente y blanda, unos 5-7 minutos. Añadir el ajo picado y sofreír durante un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme.
  3. Añadir el jamón: Añadir el jamón serrano a la sartén y sofreír durante unos minutos, hasta que esté dorado y crujiente.
  4. Incorporar los guisantes: Añadir los guisantes a la sartén y remover bien para que se impregnen del sabor del sofrito y el jamón.
  5. Cocción: Si se desea, añadir un chorrito de vino blanco y dejar que se evapore el alcohol. Añadir un poco de caldo de pollo (opcional) para mantener la humedad. Cocinar a fuego lento durante unos 10-15 minutos, o hasta que los guisantes estén tiernos. Si se utilizan guisantes congelados o en conserva, el tiempo de cocción será menor.
  6. Sazonar y servir: Sazonar con sal y pimienta al gusto; Añadir perejil fresco picado antes de servir. Servir caliente, solo o como guarnición;

Consejos y Variaciones

  • Variaciones regionales: Existen numerosas variaciones de esta receta en diferentes regiones de España. Algunas variantes incluyen la adición de huevo cocido picado, pimentón dulce o picante, o incluso un poco de tomate frito. En algunas regiones, se utiliza chorizo en lugar de jamón serrano.
  • Guisantes frescos vs. congelados: Los guisantes frescos son ideales si están en temporada. Para prepararlos, hay que desgranarlos y cocerlos brevemente en agua hirviendo con sal antes de añadirlos al sofrito. Los guisantes congelados son una alternativa práctica y conservan un buen sabor. No es necesario descongelarlos antes de cocinarlos.
  • Trucos para un sabor intenso: Para intensificar el sabor del jamón, se puede utilizar un hueso de jamón para hacer un caldo casero, que luego se utilizará para añadir humedad al plato. También se puede añadir un poco de pimentón ahumado para darle un toque ahumado al plato.
  • Acompañamientos: Los guisantes con jamón serrano se pueden servir solos como plato principal ligero, o como guarnición para acompañar carnes o pescados. Un huevo frito encima es una adición popular y deliciosa. También se puede servir con pan crujiente para mojar en la salsa.
  • Para vegetarianos: Si se quiere hacer una versión vegetariana de este plato, se puede sustituir el jamón serrano por setas salteadas.

Beneficios Nutricionales

Los guisantes con jamón serrano, además de ser deliciosos, son un plato nutritivo que aporta diversos beneficios para la salud:

  • Guisantes: Son una buena fuente de fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre. También son ricos en vitaminas (A, C, K y del grupo B) y minerales (hierro, potasio, magnesio y fósforo).
  • Jamón Serrano: Aporta proteínas de alto valor biológico, necesarias para la construcción y reparación de los tejidos. También es una fuente de hierro, zinc y vitaminas del grupo B. Es importante consumirlo con moderación debido a su contenido en sodio y grasa.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: Es una fuente de grasas saludables, especialmente ácido oleico, que ayuda a proteger el corazón y a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También es rico en antioxidantes, que protegen las células del daño causado por los radicales libres.

Conclusión

Los guisantes con jamón serrano son mucho más que un simple plato. Son una expresión de la cultura y la tradición española, un símbolo de la cocina casera y un homenaje a los ingredientes sencillos y de calidad. Su sabor reconfortante y sus beneficios nutricionales lo convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. Anímate a preparar esta receta y descubre por qué los guisantes con jamón serrano son un clásico que nunca pasa de moda.

En resumen, este plato ejemplifica la capacidad de la cocina española para transformar ingredientes humildes en una experiencia culinaria memorable. La combinación de la dulzura de los guisantes con el sabor salado y curado del jamón serrano crea una sinfonía de sabores que deleita el paladar. Los guisantes con jamón serrano son un plato que evoca recuerdos de la infancia, reuniones familiares y la calidez del hogar. Es un plato que celebra la simplicidad, la tradición y el amor por la buena comida.

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