Filete de Res en Salsa: Receta Casera Paso a Paso

El filete de res en salsa es un plato clásico y reconfortante, perfecto para una comida especial o una cena elegante. Esta receta casera te guiará a través de cada paso, desde la selección de los ingredientes hasta el emplatado final, asegurando un resultado delicioso y satisfactorio. Exploraremos diferentes variaciones de la salsa, técnicas de cocción y consejos para evitar errores comunes, para que puedas adaptar la receta a tus preferencias y lograr un plato digno de un chef.

Ingredientes Necesarios

Filetes de res: 4 filetes de 150-200 gramos cada uno (solomillo, entrecot, o lomo alto). La elección del corte influye en la terneza y el sabor del plato.
Aceite de oliva virgen extra: 2-3 cucharadas. Fundamental para sellar la carne y sofreír los vegetales.
Cebolla: 1 mediana, picada finamente. Aporta dulzor y base al sabor de la salsa.
Ajo: 2-3 dientes, picados o laminados. Realza el sabor de la carne y la salsa.
Champiñones: 250 gramos, laminados. Añaden un toque terroso y umami a la salsa. Pueden sustituirse por setas silvestres para un sabor más intenso.
Caldo de res: 250 ml. La base líquida de la salsa, preferiblemente casero para un sabor más profundo.
Vino tinto: 125 ml (opcional, pero recomendado). Aporta complejidad y acidez a la salsa. Un vino tinto seco como un Cabernet Sauvignon o un Merlot funciona bien.
Salsa de tomate: 2 cucharadas. Para dar color y un toque de acidez a la salsa.
Harina de trigo: 1 cucharada (opcional, para espesar la salsa). Si prefieres una salsa más ligera, omite este ingrediente.
Hierbas aromáticas: Tomillo fresco, romero fresco (una ramita de cada uno) o hierbas provenzales secas (1 cucharadita). Aromatizan la salsa y complementan el sabor de la carne.
Sal y pimienta negra recién molida: Al gusto. Para sazonar la carne y la salsa.
Mantequilla: 1 cucharada (opcional, para dar brillo y riqueza a la salsa al final).

Preparación Paso a Paso

Preparación de los filetes: Seca los filetes con papel de cocina; Sazona generosamente con sal y pimienta por ambos lados. Es crucial que la carne esté seca para que se selle correctamente.
Sellado de la carne: Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente pero no humeante, añade los filetes (uno o dos a la vez, dependiendo del tamaño de la sartén para no sobrecargarla) y séllalos durante 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén dorados. El sellado crea una costra que retiene los jugos internos, manteniendo la carne jugosa. Retira los filetes de la sartén y reserva.
Sofrito de verduras: En la misma sartén, añade la cebolla picada y cocina a fuego medio hasta que esté transparente y blanda (unos 5-7 minutos). Agrega el ajo picado y cocina durante un minuto más, hasta que desprenda su aroma. Ten cuidado de no quemar el ajo, ya que se volverá amargo.
Incorporación de los champiñones: Añade los champiñones laminados a la sartén y cocina hasta que estén blandos y hayan liberado su humedad (unos 8-10 minutos). Si usas setas silvestres, es posible que necesiten un poco más de tiempo.
Elaboración de la salsa: Si vas a usar harina para espesar la salsa, espolvorea la harina sobre las verduras y cocina durante un minuto, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Vierte el vino tinto (si lo usas) y deja que se evapore el alcohol durante un par de minutos, rascando el fondo de la sartén para despegar los jugos caramelizados. Añade el caldo de res, la salsa de tomate y las hierbas aromáticas. Remueve bien y lleva a ebullición.
Cocción de los filetes en la salsa: Reduce el fuego a bajo, vuelve a colocar los filetes en la sartén y cocina a fuego lento durante 5-10 minutos, dependiendo del punto de cocción deseado. Para un término medio, 5 minutos serán suficientes. Para un término más cocido, déjalos un poco más. Baña los filetes con la salsa de vez en cuando para que se impregnen bien de sabor.
Acabado de la salsa: Retira los filetes de la sartén y reserva. Si deseas una salsa más espesa, puedes cocinarla a fuego medio durante unos minutos más, hasta que reduzca a la consistencia deseada. Retira las ramitas de hierbas aromáticas. Opcionalmente, añade una cucharada de mantequilla a la salsa y remueve hasta que se derrita y le dé brillo.
Emplatado: Sirve los filetes calientes, bañados con la salsa. Puedes acompañarlos con puré de patatas, arroz blanco, verduras salteadas o una ensalada fresca.

