El farfalle con crema de tomate y jamón cocido es un plato italiano reconfortante, rápido de preparar y universalmente apreciado. Su sencillez esconde una explosión de sabores: la acidez del tomate, la suavidad de la crema y el toque salado del jamón se combinan a la perfección con la forma divertida de la pasta farfalle (también conocida como pasta de lazo o mariposa). Esta receta es ideal para una comida entre semana, una cena familiar o incluso para sorprender a invitados inesperados. Más allá de la receta básica, existen numerosas variaciones y trucos para personalizar este plato y llevarlo al siguiente nivel. Vamos a explorarlo en detalle.

Historia y Origen del Plato

Si bien es difícil rastrear el origen exacto de esta combinación específica, la pasta con salsa de tomate y la adición de embutidos como el jamón es una tradición italiana arraigada. La pasta farfalle, originaria de la región de Emilia-Romaña, se presta particularmente bien a salsas cremosas debido a su forma que captura la salsa en sus pliegues. La popularidad de este plato probablemente surgió de la disponibilidad de ingredientes básicos y la facilidad de preparación, convirtiéndolo en un elemento básico en muchos hogares italianos y más allá.

Ingredientes Necesarios

  • Pasta Farfalle: 320 gramos (aproximadamente 1 libra). La cantidad puede variar según el apetito.
  • Tomates Triturados: 400 gramos (una lata). Se pueden usar tomates frescos pelados y triturados para un sabor más intenso, pero requerirá más tiempo de cocción.
  • Jamón Cocido: 150 gramos, cortado en tiras o cubos. Priorizar un jamón de buena calidad, con bajo contenido de grasa y sodio.
  • Cebolla: 1/2, picada finamente. La cebolla blanca o amarilla son las más comunes, pero una cebolla chalota añade un toque más sofisticado.
  • Ajo: 2 dientes, picados finamente. El ajo es fundamental para el sabor, pero no abusar de la cantidad para que no domine el plato.
  • Nata para Cocinar: 200 ml (aproximadamente 3/4 taza). Se puede usar nata con diferente contenido graso, pero una nata con al menos 30% de grasa dará una textura más rica y cremosa. Alternativas más ligeras incluyen leche evaporada o yogur griego natural, aunque el sabor y la textura serán diferentes.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: 2-3 cucharadas. El aceite de oliva es la base de la cocina mediterránea y aporta un sabor característico.
  • Queso Parmesano Rallado: Para servir. El parmesano es el queso tradicional italiano para rallar sobre la pasta. Un buen parmesano reggiano es ideal, pero un grana padano también es una buena opción más económica.
  • Sal y Pimienta Negra Recién Molida: Al gusto. Es importante ajustar la sal al final, ya que el jamón ya aporta salinidad al plato.
  • Opcional:
    • Hierbas Frescas: Albahaca, perejil o orégano picados para decorar y añadir frescura.
    • Guindilla: Una pizca de guindilla o unas gotas de salsa picante para un toque de calor.
    • Vino Blanco Seco: Un chorrito para desglasar la sartén después de sofreír la cebolla y el ajo.
    • Azúcar: Una pizca para equilibrar la acidez del tomate, especialmente si se usan tomates enlatados.

Paso a Paso: Preparación de la Receta

  1. Cocinar la Pasta: Llenar una olla grande con agua salada y llevar a ebullición. Añadir la pasta farfalle y cocinar según las instrucciones del paquete, generalmente alrededor de 10-12 minutos, o hasta que esté "al dente" (firme al morder). Reservar una taza del agua de cocción de la pasta antes de escurrirla. Esta agua rica en almidón ayudará a ligar la salsa a la pasta.
  2. Preparar la Salsa: Mientras la pasta se cocina, calentar el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Añadir la cebolla picada y sofreír hasta que esté transparente y suave, unos 5 minutos. Añadir el ajo picado y cocinar durante un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme.
  3. Añadir el Tomate: Verter los tomates triturados en la sartén. Si se usa vino blanco, añadir un chorrito ahora y dejar que se evapore el alcohol. Añadir una pizca de azúcar si se desea. Reducir el fuego a bajo y cocinar a fuego lento durante al menos 15 minutos, removiendo ocasionalmente, para que los sabores se mezclen. Cuanto más tiempo se cocine la salsa, más rica y sabrosa será. Sin embargo, evitar cocinarla en exceso, ya que podría volverse demasiado espesa.
  4. Añadir el Jamón y la Nata: Añadir el jamón cocido a la salsa de tomate y cocinar durante unos minutos para que se caliente. Verter la nata para cocinar y remover bien para combinar. Cocinar a fuego lento durante otros 5 minutos, hasta que la salsa se haya espesado ligeramente. Ajustar la sal y la pimienta al gusto.
  5. Combinar la Pasta y la Salsa: Añadir la pasta farfalle escurrida a la sartén con la salsa. Remover bien para que la pasta quede completamente cubierta con la salsa. Si la salsa está demasiado espesa, añadir un poco del agua de cocción de la pasta reservada para aligerarla.
  6. Servir: Servir inmediatamente, espolvoreando con queso parmesano rallado y hierbas frescas picadas (si se usan).

