¿Buscas una receta rápida, sencilla y que guste a todos? Estos fideos rellenos de jamón y queso son la solución perfecta. Ideales para una comida entre semana, una cena informal o incluso para sorprender a tus invitados. Esta receta es una variación creativa de los clásicos macarrones con queso, elevando el plato a un nivel superior con un relleno cremoso y sabroso.
Ingredientes:
- 500 gramos de fideos grandes (tipo conchas, lumaconi o similar)
- 250 gramos de jamón cocido, en lonchas gruesas
- 250 gramos de queso (mozzarella, gouda, emmental o una mezcla), rallado o en lonchas
- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina
- 750 ml de leche entera
- Nuez moscada (al gusto)
- Sal y pimienta negra (al gusto)
- Queso parmesano rallado (opcional, para gratinar)
- Pan rallado (opcional, para gratinar)
Preparación:
- Cocinar la pasta: Cocina los fideos en abundante agua hirviendo con sal, siguiendo las instrucciones del paquete. Es importante que queden "al dente", ya que se terminarán de cocinar en el horno. Escúrrelos y reserva. Un truco para evitar que se peguen es añadir un chorrito de aceite de oliva al agua de cocción.
- Preparar la bechamel: En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y remueve constantemente con una varilla durante 1-2 minutos, hasta que se forme una pasta (roux); Este paso es crucial para evitar grumos en la bechamel.
- Incorporar la leche: Retira la cacerola del fuego y añade la leche poco a poco, removiendo constantemente con la varilla para evitar que se formen grumos. Una vez que hayas incorporado toda la leche, vuelve a poner la cacerola al fuego medio y sigue removiendo hasta que la salsa espese y hierva ligeramente. Cocina durante 2-3 minutos más para asegurarte de que la harina esté completamente cocida.
- Sazonar la bechamel: Retira la cacerola del fuego y sazona la bechamel con sal, pimienta negra y nuez moscada al gusto. Prueba y ajusta la sazón según tus preferencias. Si te gusta el sabor del queso, puedes añadir un poco de queso rallado a la bechamel para darle un toque extra.
- Rellenar los fideos: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Corta las lonchas de jamón y queso en trozos pequeños, del tamaño adecuado para rellenar los fideos. Rellena cada fideo con un trozo de jamón y un trozo de queso. Este paso puede ser un poco laborioso, pero vale la pena el esfuerzo. Si utilizas queso rallado, puedes mezclarlo con el jamón para facilitar el relleno.
- Montar el plato: Engrasa ligeramente una fuente para horno. Vierte una capa fina de bechamel en el fondo de la fuente. Coloca los fideos rellenos en la fuente, uno al lado del otro, formando una sola capa. Cubre los fideos con el resto de la bechamel.
- Gratinar (opcional): Espolvorea queso parmesano rallado y pan rallado sobre la bechamel. Esto le dará un toque crujiente y dorado al plato. Si no tienes queso parmesano, puedes usar cualquier otro queso rallado que se derrita bien.
- Hornear: Hornea los fideos rellenos durante 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y burbujeantes. Vigila el horno para evitar que se quemen. Si ves que se están dorando demasiado rápido, puedes cubrirlos con papel de aluminio.
- Servir: Retira los fideos rellenos del horno y déjalos reposar durante unos minutos antes de servir. Sirve caliente y disfruta.
Consejos y Trucos:
- Tipo de pasta: Aunque esta receta está pensada para fideos grandes como conchas o lumaconi, también puedes utilizar otros tipos de pasta, como macarrones grandes o incluso canelones precocidos. Asegúrate de que la pasta tenga el tamaño adecuado para poder rellenarla fácilmente.
- Variaciones del relleno: Puedes personalizar el relleno de los fideos según tus gustos. Prueba a añadir champiñones salteados, espinacas cocidas, carne picada, pollo desmenuzado o incluso verduras asadas. También puedes utilizar diferentes tipos de queso, como queso azul, queso de cabra o queso provolone.
- Intensificar el sabor: Para darle un sabor más intenso a la bechamel, puedes añadir un poco de caldo de pollo o verduras. También puedes añadir un poco de ajo en polvo, cebolla en polvo o pimentón dulce.
- Preparación anticipada: Puedes preparar los fideos rellenos con antelación y guardarlos en el frigorífico hasta el momento de hornearlos. Añade el queso rallado y el pan rallado justo antes de meterlos en el horno.
- Congelar: También puedes congelar los fideos rellenos ya horneados. Déjalos enfriar completamente antes de congelarlos. Para recalentarlos, descongélalos en el frigorífico durante la noche y luego hornéalos a 180°C (350°F) hasta que estén calientes y dorados.
- Para una versión más ligera: Usa leche descremada y queso bajo en grasa. Puedes incluso sustituir parte de la bechamel por puré de calabaza o coliflor para reducir las calorías.
- Para una versión sin gluten: Utiliza pasta sin gluten y harina sin gluten para la bechamel.
Consideraciones adicionales:
Esta receta es una excelente base para la experimentación. No tengas miedo de probar diferentes combinaciones de ingredientes y adaptar la receta a tus gustos personales. Recuerda que la cocina es un arte y la creatividad es fundamental. Además, considera el origen de los ingredientes. Optar por jamón y queso de buena calidad, preferiblemente artesanales, realzará significativamente el sabor del plato. Investiga productores locales para apoyar la economía de tu comunidad y disfrutar de productos más frescos y sabrosos.
Desde una perspectiva nutricional, este plato es rico en carbohidratos, proteínas y grasas. Si buscas una opción más equilibrada, considera añadir una ensalada fresca como acompañamiento. También puedes reducir la cantidad de queso y mantequilla en la receta para disminuir el contenido calórico. Es importante recordar que una dieta variada y equilibrada es clave para una buena salud.
En términos de seguridad alimentaria, asegúrate de cocinar la pasta correctamente y de mantener los alimentos refrigerados hasta el momento de su preparación. Lava bien tus manos y utensilios antes de empezar a cocinar. Utiliza un termómetro de cocina para comprobar que el centro de los fideos rellenos alcance una temperatura segura antes de servirlos. Estas precauciones te ayudarán a prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos.
Por último, recuerda que cocinar es una actividad que puede ser muy divertida y gratificante. Invita a tus amigos o familiares a participar en la preparación de esta receta y disfruta de un momento agradable juntos. Compartir una comida deliciosa es una excelente manera de fortalecer los lazos sociales y crear recuerdos inolvidables.
¡Buen provecho!
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