Variaciones de la Salsa

Salsa a la pimienta: Añade una cucharada de granos de pimienta verde enteros o machacados al sofrito de verduras.
Salsa de champiñones y nata: Sustituye parte del caldo de res por nata líquida (crema de leche) para una salsa más cremosa.
Salsa al Oporto: Sustituye el vino tinto por Oporto para una salsa más dulce y sofisticada.
Salsa de mostaza Dijon: Añade una o dos cucharaditas de mostaza Dijon a la salsa al final de la cocción;
Salsa con reducción de balsámico: Añade una cucharada de reducción de vinagre balsámico a la salsa para un toque agridulce.

Consejos y Trucos

Selección de la carne: Elige un corte de carne de buena calidad. Los filetes de solomillo son los más tiernos, pero también los más caros. El entrecot y el lomo alto son opciones más económicas y sabrosas.
Temperatura de la carne: Saca la carne del refrigerador al menos 30 minutos antes de cocinarla para que se atempere. Esto permite que se cocine de manera más uniforme.
Punto de cocción: Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que la carne alcanza el punto de cocción deseado. Aquí tienes una guía aproximada:
- Poco hecho (rojo): 52-55°C
- Término medio (rosado): 58-60°C
- Término medio bien (ligeramente rosado): 63-65°C
- Bien hecho: 71°C o más
Reposo de la carne: Deja reposar la carne durante unos minutos después de cocinarla y antes de cortarla. Esto permite que los jugos se redistribuyan, resultando en una carne más jugosa.
La importancia del caldo: Un buen caldo de res casero marcará la diferencia en el sabor de la salsa. Si no tienes tiempo para hacerlo, utiliza un caldo de res de buena calidad comprado en la tienda.
Evita sobrecargar la sartén: Cocina los filetes en tandas para que se sellen correctamente. Si la sartén está demasiado llena, la carne se cocerá al vapor en lugar de dorarse.
No te excedas con el ajo: El ajo quemado puede arruinar el sabor de la salsa. Cocínalo a fuego bajo y retíralo del fuego en cuanto desprenda su aroma.
Ajusta la sazón: Prueba la salsa y ajusta la sazón con sal y pimienta según sea necesario.

Errores Comunes y Cómo Evitarlos

Carne seca y dura: Esto suele ocurrir por cocinar la carne en exceso o por no sellarla correctamente. Asegúrate de sellar la carne a fuego alto para retener los jugos y no la cocines más allá del punto deseado.
Salsa aguada: Esto puede ocurrir por no reducir la salsa lo suficiente. Si la salsa está demasiado líquida, cocínala a fuego medio durante unos minutos más, removiendo ocasionalmente, hasta que alcance la consistencia deseada.
Salsa con grumos: Esto suele ocurrir al añadir harina directamente a un líquido caliente. Para evitarlo, mezcla la harina con un poco de agua fría para formar una pasta antes de añadirla a la salsa. O, como se indica arriba, sofríe la harina directamente con las verduras antes de añadir el líquido.
Sabor insípido: Asegúrate de sazonar la carne y la salsa generosamente con sal y pimienta. No tengas miedo de experimentar con otras hierbas y especias para darle más sabor.

Conclusión

Preparar filete de res en salsa en casa es más sencillo de lo que parece. Con esta receta detallada y los consejos proporcionados, podrás sorprender a tus invitados con un plato delicioso y elegante. Recuerda que la clave está en la calidad de los ingredientes, la técnica de cocción y la sazón adecuada. ¡Anímate a experimentar con diferentes variaciones de la salsa y descubre tu receta favorita!

Este plato, más allá de una simple receta, representa la perfecta armonía entre la calidad de la materia prima y la técnica culinaria. La elección de un buen corte de carne, el sellado adecuado para conservar su jugosidad y la elaboración de una salsa rica y sabrosa son elementos cruciales para el éxito. Pero más allá de estos aspectos técnicos, la preparación de este plato involucra la pasión por la cocina y el deseo de compartir un momento especial alrededor de la mesa. Es un acto de amor, un regalo para los sentidos que se disfruta desde la preparación hasta el último bocado.

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