Variaciones y Personalizaciones

La belleza de esta receta radica en su versatilidad. Se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias con facilidad. Aquí hay algunas ideas para variaciones y personalizaciones:

  • Vegetales Adicionales: Añadir verduras picadas a la salsa, como champiñones, calabacín, pimiento o espinacas, para aumentar el valor nutricional y el sabor. Sofreír las verduras junto con la cebolla y el ajo.
  • Diferentes Tipos de Jamón: Probar con otros tipos de jamón, como jamón serrano, prosciutto o panceta, para un sabor más intenso y salado. Tener en cuenta que algunos tipos de jamón son más salados que otros, por lo que es posible que sea necesario ajustar la cantidad de sal añadida.
  • Sustitutos de la Nata: Para una versión más ligera, usar leche evaporada, yogur griego natural o crema agria en lugar de nata para cocinar. Estos ingredientes aportarán menos grasa y calorías, pero también cambiarán la textura y el sabor de la salsa. También se puede utilizar una alternativa vegana a la nata, como nata de soja o de avena.
  • Quesos Alternativos: Probar con otros tipos de queso rallado, como queso pecorino romano, queso grana padano o incluso queso mozzarella, para un sabor diferente. También se puede añadir un poco de queso ricotta a la salsa para una textura más cremosa.
  • Especias y Hierbas: Experimentar con diferentes especias y hierbas para personalizar el sabor de la salsa. Añadir una pizca de nuez moscada, pimienta de cayena o hierbas provenzales para un toque extra de sabor.
  • Versión Picante: Añadir una pizca de guindilla picada o unas gotas de salsa picante a la salsa para un toque de calor. Se puede utilizar chile fresco picado, copos de chile seco o incluso un poco de pasta de chile.
  • Añadir un Toque de Limón: Unas gotas de zumo de limón fresco al final de la cocción realzan los sabores y aportan un toque de frescura.

Consejos y Trucos para un Plato Perfecto

  • Cocinar la Pasta "Al Dente": Es crucial cocinar la pasta "al dente" para que tenga la textura perfecta. La pasta cocida en exceso se volverá blanda y pegajosa.
  • Usar Agua de Cocción de la Pasta: Reservar una taza del agua de cocción de la pasta antes de escurrirla. Esta agua rica en almidón ayudará a ligar la salsa a la pasta y a crear una textura más cremosa.
  • No Cocinar la Salsa en Exceso: Evitar cocinar la salsa demasiado tiempo, ya que podría volverse demasiado espesa. Si la salsa se espesa demasiado, añadir un poco del agua de cocción de la pasta para aligerarla.
  • Ajustar la Sazón al Final: Ajustar la sal y la pimienta al gusto al final de la cocción. Tener en cuenta que el jamón ya aporta salinidad al plato, por lo que es posible que no sea necesario añadir mucha sal.
  • Servir Inmediatamente: Servir el plato inmediatamente después de prepararlo para que la pasta no se seque y la salsa no se enfríe.
  • Calentar las Platos: Calentar los platos antes de servir ayuda a mantener la temperatura de la comida por más tiempo.

Consideraciones Nutricionales

El farfalle con crema de tomate y jamón cocido es un plato que proporciona carbohidratos (de la pasta), proteínas (del jamón y el queso) y grasas (de la nata y el aceite de oliva). Sin embargo, es importante tener en cuenta el contenido de sodio del jamón cocido y el contenido de grasa de la nata. Para una versión más saludable, se puede usar una nata con menor contenido graso o sustituirla por leche evaporada o yogur griego natural. También se puede optar por jamón con bajo contenido de sodio y añadir más verduras a la salsa para aumentar el valor nutricional del plato. Controlar las porciones también es fundamental para mantener una dieta equilibrada.

Maridaje de Vinos

Este plato combina bien con vinos blancos secos y ligeros, como un Pinot Grigio, un Vermentino o un Sauvignon Blanc. La acidez del vino complementa la riqueza de la salsa y limpia el paladar entre bocado y bocado. También se puede optar por un vino rosado seco y afrutado. Evitar vinos tintos con mucho cuerpo, ya que pueden dominar los sabores delicados del plato. La clave es buscar un vino que no compita con la salsa, sino que la realce.

Conclusión

El farfalle con crema de tomate y jamón cocido es un plato versátil, delicioso y fácil de preparar que seguramente complacerá a todos. Con unos pocos ingredientes básicos y un poco de creatividad, se puede personalizar este plato para adaptarlo a diferentes gustos y preferencias. Ya sea para una comida rápida entre semana o una cena especial, esta receta es una apuesta segura que siempre será un éxito.

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